Doctrinas políticas a lo largo de la historia
Enviado por Albert • 28 de Febrero de 2018 • 11.650 Palabras (47 Páginas) • 410 Visitas
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Thomas Paine en Los derechos del hombre 1971, dice “el gobierno republicano es el gobierno establecido y dirigido en interés del pueblo, individual y colectivamente”; la democracia es la forma de gobierno natural para una república. Paine creía que la democracia representativa era el mejor sistema para el republicanismo; los republicanos desconfiaban de la democracia directa o pura, que consideraban que era la ley de la calle y propensa a la anarquía. Para proteger al cuidado honrado de la tiranía de las masas, los arquitectos de la constitución de Estados Unidos separaron los poderes e incorporaron mecanismos de control. La soberanía se repartiría entre diversos organismos, y ninguno de ellos disfrutaba de poder absoluto.
“El republicano es el único sistema de gobierno que no está eternamente en guerra, secreta o abierta con los derechos de la humanidad.” Thomas Jefferson (1790).
Dentro de la república nace la virtud cívica, noción creada desde Cicerón, Tucides, Aristóteles hasta Maquiavelo, permanece en el republicanismo moderno desde Milton Rousseau y los padres de la constitución norteamericana hasta hoy. Acepta aristotélicamente que es menester confiar en el ciudadano medio, trabajador y honrado, que hace posible la ciudad y la práctica política. Contempla y potencia los principios liberales mediante la participación ciudadana efectiva.
Capitalismo
Luego de la caída de economías del Estado de bloque soviético en 1989, emergió el triunfo de la democracia liberal y la organización económico y social del sistema capitalista, perfilándose en la crisis de las instituciones financieras en siglo XIX.
El capitalismo es un medio de producción y una ideología; es una forma de organizar la actividad económica. Este sistema usa la riqueza privada para generar ingresos. Los que se necesita para fabricar bienes, -los medios de producción-, el capital para procurarse tierra, materiales, herramienta, ideas y manos de obra, es propiedad de individuos (capitalistas) usan medios para crear cosas que pueden venderse con un beneficio; la riqueza generada se acumula y se reinserta para sostener negocio. El capitalismo necesita un marco legal, que garantice el cumplimiento de contratos y un mercado libre o abierto. Las decisiones sobre la producción y distribución corresponden al mercado y no al gobierno.
Para Marx el capitalismo surge en el conflicto de clases entre la burguesía (clase capitalista) propietaria privada de los medios de producción y el proletariado (clase obrera) que su trabajo es explotado con salarios injustos y generar beneficio para sus opresores. La acumulación de riqueza conduce según Marx a la concentración de poder no solo económico sino social y político, en manos de la clase capitalista; situación que solo puede acabar mediante la revolución.
Adam Smith y el libre mercado
Lo que impulsó el capitalismo -el libre mercado- fue analizado por el economista Adam Smith. Cuando escribió La riqueza de las naciones (1976), había condiciones para el florecimiento del capitalismo de libre mercado. El comercio interior y exterior dio lugar a un espíritu empresarial y a comerciantes que dieron a Gran Bretaña riqueza para las fabricas de la revolución industrial. Un obstáculo para la transformación económica y objetivo principal de la obra de Smith es la abundancia de monopolios y los controles de precios todavía impuestos por el Estado.
Smith dijo que, en un mercado con iniciativa, competencia, motivación de ganancia personal, dinámica de oferta y demanda, garantiza que los productores generen bienes y servicios, que consumidores quieran comprar a precio un beneficio. Smith tenía al mercado libre como el mecanismo más eficaz para coordinar la actividad económica, que el Estado jugaba otro papel y si algunas necesidades de la sociedad como transporte y educación las dan mejor el Estado o la iniciativa privada, es tema de debate.
Marx escribió: “En cien años de dominio, la burguesía había creado fuerzas productivas más masivas y colosales que todas las generaciones precedentes juntas”. El impulso del beneficio que estimula a los emprendedores a acumular riqueza les anima a expandir sus negocios y eso permite una división del trabajo cada vez más marcada.
Los defensores del capitalismo aseguran que es moralmente aceptable y recurren a Adam Smith “la mano invisible del mercado” guía a los individuos para actuar en su propio interés y fomentar un bien colectivo y mayor; de igual forma que la prosperidad de los que están en el cumbre se filtren a niveles inferiores propagando la riqueza.
Friedrich Engels, señalaba el sufrimiento de los obreros por el capitalismo industrial, pues trabajaban arduamente; Marx dice que la explotación es la esencia del capitalismo. “El vicio inherente al capitalismo es el reparto desigual de los beneficios”, Winston Churchill 1954; la riqueza creada por el capitalismo nunca será compartida entre trabajador y patrón. De la teoría de la filtración, fue dicha por el economista J.K Galbraith como “economía del caballo y el gorrión: si le das bastante avena al caballo, una parte acabará sirviendo para alimentar a los gorriones”.
“Los defensores del capitalismo tienden a apelar a los sagrados principios de la libertad que se encarnan en una sola máxima: los afortunados no deben verse limitados en el ejercicio de la tiranía sobre los desafortunados. Bertrand Russell”, 1928.
El capitalismo de libre mercado libertario pide que el Estado se mantenga al margen: el sistema se regula y funciona solo, y cualquier regulación socava su eficacia. Un crítico de tal concepción fue Maynard Keynes, criticó el capitalismo internacional decadente e individualista que imperó después de la primera guerra mundial; apunto: “no es inteligente, no es hermoso, no es justo, no es virtuoso y no cumple”. Las opiniones a favor del intervencionismo de Keynes se corroboraron por la Gran Depresión de los años 30; y su consejo fue que el gasto publico debería usarse para estimular la demanda en la economía y así se aumentaba el empleo y se superaban la recesión.
Pero en 1970 el Keynesianismo se estancó y la ortodoxia económica imperante fue el monetarismo, doctrina del economista Milton Friedman, afirmó la perfección del mercado libre; los monetarias dicen que el papel del Estado debe limitarse a controlar el flujo del dinero para reducir la inflación y eliminar monopolios, aranceles y trabas del mercado. La era de la desregulación, la privatización y el Estado mínimo (minarquismo), de los neoliberales, en especial Donald Reagan y Margaret Thatcher
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