DESARROLLO HUMANO I: PERSONA EN TRASCENDENCIA
Enviado por Stella • 26 de Marzo de 2018 • 1.696 Palabras (7 Páginas) • 513 Visitas
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El muchacho reflexionó con dichas palabras, y tomo una decisión, el rey, le pidió sus ovejas, así que al día siguiente vendió sus ovejas y entrego lo convenido con el rey, mismo que le indico lo que debía hacer e inmediatamente partió rumbo a Egipto en busca de tal tesoro.
Al poco tiempo se encontraba en otro país, con gente desconocida y con un dialecto diferente, ahí le robaron su dinero de la venta de sus borregos, el muchacho lloró al preguntarse porque Dios era injusto, y retribuía de esa forma a las personas que creían en sus propios sueños, pero recordó las palabras del viejo, lo cual era lo único que le daba confianza. El pastor vagó sin rumo fijo hasta llegar a una tienda de cristales, y se dio cuenta de que el dueño hablaba la misma lengua que él, pidió de comer a cambio de trabajo, y así al poco tiempo se convirtió en un gran, y buen vendedor de cristales, el joven trabajó un año entero hasta que reunió suficiente dinero para regresar a España, para ese entonces su sueño iba perdiendo importancia.
Al año, abandonó su trabajo de vendedor, y cuando decide regresar, su duda se presenta nuevamente, si regresa volverá a ser pastor toda su vida, de lo cual se reprocharía todo el tiempo, al no cumplir su sueño; de pronto, en un momento decide continuar ya que se encontraba a medio camino, bastaba con cruzar el desierto y llegar a las pirámides donde el gran tesoro lo esperaba.
Santiago busco una caravana y al poco tiempo se encontraba en el desierto del Sahara, rumbo a Egipto, durante el trayecto conoció a un inglés que también iba en busca de un sueño, él buscaba a un Alquimista que tenia doscientos años de vida, y que era capaz de transformar cualquier metal en oro, después de algunos días llegaron a un oasis, por la guerra que se estaban dando entre los diferentes clanes que allí habitan, tuvieron que detener el viaje; en ese lugar conoció a otra joven llamada Fátima, y se enamoro de ella, Fátima lo comprendió, y le dijo que siguiera con su sueño, que cumpliera con su leyenda personal. Durante ese día se relacionó con los jefes del oasis, y en ocasiones estuvo a punto de morir por hablar sobre el alma del mundo, una tarde, él se encontró con el alquimista, y le dijo que lo estaba esperando para seguir apoyándolo, pero Santiago ya no quería saber nada de eso, si no quedarse en el oasis con Fátima, después de hablar, el alquimista logró convencerlo, el muchacho decidió volver con su sueño, y continuo con su viaje en compañía del caballero como guía, él le enseño muchas cosas sobre la alquimia mientras viajaban desafiando el peligro que se presentaba a cada momento. Faltando dos días para llegar a las pirámides, fueron hechos prisioneros por guerreros de una tribu, robándole todo su dinero nuevamente, esfuerzo de un año de trabajo. De esta manera se convierte en viento para salvar su vida utilizando los conocimientos del alquimista. El jefe de la tribu después de ver lo que el muchacho podía hacer, y quedar en asombro, decidió ponerlos en libertad, por la tarde de ese mismo día llegaron a un monasterio, y pidieron alojamiento a un monje, allí el alquimista convirtió el plomo en oro, y les dio como regalo una parte de dicho oro; después se despidió del muchacho y se marchó.
Santiago ya solo siguió su camino, mismo que recorrió por dos horas y media hasta que llegó a las tan mencionadas pirámides escuchando siempre la voz de su corazón; era noche de luna llena, y por la blancura del desierto observó las pirámides. El joven cayó de rodillas, y de pronto el llanto brotó. Agradecido con Dios por haber tenido fe en su leyenda personal, y por haber encontrado un rey, un mercader, un inglés, un alquimista, y una mujer del desierto que lo ayudaron, caminando un año, y meses para llegar a su tesoro.
Allí mismo vio una señal y comenzó a cavar toda la noche, ya después de mucho, y sin encontrar nada aún, se aproximaron unos guerreros, mismos que le quitaron el oro que le había dado el alquimista, y lo pusieron a cavar más, al no encontrar nada y con una molestia notable, empezaron a golpear al joven pastor, mismo que al sentir la muerte dijo: — ¡Estoy buscando un tesoro! Y comenzó a contar ese sueño repetido; el jefe de los guerreros lo escuchó, y le contó que él también tuvo un sueño repetido dos años atrás en el mismo lugar donde estaban cavando. Él soñó que se encontraba en España, en una iglesia en ruinas, donde crecía un árbol de sicomoro, el cual, en sus raíces contenía un tesoro, pero que decidió no darle importancia a sus sueños; después el jefe, y los guerreros se retiraron del lugar dejando al muchacho muy mal herido, levantándose poco a poco y como podía, pero con su corazón repleto de felicidad, en aquel momento comprendió el significado de ese sueño que tanto lo había atormentado… el joven pastor, ¡Había encontrado su tesoro!.
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