Desarrollo social durante la adolecencia
Enviado por Ensa05 • 19 de Mayo de 2018 • 9.406 Palabras (38 Páginas) • 560 Visitas
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y satisfacen necesidades distintas. Los adolescentes prefieren a los compañeros de edad, para divertirse, compartir actividades y momentos de ocio. Eligen a los padres para pedir consejos acerca de su futuro profesional ( elección de una carrera o de una formación más técnica o profesional). 1.2. Influencias negativas del grupo de iguales: conformismo y pérdida de libertad La necesidad que sienten los adolescentes de ser admitidos en un grupo de compañeros puede acarrear actitudes conformistas, así como la pérdida de la libertad individual. El conformismo se refiere al intento del adolescente masculino o femenino para ajustarse a las prácticas y valores del grupo de compañeros. La mayoría de adolescentes son capaces de afrontar las presiones del grupo para pensar, actuar e incluso sentir de forma distinta del grupo. Sin embargo, una cantidad no despreciable de adolescentes admite, que se siente afectada por la presión de los compañeros. Se constata asimismo que la presión del grupo sobre sus miembros sigue un curso desigual durante la adolescencia. Suele iniciarse a los 12 años de edad, se incrementa hasta los 14-15 años, y a partir de esa edad va disminuyendo hasta los 18 años. También se ha observado que las chicas y los chicos reaccionan de forma diferentes frente a las presiones del grupo. Por lo general, las chicas están más preocupadas que los chicos por pertenecer a un grupo de adolescentes, están más dispuestas a adaptarse a las expectativas del grupo, y, a la vez más predispuestas a declarar que se sienten más afectadas por la presión del grupo. Los chicos, en cambio, reconocen con más frecuencia que las chicas que las interacciones con el grupo son positivas, y, se muestran críticos con las interacciones negativas cuando se producen (Kimmel y Weiner, 1998). En algunos casos, el grupo de iguales puede ejercer una presión tan fuerte sobre sus individuos que acabe coartando su libertad. Esa circunstancia puede darse en determinados grupos de distinta índole ( sectas religiosas, círculos delictivos o grupos que usan drogas para someter a los adolescentes) que exigen la identificación total de sus miembros con los intereses del grupo. Ese extremo dificulta el desarrollo normal de los adolescentes como individuos y puede llegar a representar un peligro real para los mismos. 1.3.La evolución de los grupos de compañeros en la adolescencia En un trabajo ya clásico Dunphy ( 1963) describió la evolución del grupo de iguales durante la adolescencia y su papel en la adquisición de conductas en relación con los compañeros del sexo opuesto. Según este autor hay cinco estadios en los grupos de iguales El primer estadio está integrado por grupos unisexuales, los grupos de chicos y chicas actúan independientemente. Corresponde a la adolescencia temprana En el segundo estadio se producen algunos contactos entre el grupo de chicas y chicos. Hay interacción entre los grupos unisexuales. Es el inicio de la pandilla. La iniciativa parte de los chicos o de las chicas que ocupan un lugar destacado en el grupo de referencia. Los grupos unisexuales conservan todavía su estructura, y su valor de refugio como grupo de pertenencia y dan apoyo a la identidad personal. En el tercer estadio se mezclan los dos grupos de chicos y chicas. Las actividades heterosexuales se convierten en la norma. En el cuarto estadio se produce la agregación de diversas pandillas de ambos sexos, que se disuelven, convirtiéndose en una pandilla, que permite que los adolescentes se afirmen en un grupo integrado por chicos y chicas que es más amplio y prefigura ya el de la edad adulta. En el quinto estadio, que coincide con el fin de la adolescencia, estos grupos amplios se disgregan para convertirse en agrupaciones que adoptan el formato de la primera infancia, la camarilla, pero con unos contornos más desdibujados y una organización que se basa en las parejas integradas por adolescentes de ambos sexos. A pesar de la constitución de grupos integrados por chicos y chicas, se mantienen ciertas formas de segregación sexual que sirven de apoyo a la identidad de género, a la vez que permiten una familiarización con los iguales del sexo opuesto. Las interacciones entre adolescentes de distinto género se desarrollan, por otro lado, en el marco de los grupos de ocio formales como es la práctica deportiva o la música. En ese entorno es posible la proximidad interpersonal sin que ello signifique, forzosamente, un compromiso emocional como ocurre en una relación a dos. 1.4.Las relaciones de amistad en la adolescencia y las diferencias de género ¿Cómo conciben los adolescentes la amistad? ¿Qué esperan los adolescentes de sus amigos? ¿Son distintas las expectativas en función del sexo del adolescente? La opinión que tienen los adolescentes masculinos o femeninos de qué es amigo o qué es lo que esperan de sus amigos, se conoce gracias a la información obtenida mediante cuestionarios o las redacciones producidas por adolescentes. En la adolescencia se producen tres tipos de cambios: físicos, sociales y cognoscitivos que hacen que la intimidad constituya uno de los conceptos básicos del mundo afectivo de los adolescentes. Los cambios físicos, relacionados con la pubertad y los impulsos sexuales llevan al adolescente a buscar y establecer relaciones íntimas con alguien. El desarrollo cognoscitivo permite mantener relaciones más maduras y desarrollar la empatía. Y los cambios sociales permiten una mayor libertad y capacidad para mantener relaciones más autónomas e independientes con el grupo de compañeros de edad. Las diferencias a nivel evolutivo se plasman en las definiciones de los adolescentes sobre la amistad. A partir de los 10-11 años los chicos y las chicas empiezan a mencionar la intimidad, la autenticidad, la lealtad, el compromiso, la confianza, compartir sentimientos e ideas, como elementos clave en la relación entre amigos. Sin embargo, los chicos y las chicas no dan la misma importancia a la intimidad en la relación de amistad. A partir de los 10 años las niñas suelen referirse, más a menudo, a las confidencias entre amigas que los chicos y pasan más tiempo hablando con sus amigas. Dentro del apartado confidencias incluyen, hablar de sus problemas, sentirse comprendidas, intentar ponerse de acuerdo si se produce un malentendido, junto con el deseo de realizar actividades en común. Esa tendencia se acentúa entre los 11 y los 13 años. Las chicas, así pues, cuando hablan de la amistad ponen el acento en compartir secretos, sentimientos, emociones y problemas con la persona amiga desde los inicios de la adolescencia. Los chicos, en cambio, suelen poner el acento en las actividades compartidas como un elemento clave para reforzar la intimidad, y, por otro lado, eluden hablar de problemas personales en las conversaciones con sus amigos. Junto con la intimidad aparece otro elemento importante en el concepto
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