«DESARROLLO DE TEMA DON Y OPCIÓN DEL CELIBATO»
Enviado por Christopher • 30 de Noviembre de 2018 • 2.658 Palabras (11 Páginas) • 362 Visitas
...
Las opciones célibes eran ya conocidas en India a través del hinduismo con el surgimiento de los ascetas y anacoretas y aquellos que dejaban el mundo material para buscar la explicación trascendental de la existencia a través de la contemplación. Este esquema puede ser probado en los testimonios de Siddhartha Gautama, quien en búsqueda de la verdad se une a estos. Si bien el joven brahmín no continuó el camino de los anacoretas hinduistas, indudablemente estos influenciarían mucho en el nuevo sistema espiritualista del cual él sería el fundador.
El sacerdocio cristiano como evolución conceptual de las comunidades cristianas de los primeros siglos de nuestra era no contempla ni bíblica ni tradicionalmente el celibatismo como precepto obligatorio para la condición del sacerdote. Como un movimiento nacido en el seno del judaísmo, el cristianismo ve la reproducción humana como precepto divino, sin embargo, surgen varias novedades que lo distinguen. Si para el judaísmo bíblico la no procreación era signo de maldición o castigo, para el cristianismo dicha perspectiva puede ser asumida desde otra posición si la no procreación es por opción religiosa Celibato sacerdotal obligatorio en la Iglesia Católica El celibato sacerdotal incumbe directamente a los sacerdotes diocesanos y no a los sacerdotes religiosos que siguen el celibato monacal ya explicado y que es mucho más antiguo[3] ¿Cuál es la mejor manera de describir la castidad célibe? Simplemente como un asunto del corazón. Es la rara persona que quiere vivir sin amor. Así que, si una vida de castidad célibe no es capaz de guiar a quienes la viven hacia una mayor unión con Dios y los demás, ¿quién sería tan tonto como para abrazarla? Entonces, ante todo, el don y la opción al celibato es un asunto del corazón. Porque yo puedo tomar una opción a hacer célibe poro si no es un don de Dios no podré, pero cuando se tiene el don y decide tomar una opción a ser célibe podrá lograrlo sobre todo con la ayuda de Dios, entonces es importante tomar los dos puntos para la vida, don y opción, también podemos identificar tres características que marcan esta forma de vivir la propia sexualidad.
En primer lugar, la castidad célibe debe estar enraizada en la vida espiritual. Si una vida de fe y mi relación con Dios no están en el centro de mi vida de castidad célibe, ésta pronto perderá el sentido para mí o para los demás. En pocas palabras, la vida espiritual debe estar en el corazón de una auténtica vida de castidad célibe.[4] «El celibato por el Reino de los Cielos es un carisma y un don con el que el Señor ha bendecido a su Iglesia desde su mismo origen, pudiendo ser asumido por cualquier cristiano. Es un gran testimonio de fe y una fuente de energía al servicio de la Evangelización.»[5].
Es decir Jesucristo como ejemplo al celibato dado que el permaneció célibe y a si en el mundo hay personas que tienen ese don ya sea en los matrimonios, vida de religiosos, sacerdotes, o la vida de soltería, esto nos lleva a una seguridad de vida tanto humana y espiritual y sobre todo la felicidad de cada una de las personas célibes pero cuando se tiene el don y la opción y el acercamiento y discernimiento de que es para mí porque hay muchas parejas que no son célibes porque muchas toman opciones a la rápida y no descubren la vocación que se tiene.
Es posible cuando las personas tienen una madurez interior y la fe y las estructuras del apoyo están en su lugar Somos solo humanos y hay un elemento de soledad. Muchos necesitamos eso es importante en nuestra vida, el celibato cristiano se entiende no de medo de la soltería, con o sin intención de casarse más tarde, sino la elección por motivos religiosos de ese estado, con la castidad como manera permanente de vida y felicidad. [6]«El canon 13 dice, como hemos sabido que la Iglesia de Roma estableció la norma de que los candidatos, antes de recibir la ordenación como diácono o presbítero, hagan una promesa pública de no tener más relaciones con sus esposas» para poder adecuarse a la opción y a la norma antigua de estricta observancia y disciplina eclesiástica, queremos que los matrimonios legítimos de hombres consagrados se continúen también en el futuro, sin disolver el vínculo que une a estos hombres con sus esposas, ni privándoles de las relaciones mutuas en los momentos oportunos.
El celibato cristiano es una forma de vivir la experiencia del celibato de Jesús a través de una vinculación no matrimonial ni ministerial a la comunidad cristiana y al conjunto de la humanidad. La experiencia de Jesús como hombre célibe, es un anticipo de una vida más allá de la realidad temporal, y Jesús mismo invita con su testimonio, con su forma particular de vida a sus seguidores a vivir como él. Una invitación que se vuelve un don, un regalo, que Jesús pone en las manos de aquellos que lo quieren seguir más radicalmente, desde acá podemos decir que Jesús, es el que toma la iniciativa, de dar a los hombres una capacidad humana y sobrenatural por el Reino de los Cielos.
Hablar del celibato como don de Jesús, para con el hombre que quiere seguir los principios del Reino de los cielos, es hablar necesariamente de una opción. Una opción, en la vida particular y concreta del hombre, acá hay que hablar de uno de los dones fundamentales de la vida del hombre, la libertad: este don da la capacidad de responder a lo que el hombre ha recibido, porque nadie puede responder al don sin una opción desde la libertad, para que sea una respuesta generosa, y sincera. La opción indica una forma de vida, un objetivo concreto que vaya acorde a lo que Jesús ha dado y en ese dar ha invitado, paraqué que haya una respuesta a una opción fundamental.
Hablando de don y opción, podemos explicarlos desde una realidad de binomios, son dos realidades diferentes, concretas, particulares, pero que en la vida vacacional van de la mano, son hermanas, deben de caminar juntas, paraqué haya una respuesta real, justa, y sincera. En la vida de hoy, debe de hacerse énfasis en esos puntos porque hay cada día más una debilidad, una fragilidad en la vida célibe. Tenemos que verlo como un don y como una opción de vida y dar testimonio constante, en las realidades concretas, en el mundo secular y en el mundo eclesial para que este testimonio sea creíble.
En relación a la madurez o inmadurez de la vida tanto los presbíteros o religiosos o ya sea la vida de soltero tiene que tener un descubrimiento de la vida que Dios nos ofrece y tomamos opciones a servir a Jesús como él ha sido célibe entonces para ello necesitamos tener un buen descubrimiento de la opción que hemos tomado a ser en nuestra vida y sobre todo el don que tenemos cada uno de los seres humanos.
«Muchos se
...