Críticas de cine.

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Frank Slade es un alcohólico, odiado por toda su familia y con un enorme corazón lleno de odio y rencor hacia la vida.

Durante el fin de semana de Acción de Gracias Charlie Simms (Chris O’Donell) fue contratado de lazarillo, mientras su familia hacía un viaje familiar para celebrar las fechas. El trabajo era fácil: Vigilar que no bebiese demasiado.

Sin embargo Frank tenía grandes planes y mucho dinero. Este conorel ahogado por la amargura, le promete dar a Charlie el viaje de su vida a cambio de su compañía a la gran ciudad de Nueva York.

Profunda y conmovedora historia de amistad intergeneracional entre un hombre maduro más cegado por las tinieblas de su alma que por las de sus ojos, y un joven de gran corazón y entereza que intenta encender alguna luz en medio de la oscuridad.

Un absolutamente seductor Al Pacino que por momentos consigue que todos olvidemos la ceguera del personaje, junto a un encantador Chris O'Donnell dándole el contrapunto perfecto. No extraña a nadie la presencia escénica que despliega Al Pacino en cada una de sus películas, haciendo de un personaje tantas veces visto alguien muy especial y difícil de olvidar. Las expresiones de su rostro dejan traslucir un cúmulo de sensaciones casi sin mover los músculos y sus ojos aparentemente sin vida "hablan". Y no se puede evitar hablar de esta película sin evadir la magnífica escena del tango…

¡Sin duda alguna tienes que verla!

“Amigos Intocables”

Esta hermosa y conmovedora película francesa de 2011 se basa en la historia real de la amistad forjada entre la Philippe Pozzo un millonario tetrapléjico, muy culto y recatado con Driss, un exconvinto de raza negra, de un barrio muy bajo y pobre, con un único próposito: obtener un trabajo para poder cobrar su prestación social. Driss esperando la misma respuesta con sus anteriores entrevistas de trabajo, queda totalmente sorprendido cuando Philippe le da el puesto de su cuidador durante dos semanas. A partir de ahí, dos mundos completamente distintos, intocables el uno con el otro, se van acercando y aproximándose, forjando una estrecha relación entre ambos personajes.

En esta película no se dejan las puertas abiertas a las lágrimas y a los clichés. Nada de eso. La clase social pasa a segundo término y ni hablar de la raza, ¡No existe ningún estereotipo! Este film de Oliver Nakache y Eric Toledano no es nada melancólica a pesar de tener como protagonista a un personaje discapacitado del cuello hacia abajo y a un hombre con fantasmas que lo persiguen todos los días.

Nos muestra el lado cómico de la incapacidad de Philippe y el giro de entorno entre mundo y mundo.No hay manipulación emocional en esta película y es lo que le ha dado grandes méritos. Es una obra de arte que deja a a un lado los estereotipos y etiquetas que el ser humano pone día con día. ¡Si quieres ver algo emocionante y motivador, tienes que verla!