EL ESTADO IDEAL Thomas Moro
Enviado por Rimma • 12 de Junio de 2018 • 1.734 Palabras (7 Páginas) • 347 Visitas
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Los Utópicos, eran muy previsibles, respecto al tema de las sucesiones, todo estaba reglamentado prevaleciendo el interés público, sobre las casas, de tal modo que es sumamente difícil las nuevas construcciones, no solo porque subsanan averías que se producen el ellas, sino porque todos los peligros están prevenidos, esta capacidad de previsión les permite conservar las casas por mucho tiempo, y los que se dedicaban a la construcción tenían poco trabajo.
Los Utópicos, se caracterizaban por ser una población muy austera, gastaban poco en vestirse, el color natural de la tela era idéntico en todo el país, de tal forma que solamente tienen suficiente con menos palmos de lana, que en cualquier otro país, además resultan más económicos, todos se contentaban con tener un solo vestido de paño que duraba generalmente dos años, lo interesante era que les protegiera del frio, no que fuera fino, o más elegantes.
Su filosofía austera parte de un principio que prevalecía en las instituciones Utópicas cuya reflexión parte de algo como: ¿A quién se le ocurrirá desear cosas vanas si está seguro de que no le va a faltar nada? El miedo a las privaciones es el motivo que hace egoístas y avaros a todos los seres vivos y en el hombre crea orgullo, pues le hace jactarse de la exhibición de cosas vanas para distinguirse de los demás, vicios que las instituciones de Utopía, no toleran.
Tenían absoluto control sobre la natalidad, para que la población no aumentara en exceso ni se redujera, procuraban de que las familias no tuvieran menos de diez hijos púberes ni rebasara los dieciséis.
Los que no quieren acatar las leyes, son desterrados y sus posesiones son adjudicadas a otros nativos.
Los más ancianos son los que gobiernan a las familias, las mujeres se encargaban de atender a sus esposos, los hijos a sus padres, y los jóvenes a los mayores. El producto de trabajo de cada familia era entregado en almacenes especiales, en donde se seleccionaba y repartían según las especies, de allí, cada padre de familia, iba a buscar lo que precisaba para él y su familia, recoge lo que quiere sin dar dinero, ni otra cosa a cambio.
Eran sumamente piadosos, rechazaban que sus ciudadanos se habituaran a matar seres vivientes, pues era una acción que iba eliminando el sentimiento de piedad, indispensable para el hombre.
Los utópicos, eran sumamente solidarios, prestaban especial atención a sus enfermos, los cuidan en hospital público.
En Utopía, no existe la propiedad privada, todo es de todos, las clases son colectivas, esto es, no hay diferencia de clases y el rey tan solo lleva por señal distintiva un puñado de espigas.
Los Utópicos, no hacían esclavos ni a los cautivos de guerra, quienes eran esclavo era porque eran sentenciados a pena de muerte por otros países, o cometieran un delito repugnante, además de que los naturales del país eran tratados, duramente pues los Utópicos, merecen un castigo que sirva de ejemplo, pues, habiendo sido encaminados hacia la virtud, no deberían cometer ningún delito. Los esclavos eran obligados a trabajar duramente, pues su trabajo era considerado más provechoso para el Estado.
Existía un profundo respeto a la condición humana, evidenciado en el rechazo hacia quienes se burlaban de los lisiados y deformes, pues este último, no era el culpable de su deformidad.
Se promovía en todo momento la Ciudadanía, colocando a los personajes insignes en plazas públicas, alentando así a las buenas acciones y el noble comportamiento de los antepasados.
El matrimonio en Utopía era, monógamo e indisoluble, menos en los casos de adulterio, o de inmoralidad manifiesta, así el senado permitía al conyugue ofendido casarse, y el culpable era despreciado y condenado al celibato. Los Utópicos eran muy severos en la elección de sus conyugues, la mujer era expuesta ante su futuro esposo desnuda, así lo mismo con el varón, pues, podría suceder que bajo aquellos vestidos se escondiese una deformidad repugnante que enfureciera al marido cuando ya no hubiera remedio.
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