Crítica de la película Aballay
Enviado por poland6525 • 29 de Abril de 2018 • 1.171 Palabras (5 Páginas) • 382 Visitas
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El héroe de la historia, en un primer momento se podría llegar a pensar que es Julián, pero el héroe épico no se deja llevar por la venganza, que es el móvil principal del joven, que lo llevó a cruzar la “salvaje” Argentina. Si bien se podría llamar un héroe actual, “el bueno” de la historia que mata a los hombres malos, movido por el pasado trágico de la muerte del padre ante sus ojos, un estilo “Spiderman” o “Batman” Nacional, claro que sin súper poderes del primero ni la tecnología del segundo, además de no usar un traje que oculte su identidad.
A mi parecer el héroe real es Aballay, un héroe a la antigua, que emprende su viaje para purgar sus pecados y redimirse a los ojos de Dios, mediante la autoimpuesta penitencia de no tocar el suelo y vivir arriba de su caballo, además de ayudar al prójimo. En su accionar se puede ver un trasfondo religioso tradicional católico, ya que Aballay decide su “castigo” al escuchar el sermón de un cura y perseguido por la culpa de haber matado al padre del gurí delante de éste, y siendo perseguido por el recuerdo de su mirada atemorizada y llena de odio, Por lo que decide tomar el ejemplo de los Estilitas y “despegarse del suelo” para estar más cerca de Dios, esperando el día en que el niño lo fuese a buscar para cobrarse la afrenta recibida .
Aballay, sin querer, creó la leyenda popular de “El Pobre”, un santo de a caballo, que nuca se apea del mismo y al que se le adjudican sanaciones y milagros. Y al que la gente del pueblo venera y reza, algo que en la edad media se tomaría por herejía y se castigaría con la hoguera.
Los valores del gaucho eran la fidelidad, la hospitalidad y la valentía, nada de eso se ve en el grupo de forajidos que gobiernan el poblado y del que era líder, en un principio, Aballay. Sin embargo, la hospitalidad queda manifiesta cuando “El Pobre”, recibe y cuida a Julián sin saber quién es, también se demuestra su valentía al ponerse de cebo para ayudar a Julián, conociendo ya su identidad, a rescatar a Juana de la tortura de estar estaqueada al sol, por orden de “El Muerto” y para seguir con la venganza que lo llevó allí, aun sabiendo que una vez que el juez de paz muriera, él sería el próximo en recibir su castigo.
Julián, al final, siente respeto por el gaucho, pero ni aun así ceja en su venganza. Va en su búsqueda y lo halla esperándolo. Se entabla un forcejeo, el gaucho a caballo, blandiendo una caña para defenderse, sin intención de hacer daño; el joven, con el facón que había pertenecido a su padre, el mismo que utilizó Aballay para degollarlo. En un momento, la caña se incrusta en la boca de Julián, el gaucho se apea para ayudarlo, pidiendo disculpas mirando al cielo, alegando “fue por causa mayor”, es cuando la hoja del cuchillo se clava en su abdomen y cae al suelo, recibiendo así la muerte igualadora, lo único que lo liberaría de la culpa.
Bibliografía
http://vos.lavoz.com.ar/cine/aballay-hombre-sin-miedo-ojos-memoria
http://edant.clarin.com/diario/2009/07/06/um/m-01952477.htm
http://taller-critica-cine.jimdo.com/criticas/
http://blogs.tn.com.ar/cultura/2011/10/aballay_de_las_cartas_de_di_benedetto_al_oscar/
http://www.diaadia.com.ar/content/el-gaucho-que-huia-de-si-mismo
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