Contabilidad de gestión de las entidades no lucrativas.

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Además, las entidades no lucrativas tienen dificultades para evaluar su gestión debido a:

- La dificultad de cuantificar los outputs que producen las organizaciones, es decir, las relaciones precio-cantidad y precio-calidad. Los servicios que ofrecen las entidades no lucrativas no intangibles, por lo que no se pueden medir con seguridad, por ejemplo, una campaña de información sobre embarazos para los jóvenes. Esto provoca que no se haga con frecuencia el análisis de coste-beneficio.

- Dado que los objetivos de las entidades no lucrativos son muy diferentes al resto de organizaciones, son objetivos relacionados con el bien social, por lo que son poco concretos, siendo difícil saber si se han logrado dichos objetivos.

- No pueden evaluar el rendimiento económico como tal, sino la cantidad de servicios que realizan, o bien en función de la interpretación que hagan los propios miembros.

- Están sujetas a una normativa diferente por lo que existen diferencias entre los impuestos y la normativa legal al resto de organizaciones lucrativas.

- Algunos de los gestores que llevan las organizaciones no lucrativas confunden el objetivo de ser una organización sin fines de lucro con no obtener beneficios, por lo que no funciona eficientemente la organización, además de perder la oportunidad de no poder seguir creciendo como organización.

- Las entidades no lucrativas no pueden cambiar los objetivos o la estrategia de la organización sin el acuerdo de sus miembros, dificultando y atrasando las diferentes oportunidades.

- Los directivos suelen ser profesionales de las actividades que se realizan en la organización, pero no son expertos en gestión. Esto es uno de los principales problemas de la gestión en este tipo de organizaciones.

- Los órganos directivos no reciben remuneraciones económicas por su trabajo desempeñado en la organización, lo que puede provocar falta de motivación y entusiasmo.

Todas estas dificultades mencionadas anteriormente no afectan igual a todas las organizaciones, debido a la gran diversidad, tanto en servicios como en las formas jurídicas que pueden tener. Este argumento se puede aplicar también para negar que se pueda generalizar una sola metodología para el diseño del sistema de control de gestión.

Otro de los motivos por los que el control de gestión es importante en las entidades sin fines de lucro es la financiación. Existe una gran necesidad de financiación por parte de las entidades no lucrativas para poder realizar sus objetivos. Principalmente se financian a través de donaciones tanto de particulares como de otras entidades sin ánimo de lucro, de empresas privadas y subvenciones de las Administraciones Públicas. Por otro lado, también puede financiarse como lo hacen las empresas privadas, a través de la venta de productos y servicios, o bien con préstamos bancarios.

Esta financiación tiene que ser bien administrada y gestionada por parte de la entidad para la posible financiación futura tanto por parte de las administraciones públicas como privadas., ya que, si la entidad no lucrativa no la gestiona eficientemente y la malgasta, es muy probable que no consiga nueva financiación para el futuro. Además, cuanto mejor gestionen y funcione la entidad, mayores beneficios se reinvertirán en ella.

CLASIFICACIÓN Y CÁLCULO DE COSTES

Como en cualquier organización, se necesita información precisa y clara sobre los costes para poder tomar decisiones adecuadas y realizar mejoras. Pero en las entidades no lucrativas es difícil calcular los costes, ya que no tienen un gasto de aprovisionamiento ni de fabricación como tal, sino que tienen que estimar un coste económico de las diferentes actividades o proyectos que llevan a cabo. Para esto primero se analizará las diferentes clasificaciones de costes, y después los posibles sistemas de cálculos de costes.

CLASIFICACIÓN DE COSTES

Los costes de las entidades no lucrativas pueden clasificarse de distintas formas, que serán según su naturaleza, según el objetivo de coste al que se quieran imputar, según su variabilidad respecto al nivel de actividad y según la función que desarrollen.

- Clasificación en función de su naturaleza

La clasificación de costes según su naturaleza consiste en diferenciar las condiciones de cada uno de los gastos, es decir, se clasifican mediante la identificación de la causa por lo que existe cada coste.

Se pueden agrupar en las distintas partidas que la contabilidad financiera incluye en el Plan General Contable (PGC) con el grupo 6: Compras y gastos. Algunas de estas partidas son:

- Consumos de bienes destinados a la actividad

- Consumos de materias primas

- Consumos de otros aprovisionamientos

- Costes de los servicios exteriores: mantenimiento, seguros, arrendamientos, investigación y desarrollo, transportes…

- Trabajos realizados por otras empresas

- Costes de personal

- Amortizaciones: de inmovilizado, de gastos de establecimiento.

- Costes de ayudas monetarias de la entidad

- Costes financieros

Con esta clasificación, los gestores de las entidades no lucrativas disponen de la información necesaria que ocasiona cada recurso económico que utiliza, además puede actuar en aquellos aspectos que considera más importante.

- Clasificación según su imputación

Con esta clasificación, se pueden asignar los costes a los denominados objetivos de costes y que puede ser las actividades, centros de costes y productos, es decir, los objetivos de costes finales suelen ser los productos que produce la empresa, aunque también puede repartirse entre las distintas actividades como es el caso de las entidades no lucrativas, ya que no ofrecen bienes como tal, sino servicios. Según su imputación, los costes se pueden clasificar en costes directos e indirectos.

Los costes directos son los que pueden ser asignados de forma clara, objetiva y directa al coste, por lo que pueden asignarse sin necesidad de utilizar criterios subjetivos de reparto. Se identifican claramente con una actividad, fase o departamento, como el caso del salario de un cuidador de personas con discapacidad, ya que se puede calcular el coste de servicio prestado a la persona con discapacidad.

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