La ética como bien sabemos, es muy importante para la toma de decisiones, sobre todo en mi caso en el cómo líder de grupo, las decisiones siempre llevan implícito un valor positivo o negativo.

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Como lo mencione anteriormente, siempre se le da la razón al cliente, pero en este caso afectaba a nuestra ética profesional, moral y empresarial.

Cómo tomamos la decisión aquí en la empresa?

Después de darle varias vueltas al asunto, se tomó una decisión, al cliente se le acepto la solicitud, pues el cliente siempre tiene la razón no? Pero tampoco queríamos que nuestro producto perjudicara a ningún paciente, y en caso de ser así, la responsabilidad se iría directamente al distribuidor, en este caso nuestro cliente,

Se decidió que a la mitad del lote (60mil piezas) se le cambiaría el nombre y la caducidad tal como lo solicitaba el cliente, pero dejando rastro, es decir, no se harían nuevos registros de fabricación, si no que se trabajó como reacondicionamiento de producto, dejando como referencia la solicitud del cliente, y colocando una leyenda adicional al producto de que una vez abierto se utilizará lo más pronto posible, y aclarando que los meses de vida que tenía solo eran aplicables cuando el producto no hubiese sido manipulado.

Se firmó el convenio con el cliente y ambas partes estuvieron de acuerdo, y sólo así se mandó el producto con los tres meses de vida más que se solicitaron.

Cómo afecto esto en nuestra ética?

Pues claramente este dispositivo tiene contacto con la piel del ser humano, y por supuesto no es ético engañar a los pacientes con los meses de vida de un producto al que le están teniendo confianza, pero nuestra ética también respalda la plena satisfacción del cliente, el tomar esta decisión implico un análisis profundo de la situación, y la mejor opción fue respaldar el producto con la nueva leyenda y por supuesto complacer la petición del cliente.

Conclusión

En mi opinión, una empresa siempre va a ver en juego sus valores y su ética profesional, pues en el caso de mi empresa, como en esta ocasión nos encontramos con situaciones que nos ponen hasta a sudar, al final los distribuidores son nuestros clientes directos, pero el paciente es nuestro cliente final, y tenemos que complacer a ambas partes, y asegurar que nuestro producto les proporcionara lo que ellos están necesitan.

He tenido muchos casos de este tipo, pero siempre buscamos la mejor opción, evitando la insatisfacción, la improductividad y por supuesto, tratamos de comprometer lo menos posible nuestra ética profesional.