UNIDAD I: TENDENCIAS EDUCATIVAS ACTUALES

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Para hacer frente a las exigencias de un mundo en cambio rápido y constante, el enfoque educativo para enseñar competencias para la vida debe cumplir ciertas condiciones: primero un cambio en el paradigma en el papel de la educación, haciendo énfasis en su capacidad para desarrollar competencias y valores. También se debe caracterizar por ser relevante tanto para la vida futura de los estudiantes, como para sus necesidades presentes y, por último, dejar a un lado, el material tradicional y usar recursos didácticos ligados a la práctica y la interactividad, basados en la experiencia personal y en la experimentación.

Esto implica cambiar las técnicas de aprendizaje mecánico sustentado en la memorización, renovar los métodos de enseñanza y actualizar constantemente el trabajo de investigación de acuerdo a los avances de la ciencia y la tecnología.

Es importante educar a los estudiantes haciéndolos conscientes que su subjetividad depende de su relación con el nosotros de la sociedad y que ese nosotros depende de la autonomía de pensamiento y acción de cada uno. Por lo tanto, para que comprendan la realidad en la que viven, la práctica docente debe promover aprendizajes en las que se requiera un pensamiento obligatoriamente multidimensional, capaz de comprender la complejidad de lo real y construir conocimientos de la misma amplitud.

El pensamiento complejo consiste en reconocer los encierros disciplinarios y promover las rupturas entre ellos a fin de poder generar nuevos esquemas cognitivos e inventar algunas hipótesis y del nuevo esquema cognitivo permite articulaciones, organizativas o estructurales entre las disciplinas separadas y concebir la unidad de lo que estaba hasta entonces separado.

Es importante incluir este concepto en la práctica docente ya que así los niños asociarán los objetos de estudio a su entorno y a su observador, lo visualizarán como un sistema, adquirirán esta actitud y construirán una cultura de solidaridad, ya que entenderán que su autonomía se nutre de múltiples dependencias con sus semejantes.

Con el pensamiento complejo los estudiantes comprenderán las interacciones, las interferencias y los entrelazamientos entre los sistemas; es la relación, el tejido de las relaciones con el que visualizarán y concebirán los fenómenos. Además, les permitirá contextualizar y totalizar los saberes y aplicarlos para responder a los desafíos de la globalización y de la complejidad en la vida cotidiana social, nacional y mundial.

Promover el desarrollo del pensamiento complejo en los procesos de enseñanza y aprendizaje contribuirá a la formación de ciudadanos críticos, reflexivos y propositivos, capaces de aplicar todas las herramientas con las que cuenta en la toma de decisiones para el mejoramiento de su vida presente y del mundo en que se desenvolverá y enfrentará a futuro.

CONCLUSIÓN

Educar hoy en día, en una sociedad que se transforma y cambia de manera rápida y constante, representa un desafío mayor para el sistema educativo nacional, en la que se requiere la integración de todos los integrantes de la comunidad escolar en esta labor, el desarrollo de políticas públicas orientadas a elevar la calidad de la educación en la que todos tengan las mismas condiciones y acceso a la educación, esto favorecerá la formación de alumnos que dominen los rasgos del perfil de egreso. Para ello es fundamental y de gran relevancia reinventar el papel de la escuela con la finalidad de que sea capaz de formar estudiantes gestores de sus propios aprendizajes mediante el desarrollo de sus competencias y valores que requieren para vivir en contextos cambiantes, inciertos y saturados de información.

Al estar rodeados de tanta información, es necesario desarrollar además del pensamiento complejo, una actitud crítica y reflexiva, es decir, un pensamiento crítico que les permita valorar cualquier afirmación, creencia o fuente a fin de determinar una conclusión justificada y la formación de sus propios conceptos.

Se ha dejado a un lado la necesidad de que los alumnos apliquen sus competencias en las situaciones que se le presentan en su vida cotidiana, lo que implica que el currículo escolar se encamine como un apoyo para que los estudiantes tomen decisiones acertadas respecto a las situaciones que se les presentan, usen de manera crítica la información para que comprendan la realidad, se adapten al mundo cambiante y así construyan sus significados de acuerdo a sus criterios e intereses, por lo tanto, los aprendizajes que adquieran deberán ser relevantes para sus necesidades actuales y para el mejoramiento de su vida futura.

Esto implica la renovación de los métodos de enseñanza tradicionales por una pedagogía activa, lúdica y creativa que este de acuerdo con los intereses y las particularidades de los niños cambiando el aprendizaje mecánico por uno reflexivo en el que movilicen sus saberes; se requiere el cambio de actitud por parte de los docentes, que se actualicen constantemente y se preocupen por su autoformación.

Educar con base en competencias para la vida, significa dotar a los alumnos de estrategias en las que apliquen sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores para enfrentar y comprender sus problemas y el mundo inestable en el que viven; los procesos educativos tienen como fin lograr una sociedad del conocimiento caracterizada por ser justa, plural y democrática, en la que todos sus miembros sean ciudadanos autodidactas, capaces de apropiarse y construir su propia educación y, sus planes de vida de manera aceptable de acuerdo con su cultura específica.