EL CONSUMISMO.
Enviado por karlo • 19 de Febrero de 2018 • 3.036 Palabras (13 Páginas) • 393 Visitas
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Debemos ser conscientes que los empresarios son el impulso y el corazón que mueven a los países capitalistas, que brindan la oportunidad y el desarrollo en las familias, pero ¿a qué costos nos benefician? Como demarcamos en la anterior cita del blog Bitácora[3]2, el empleado común debe someter su sueldo a las exigencias que hace el mercado como los es hoy en día, el pago de su canasta familiar, la cancelación de sus impuestos, su vestuario y claro en esta era que depende de la inteligencia artificial también debemos incluir con un gasto de más “la tecnología”, un gasto más en nuestra pirámide de necesidades.
Lamentablemente nuestro sueldo va dirigido a este tipo de ofertas que nos puede ofrecer el mercado, pero ¿Por qué? ¿A caso no podemos vivir de la vida simple sin excesos y excentricidades? Es obvio que no y esta presunción en la sociedad es cada vez más grave, pues desde épocas remotas, la apariencia y estatus en la clase social siempre ha sido un emblema de distinción y respeto, sino tienes ninguna de estas, podrás considerarte un perdedor, y a nadie le gusta que lo vean como uno.
Los pensadores marxistas opinan que: es el trabajo el que valoriza a la mercancía porque la convierte en objeto que adquiere valor y, a partir de ahí, entra en la circulación del consumo[4]2. Según lo que puedo interpretar el obrero es la persona quien da el valor del producto final pues su esfuerzo, mental y físico son los que realmente logran que la pieza tenga un valor económico, pero lamentablemente la devolución por este intercambio de servicios no es muy bien remunerada, pues incontables empresas dirigidas por grandes empresarios que recrean la antigua roma donde ejecutaban a látigo sus súbditos creen que su poder e ingenio en los negocios son la fuente de argumentación más influyente que todo lo demás. La consecución que denota por consiguiente de toda esta actividad es que el dinero bien ganado por parte de los trabajadores es devuelto a las grandes empresas. ¿De qué manera? Pues como lo comentábamos anteriormente, pagando toda una cadena de necesidades que se han adquirido a medida que el hombre se ha vuelto independiente de todas estas.
Es triste ver como a partir de saciar la necesidad de la clase mundial, nuestra sociedad se va degenerando cada vez más, cuando hablamos de la clase social media baja, hablamos de una sociedad promedio, y siendo sincera puedo incluirme en este grupo, pues son la fuerza trabajadora que supera en 60% del país, que está en las listas de encuestas donde el promedio de vida es cómodo pero sin lujos, donde se puede viajar en bus pero no en avión, donde el dinero es utilizado para pagar las deudas con bancos, empresas públicas e incluso seguir dando vida a el consumismo, pero ¿esto afecta mi vida realmente? ¿Acaso viviré toda mi vida para estar en esta posición donde trabajo y compro bienes y servicios para mi comodidad? La respuesta es que parece ser que sí, el hombre ha nacido para trabajar, sustentar y tratar de morir lo más dignamente posible. Claro hasta que algún conferencista de actitud positiva diga lo contrario. La realidad es otra y parece que el mercado influye mucho en nuestras vidas, definen nuestra manera de ser y de comportarnos, pero como no ser dominados si los mismos medios de comunicación son la manera en que hipnotizan nuestro cerebros, e inflan el ego de los consumidores, tal es el punto que los menores explotan a sus padres para que no lleguen a sus colegios como los perdedores de la clase y posteriormente no genere traumas en su futuro.
Existe una ideología de un sociólogo llamado Alain Touraine el cual me llama la atención de manera preocupante y es la siguiente: “la escuela se enfrenta a muchos retos y está muy cuestionada. En primer lugar, los profesores tienen la sensación de estar superados por los medios de comunicación y, sobre todo, por la televisión. En segundo lugar, hay personas que consideran que la escuela solo tiene que preparar para la vida laboral, pero la educación no puede reducir al individuo a sus funciones sociales; además, el futuro laboral es poco previsible y es más importante que la escuela enseñe a los alumnos a realizarse y a prepararse para los cambios[5]3”.
Citando la anterior opinión, y como lo mencionaba arriba, es muy preocupante esta deducción, ya que en el siglo que vivimos hoy en día, las escuelas van perdiendo la objetividad de su misión, la cual debería ser educar los niños con los valores que necesita la sociedad, y así poder formar adultos con responsabilidad en la humanidad y el medio ambiente, y lo que dice nuestro sociólogo francés es cierto, los medios de comunicación se están comiendo el interés, la cultura, e incluso están educando con programas y mercadotecnia consumista, forjando así, adultos con mentes cerradas y enfocadas a las compras, según el promedio de lectura al año en Colombia es de 1.5, es decir no hay una adicción de lectura, pero es que ni siquiera llegamos a ser un país de consumismo literario, a pesar de que tuvimos un colombiano ganador del premio nobel de literatura, esto no basta para fomentar esta adicción que más que droga es un estado de inteligencia superior. Personalmente tengo una gran admiración por José Mujica Cordano “Presidente constitucional de Uruguay” y encontré alguna vez esta frase y creo que es importante hacerla notar en este ensayo “Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación, tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos”[6]4. No creo que haya alguna opinión que vaya en contra de estas lógica, analizo y medito que el consumismo es la falta de educación que todo ser humano debería poseer, a que me refiero, la oferta sin control es producto gracias a una demanda que no limita sus necesidades, simplemente compra por deseo, gula y saborear el poder de estar por encima de los demás.
Y es este punto donde entran los pobres, clase social que todo el mundo rechaza e ignora, pues sus falencias por participar en el mundo de intercambio económico hace que su estilo de vida sea precaria, llena de luchas diarias por la subsistencia en medio de la mugre, la basura y la solidaridad de los que donan una parte de sus bienes, el punto es que para ellos no existen lujos, tampoco la oportunidad de mantener un gusto en especial de lo que pueda ofrecer el mercado de bienes y servicios, deben vivir con limitaciones, desde el agua hasta la manera como visten, incluso sin exagerar deben encontrar como sobrevivir a partir de las grandes montañas de basura que se generan a partir de la falta de conciencia que la misma industria nos ofrece, esto y mucho más es lo que me hace reflexionar hacia qué lado, posición o estatus de la pirámide
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