DELITOS ELECTORALES. UNA CONSTANTE LUCHA ENTRE LA DEMOCRACIA Y LAS GARANTIAS AL SUFRAGANTE

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Proponer los posibles mecanismos que se puedan utilizar para disminuir los delitos electorales, atenuando de esta manera los impactos en la sociedad.

METODOLOGÍA

La orientación metodológica que se pretende dar a la investigación será descriptiva, puesto que se analizarán los factores que influyen para la comisión de los delitos electorales, así como las constantes violaciones al tipo de participación ciudadana, mediante el uso y manejo del discurso y a la Democracia, al mismo tiempo se utilizarán métodos empíricos de carácter normativo, ya que el análisis que se hará será también desde la misma normatividad existente en Colombia, evaluando así su validez y eficacia.

CONCEPCIONES PRELIMINARES DE PODER Y POLITICA

Para poder enfocarnos como tal en los delitos electorales, es importante primero dar una breve explicación acerca de lo que se puede llegar a considerar poder y política, siguiendo los preceptos planteados por un escritor colombiano entenderíamos que el poder es la capacidad, energía, fuerza y conocimiento en los hombres (Rozo Acuña, 1978, pág. 29) , es decir que para que se pueda llegar a considerar que un hombre tiene poder se tiene que analizar sobre todo la capacidad en cuanto el mismo hombre puede alcanzar los objetivos propuestos. Dentro de los conocimientos se puede así mismo hacer mención al uso del lenguaje y consecutivamente del discurso, lo que se desencadena posteriormente en las urnas, al momento de ejercer el derecho al sufragio.

Adicionalmente hay que tener en cuenta que existen diversas clasificaciones del poder, por citar algunos ejemplos, se encuentra el poder inmediato, y el poder institucionalizados (Rozo Acuña, 1978 cita a Maurice Duverger); en donde este definía al primero como aquel poder que trae niveles primitivos de desarrollo político y social, mientras que el otro presentaría altos niveles de desarrollo cultural, económico y político. Siguiendo este orden de ideas con las definiciones aportadas por el francés Maurice Duverger en Colombia nuestro sistema de poder estaría configurado dentro del poder inmediato, ya que a pesar de contar con distinguidos dirigentes, nuestro desarrollo se ve truncado en la mayoría de las ocasiones, por la corrupción que se evidencia de aquellos que traen el poder consigo.

“La noción de poder involucra ante todo el concepto de control sobre dos instancias: los actos de las personas y la mente de las personas; es decir, hablar de poder es hablar de control. El control remite a la limitación de la libertad de acción de otros.” (Van Dijk, 2009)

Cabe resaltar que el concepto mismo de capacidad trae consigo diversas interpretaciones, ya que no solo basta con alcanzar los objetivos propuestos, sino que además aquel que quiera ostentar el poder debe poseer conocimientos “quien posee las fuentes del conocimiento o las fuentes de información, posee poder, o el poder social y a veces el político” (Rozo Acuña, 1978, pág. 30).

Con base en el concepto de poder como capacidad para obtener los objetivos, se entiende que así mismo como los objetivos pueden presentar cambios, así mismo las capacidades del hombre deben cambiar para la eficaz obtención de dichos objetivos. Ahora al hablar de política se definiría como la actividad específica que constituye un esfuerzo para la posesión de un poder, o la formación de una decisión (Rozo Acuña, 1978, pág. 33).

Resumiendo lo expuesto anteriormente se puede concluir que el poder es la capacidad que tiene el hombre para lograr los objetivos planteados teniendo en cuenta el manejo de la información y de la fuerza. Visto desde otro punto de vista el poder es la facultad para manipular a cierto número de personas, consiguiendo que estas hagan o piensen como aquel que tiene el "poder" quiera.

Ya que "En toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlado, seleccionado y redistribuido por cierto número de procedimientos que funcionan para conjurar los poderes y peligros” (Foucault, 1992, pág. 5), esto nos lleva a concluir que a partir de los procedimientos que se deben llevar para la producción del discurso, este es solamente un camino para poder conseguir el poder. Lo que nos indica Michael Foucault en un principio son aquellas estrategias que deben utilizar los políticos para poder generar convencimiento a los interlocutores de su discurso, que es como tal lo que moverá masas para facilitarle la obtención de los votos, que se supone debería ser a conciencia; pero siendo consecuentes con la cultura política que se tiene en Colombia el depósito del voto tan solo se da mediante lo que el político pueda llegar a ofrecer, en donde la población deja de lado las propuestas enfocándose como tal en los beneficios que estarían próximos a recibir.

Siguiendo con la conceptualización que se tiene del poder, es importante destacar según las diversas consideraciones de Van Dijk es que la forma última de poder consiste en influir en el querer de las personas, y el discurso puede influir en la sociedad a través de las cogniciones sociales de aquéllas. (Van Dijk, 2009) Lo cual se denota mediante la persuasión generada por el propio manejo del discurso.

Si se tiene claro este punto se puede llegar a dilucidar cómo se construyen los conocimientos sobre el mundo, las ideologías de grupos, las actitudes sociales, los prejuicios. (Van Dijk, 2009)

De igual manera la influencia que se puede generar sobre grandes masas o en grupos de personas, los que proyectan el discurso tienen que comprender el discurso (cognición, interpretación individual y social) para así poder conseguir los resultados esperados, mediante la producción del discurso (Van Dijk, 2009). Los grupos dominantes son los que tienen acceso a la manipulación y uso de estructuras de dominación. La dominación tiene que ver con la relación desigual entre grupos sociales que controlan a otros grupos, con las limitaciones de libertad que se ejercen sobre un grupo. (Van Dijk, 2009)

CLIENTELISMO Y PRIMEROS VISOS DE LOS DELITOS ELECTORALES

Durante la construcción de la cultura política en Colombia, nos encontramos ante la figura del clientelismo que es entonces, el legado pre moderno de una sociedad agraria y tradicional, el cual ha servido, y sirve aún, como factor de identidad e integración social para ampliar sectores de la población colombiana. En efecto, la falta de una amplia y efectiva política social y de presencia estatal en gran parte del territorio nacional, constituye la razón de ser del clientelismo. Es este un sistema piramidal de relaciones