Desarrollo sostenible y políticas (socio)económicas alternativas
Enviado por Antonio • 4 de Abril de 2018 • 2.772 Palabras (12 Páginas) • 423 Visitas
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El acceso a servicios básicos, como el agua potable, proporciona posibilidades de mejora en la salud humana y emprendedurismo local, mediante establecimiento de microempresas.
A pesar de sus beneficios, el desarrollo sostenible no puede iniciarse bajo condiciones estructurales inestables, puesto que en países con una tasa de natalidad elevada, se observa la reproducción de ciclos de pobreza sostenidos e intergeneracionales, por lo que resulta necesario para su implementación, que existan medidas que limiten el crecimiento poblacional, con el fin de asegurar un consumo familiar sustentable, (lo que ha sido muy criticado por las sociedades más conservadoras y las iglesias), que haya una base orientada al proceso tecnológico implícito, que permitiera aumentar la eficiencia del sistema económico actual y futuro y, en última instancia, que conste una cultura ambiental de conservación y protección de la riqueza natural, considerando las tasas de regeneración de los recursos y el uso de posibles sustitutos (sobre todo para aquellos que son no renovables) para la actividad humana.
El uso de etanol como combustible alternativo, les ha permitido a los habitantes del Brasil, una menor dependencia de las importaciones de los derivados del petróleo, mejorando su balanza comercial.
Considerando lo anterior, los aspectos de carácter social, lejos de enfocarse solamente en la mejora de la productividad laboral, la orientación agrícola, la diversificación de los productos exportables y los procesos de Investigación, desarrollo e Innovación (I+D+I), deben orientarse al apoyo a las actividades de comercio artesanal e informal, a la implementación de métodos profilácticos en salud humana y animal, al cambio en los usos de la energía, desde sus formas más tradicionales hasta aquellas alternativas, a los cambios idiosincráticos en el uso de las remesas recibidas por los familiares de las diásporas, la dependencia de los fondos externos para el desarrollo de la actividad gubernamental y a la mejora real (y comprobable) en el nivel de vida de la población, especialmente, aquella que conforma los grupos en riesgo o vulnerabilidad social.
El comercio artesanal y de servicios turísticos generados en la Mancomunidad de Colosuca y la zona de Valle de Ángeles, permite un mejoramiento en los niveles de vida de los habitantes, bajo actividades propias a sus costumbres, lo que genera una mayor identidad nacional.
Sin embargo, se ha comprobado, de forma empírica, académica y dentro de la esfera cotidiana, que la propuesta de desarrollo sostenible, si bien de manera teórica boga por la inclusión de los diversos grupos, en su aspecto real y observable, propone cambios casi totales de las culturas y las formaciones sociales, desde una perspectiva etno-céntrica de las naciones que construyen los ejes hegemónicos, más conocidos como Países Desarrollados (PD). Es por ello, que a pesar de las múltiples acciones y programas basadas en la conceptualización antes descrita, es posible observar que la pobreza, en lugar de disminuir, aumenta, lo mismo que los problemas de inseguridad, explotación laboral, opresión a la libre expresión, deterioro social provocado por actividades delictivas e irrespeto creciente por el medioambiente, en aras de la obtención de la “modernidad” colectiva.
No es posible seguir una receta o patrón único para lograr el tan ansiado crecimiento económico, puesto que cada región presenta sus propios problemas y las organizaciones sociales (tradicionales y modernas) que se han generado para resolverlos. Tampoco se puede afirmar que la evolución tecnológica y la globalización son, por sí mismas, males que deben ser satanizados, pero en gran medida, han provocado efectos nocivos hacia grupos de personas (generalmente, los más pobres) y el ambiente en general. No todas las naciones darán “el salto” hacia el desarrollo con propuestas de industrialización, tecnificación, alta productividad y los llamados valores culturales de la era moderna, ya que algunas estrategias, ya han fallado, en el caso de América Latina y el Caribe (ALC), simplemente por haber obviado la estructura histórica, antropológica, geográfica y socio-económica de la región.
Los resultados del desarrollo sostenible, se han medido, casi de forma exclusiva, bajo la vía económica, sin considerar que los costos provocados, traen como consecuencia, enfermedades derivadas del uso incorrecto de pesticidas, plaguicidas, y aumento de la delincuencia juvenil, por desapego a los valores culturales propios de cada país.
Por lo que se puede deducir, la sociedad debe buscar una nueva propuesta de acción, que responda a las necesidades y culturas propias, sin comprometer el futuro de las nuevas generaciones con deudas externas impagables o erosión del medio ambiente. Para ello, y bajo la evidencia de las acciones verificables en diversas naciones, es posible observar que la deconstrucción del llamado desarrollo sostenible, aun cuando pareciese utópica, es un proceso que está fortaleciéndose, debido a la acción colectiva de los diferentes movimientos sociales, con mayor representación de los diferentes actores y grupos populares, que reclaman el derecho de voz y voto, ante las gestiones públicas o privadas.
La movilización de los vecinos de la zona donde se pretendía construir una mega cárcel en Comayagua y las acciones conjuntas con la municipalidad, impidieron que la obra se llevara a cabo, en aras de mantener la seguridad de la población y de su cercanía con el Centro Regional Universitario del Centro (CRUC), lo que indica el poder participativo y organizado de las fuerzas vivas. Para ver un artículo sobre este suceso haga clic Aquí.
Otra demostración es lo que se conoce como la conformación de las culturas híbridas, que se generan en el proceso de choque o encuentro de las formas tradicionales y locales de vida, con las costumbres globales o “transnacionales”, que representan una fortaleza dinámica de transformación, con poder social y referentes propios, más alejados de la ganancia capitalista, el consumismo y la competencia de mercado, que marcan los PD. Dichas culturas, presentan una consciencia del sufrimiento ajeno, que tradicionalmente, se ha considerado como un daño colateral del desarrollo y que no han sido parte de las agendas de las regiones avanzadas, en sus procesos de representación y conquista geopolítica. Es por ello, que en ALC, se observa una reivindicación de los movimientos de base y pluralistas, el conocimiento de las localidades, la construcción de nuevas identidades y el poder “del pueblo” para guiar su camino hacia la mejora en la calidad de vida, lo que desafía los paradigmas actuales de privilegio de hallazgos académicos y
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