“Desafíos, tendencias e indicadores verdes”

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A través de los años y con el aumento en la producción, fue necesario talar bosques para tener suelo apto para el cultivo, hacer embalses de agua para regar, canalizar ríos, etc. La agricultura moderna ha multiplicado los impactos negativos sobre el ambiente. La destrucción y salinización del suelo, la contaminación por plaguicidas y fertilizantes, la deforestación o la pérdida de biodiversidad genética, son sólo algunos problemas que se ven actualmente. Todo esto, aunado a las ineficientes políticas que ayudan a disminuir este deterioro ambiental, hacen cada vez más incierto el futuro de los seres humanos y el planeta mismo.

México es un país con grandes riquezas naturales; sin embargo, hoy en día corren grave peligro si no se toman las decisiones adecuadas por parte de las autoridades correspondientes, pues la alta demanda de productos agrícolas para comercio externo hace que los productores utilicen técnicas inadecuadas que destruyen poco a apoco la tierra, el agua, el suelo, etc., con tal de lograr las cantidades requeridas. Al parecer, el gobierno no ve todos estos daños, pues, aunque a han realizado diversa políticas para atender estas problemáticas, la realidad es que poco se ha podido lograr.

Debido al impacto ambiental que se ha tenido para mantener a flote esta parte productiva se tiene la opción de la agricultura sostenible ya que la naturaleza no es para siempre y toda la riqueza con la que hoy se cuenta, el día de mañana podría desaparecer, si no se comienzan a tomar acciones para lograr un cambio significativo. De ello depende que las futuras generaciones tengan una adecuada calidad de vida, e incluso nosotros mismos podamos tener una vejez tranquila.

Ante el escaso beneficio social del crecimiento económico y el evidente deterioro ambiental, creció la necesidad de plantear la transición del modelo económico tradicional, el de la economía basada en el uso intensivo de los combustibles fósiles y el agotamiento y la degradación del capital natural, hacia otro que permitiera alcanzar el desarrollo sustentable.

El modelo alternativo, el de “crecimiento” o “economía verde”, cambia el enfoque para dar un sitio preponderante no sólo a la economía, sino también a las dimensiones social y ambiental. Su intención se ha enfocado en alentar el crecimiento económico con una mayor inclusión social y con una mejor calidad ambiental, reconociendo que el medio ambiente y el capital natural son piezas fundamentales para garantizar la sustentabilidad de la producción actual y la de las generaciones futuras (OECD, 2011 y UNEP, 2011a).

Es importante señalar que este nuevo modelo no pretende sustituir el concepto de desarrollo sustentable, sino que simplemente se plantea como un camino que conduce hacia él, con una visión y una agenda que permite alcanzar objetivos concretos y medibles.

México se ha planteado recientemente enverdecer su camino hacia el desarrollo sustentable a través de políticas públicas que, además de buscar el cuidado del medio ambiente, promuevan el aumento de la productividad y detonen el desarrollo económico, consiguiendo así una economía baja en carbono que además maneje adecuadamente sus recursos hídricos y detenga la pérdida de la biodiversidad. Todo lo anterior deberá contribuir, y no dejar de lado, el objetivo primordial de reducir los niveles de pobreza e incrementar el bienestar y la calidad de vida de todos los mexicanos.

Es claro que no existe un camino único para todos los países en su marcha hacia el desarrollo sustentable; las distintas rutas dependen, en esencia, de las condiciones y situaciones propias de cada país: del tipo y estado de las reservas de recursos, de las condiciones ambientales, la situación social y económica y de los arreglos políticos e institucionales existentes (OECD, 2011). Por lo anterior, cualquier conjunto de indicadores que pretenda monitorear el tránsito hacia una economía más verde deberá integrarse con base en las condiciones específicas del país para el cual se ha diseñado.

El Conjunto de Indicadores de Crecimiento Verde pretende ser un apoyo para medir el ritmo del tránsito que nuestro país se ha planteado hacia un desarrollo más verde. Aunque su construcción se ha inspirado en los marcos conceptuales y ha retomado un número importante de los indicadores presentes en las iniciativas de crecimiento y economía verdes propuestas por importantes organismos internacionales, ha sido adecuado y complementado para describir cabalmente las circunstancias nacionales. Claramente, la lista actual de indicadores no será definitiva; a ella deberán sumarse en el futuro nuevos indicadores una vez que se genere más y mejor información y permita seguir con mucho mayor detalle los fenómenos del metabolismo de nuestra sociedad que, por el momento, no son posibles de analizar. No obstante, constituye un muy buen inicio para seguir algunos de los objetivos generales que como país nos hemos impuesto para nuestro futuro inmediato.

Para concluir, cabe destacar que la palabra desarrollo se está perdiendo en el horizonte y, como tal, jamás se pudo observar un crecimiento justo y equitativo, sólo los grandes países. Esas grandes potencias son las que han logrado industrializarse, pues cuentan con los recursos y los avances tecnológicos necesarios para crecer y por ello han sido capaces de explotar no sólo sus recursos, sino también el de pequeños países para satisfacer sus necesidades y enriquecerse cada vez más.

Una de las desventajas que tiene un país como México es que tiene los recursos necesarios para ser un país desarrollado, pero, por las malas e ineficientes políticas que se han implementado, se ha quedado atrás, permitiendo que otros países se aprovechen de lo que tenemos. México es el tipo de país que, aun teniendo recursos, prefiere venderlos y después comprarlos más caros. Un claro ejemplo es el petróleo, siendo un país con grandes cantidades del famoso oro negro se le dio prioridad a su venta para después intentar abastecernos con el mismo producto a un precio más elevado y si esto resulta malo, el hecho de que el país se está quedando sin petróleo es otra cosa lamentable, cuestiones que parecen ilógicas pero desgraciadamente son ciertas.

Hay que prestar mayor atención a los temas ambientales

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