Caso Etica Wikileaks

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Publicar y difundir información requiere que los riesgos se evalúen en virtud del interés público por conocer la historia lo más completa posible sobre las decisiones de los gobiernos que comprometen a sus sociedades en diferentes circunstancias.4 Si un gobierno decide ir a la guerra, por ejemplo, y miente a su pueblo acerca del por qué, se viola la confianza pública. Igualmente, es entendible que un gobierno decida no revelar información a un público que no cuente con la suficiente razón para entender las circunstancias y los factores que influyeron en la toma de decisiones, o por el simple hecho de que se expone a un riesgo de daño potencialmente grave.

Informar y difundir información también requiere que se tenga en cuenta cómo se obtuvo el material y, relacionado con esto, el motivo de la fuente que lo suministró. La filtración ilegal de documentos de seguridad nacional está amparado legalmente por legislación de inteligencia, como es el caso de Estados Unidos. El material del que se sospeche razonablemente que ha sido obtenido de manera ilegal presenta dificultades éticas obvias, como en el caso de Wikileaks, que se caracteriza por publicar material no sólo protegido por derechos de Propiedad Intelectual, sino que cae dentro de la clasificación de seguridad nacional. Validar este comportamiento es ceder al relativismo ético que poco conviene a la sociedad.4 Simplemente, no puede ser ético un comportamiento en pro de la transparencia que, además de ilegal, ponga en riesgo la vida de otros.

Además, Wikileaks recurre a los medios electrónicos para difundir su información. Las tecnologías de información y comunicación o TIC, ofrecen una amplitud mayor de libertades sin consciencia, por lo que favorece la adopción de conductas anti éticas. Las TIC han alterado el curso y naturaleza de las relaciones humanas5, volviéndolas más impersonales y promoviendo indirectamente los comportamientos inmorales, ya que las acciones humanas ejecutadas digitalmente, muchas veces acarrean consecuencias intangibles e incluso imperceptibles en tiempo y espacio para su ejecutor.

El grado variable de anonimato que puede obtenerse en la world wide web, si bien favorece la denuncia de actos antiéticos e inmorales, libra de obligaciones, como la responsabilidad, al controlador de la información, cuyos valores éticos y morales no necesariamente corresponden con los de una persona ideal para tal posición de poder. Acceder al derecho de valerse de la tecnología y las ventajas que ésta proporciona para informar, exige cumplir con la obligación de hacerlo de la manera correcta, es decir, ética. Para tener un mejor entendimiento, se pueden comparar los objetivos de Wikileaks con los del periodismo, cuyos practicantes se ajustan a un código de ética profesional bien fundamentado.

El decir la verdad implica responsabilizarse por verificar que tanto el material como las fuentes del mismo sean auténticas, y además, publicarlo en una forma que sea precisa en cuanto a los hechos y que ofrezca el contexto necesario para emitir juicios de valor. Asimismo, publicar y difundir información requiere de la minimización de daños. Esto se refiere a la violación de valores éticos; hasta ahora sólo exigidos a la profesión periodística; sobre la responsabilidad de publicar imprudentemente, sin cuidado y sin tener en cuenta el daño potencial que pueda acerrear para la vida, el bienestar humano, la propiedad y la reputación, y especialmente sobre el interés público y la seguridad y la defensa nacional. Por último, pero no menos importante, el fin de informar la verdad no puede justificar los medios de la obtención de la misma, es decir, la ilegalidad e inmoralidad de los medios no puede legitimar el resultado. Wikileaks no puede exigir derechos de libertad de prensa y expresión a través del incumplimiento de sus obligaciones al incurrir a la ilegalidad.

CONCLUSIÓN

A la par de los beneficios de un mundo interconectado digitalmente, surgen el riesgo del abuso y el uso indebido. El equilirbio entre revelar y reservar información es díficil de alcanzar ya que las personas involucradas en la difusión de la misma tienen una obligación moral y ética de hacer revelaciones a consciencia. La ética y la moral responden a una necesidad social de regular las relaciones humanas en aras de la cohesión y por lo tanto, la ilegalidad e inmoralidad de las posiciones que ha adoptado Wikileaks en varias de sus acciones no pueden legitimar que “la verdad se ha hecho pública”.

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BIBLIOGRAFÍA

1 [WikiLeaks. (2016, 1 de noviembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 23:41, noviembre 12, 2016 desde .

2 Wikileaks. About us website. Fecha de consulta: 12 noviembre 2016. Disponible: https://wikileaks.org/What-is-Wikileaks.html

3 DUQUE M, Ivan. 2010. La ética según WikiLeaks. Revista digital Portafolio. Diciembre, 2010. Consultado el 12 noviembre 2016. Disponible: http://www.portafolio.co/opinion/ivan-duque-marquez/etica-wikileaks-121360

4 MULLER, D. 2014. WikiLeaks, ética periodística y la era digital: ¿qué aprendimos?. Revista digital La Gran época. Sidney, Julio, 2014. Consultado el 12 noviembre 2016. Disponible: http://www.lagranepoca.com/archivo/32434-wikileaks-etica-periodistica-era-digital-que-aprendimos.html

5 MONTUSCHI, L. 2012. Aspectos éticos de las tecnologías de información y comunicación. Consultado el 12 noviembre 2016. Disponible: http://en.calameo.com/books/0013799063df486bb3f5c