Ciencia en el Siglo XXI

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Los avances en el ultimo lustro en modificación genética humana son los cimientos de lo que se viene. Ya se han prevenido enfermedades en embriones antes de que estos existieran. Se han eliminado trazas genéticas y agregado nuevas en animales de laboratorio obteniendo modificaciones fenotípicas estables sin efectos secundarios. A lo largo de este siglo veremos como sigue el progreso en esta área. Es inevitable. Quizás mucha gente no le tema a la muerte, pero nadie la quiere cerca. Extender nuestra esperanza de vida es el sueño de la humanidad. Pasamos desde los 35 años en la era de las cavernas a los 95 en ciertos países, pero cuando tengamos humanos con corazones mas fuertes, capaces de soportar ambientes agrestes con facilidad, y con sistemas inmunes mejorados, el numero antes mencionado subirá lentamente, hasta superar los estándares bíblicos.

Muchos pintan un futuro apocalíptico cuando se menciona la manipulación genética. El mismo maestro Asimov nos dejo una negra imagen de lo que podría suceder en sus preciadas obras. Sin embargo, si se pudieron prever los problemas casi al mismo tiempo que se descubría la ciencia relacionada a los mismos, quiere decir que son perfectamente evitables. Si se iniciaran cambios lentos, paulatinos, buscando ir introduciendo cepas humanas a la población con mas resistencia a las enfermedades, la misma naturaleza humana de reproducción, diseminaría estos genes en futuros descendientes. ¡Ni siquiera es necesario modificar a toda la población humana!

Inclusive puede que no nos quede otra alternativa. El genoma humano se debilita generación tras generación. Tras cada meiosis, los telómeros (extremos de ADN) se vuelven ligeramente mas cortos. Aunque la reducción generacional es atómica, existe y se asienta a lo largo de los siglos. En algunos milenios, serán demasiado cortos y los embriones humanos no se desarrollarán. Solo la modificación genética puede salvarnos de tan nefasto destino.

Puede parecer una tarea titánica, pero cuando el creador de la vacuna de la viruela vio que funcionaba por primera vez, jamás pensó que seria posible distribuirla a todo el mundo. Hoy, la viruela ya no existe gracias a la tenacidad de las campañas de vacunación y otras enfermedades siguen el mismo camino.

Lo mismo sucederá con la modificación genética.

La humanidad debe agitar las alas y volar, saltando los pequeños escalones del Darwinismo. No tiene demasiadas alternativas. La Tierra lentamente nos está quedando pequeña, y necesitamos evolucionar de todas las formas posibles para garantizar nuestra su supervivencia. Es por eso que, en este siglo, los científicos, conscientes de todas las problemáticas antes mencionadas, centrarán sus esfuerzos en la modificación genética. Con consciencia, cautela y perseverancia, podremos alcanzar este objetivo. Abramos nuestras mentes para aceptar los cambios del mañana y, entre todos, ayudemos a construir un futuro mejor.

escrito por Alejandro Nadal

para COM I (ISI) CL – UTN

Turno Febrero - 04/02/2017

Profesor: Emanuel Obregon