EL MEDIO INTERNO
Enviado por Antonio • 13 de Abril de 2018 • 1.500 Palabras (6 Páginas) • 400 Visitas
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Cuando un vaso sanguíneo se lesiona por un traumatismo mecánico de cualquier tipo, un proceso denominado hemostasia impide la pérdida excesiva de sangre a través de la herida. La hemostasia incluye diversos mecanismos: vasoconstricción, agregación plaquetaria y coagulación sanguínea (formación de un coágulo). Más tarde, la reparación del vaso sanguíneo y la retracción y disolución del coágulo completan el proceso de curación.
Vasoconstricción
Cuando se lesiona el endotelio vascular, se produce una respuesta contráctil localizada por parte del músculo liso que provoca la constricción o disminución de la luz del vaso. En las arteriolas y las arterias de pequeño diámetro el cierre puede ser prácticamente completo. Sin embargo, la duración de esta respuesta es breve, y para prevenir una pérdida considerable de sangre, se inician mecanismos hemostáticos adicionales.
Agregación plaquetaria
Unos segundos después de producirse una lesión vascular, las plaquetas empiezan a acumularse y a adherirse en el lugar de la lesión. Este proceso se autopotencia a medida que las plaquetas secretan determinadas sustancias que desencadenan un cambio en las características de su superficie, de manera que se adhieren a la superficie de los vasos lesionados y entre sí. El proceso induce la formación de un tapón plaquetario que puede ser suficiente para reducir el flujo sanguíneo en heridas menores.
Coagulación sanguínea
La coagulación (del latín coagulare, cuajar) es una modificación del estado físico de la sangre que pasa de un estado líquido a un estado de gel. Esta transformación es debida al fibrinógeno (soluble) que se transforma en fibrina (insoluble). Ésta refuerza el trombo plaquetario formado al producirse la lesión vascular, con lo que consigue interrumpir de forma definitiva la hemorragia.
La coagulación es un proceso complejo que incluye la activación secuencial de una serie de factores que normalmente están presentes en la sangre de forma inactiva. Se produce una cascada de reacciones por medio de la cual un factor activado activa a otro de acuerdo con el esquema siguiente:
Factor de coagulación activado
↓
Factor de coagulación inactivo → Factor de coagulación activo
En el hígado se sintetizan numerosos factores de coagulación y su producción depende de la vitamina K.
Existen dos vías que pueden dar lugar a la formación del coágulo de fibrina: la vía intrínseca y la vía extrínseca. Las dos son necesarias para que la hemostasia sea normal.
Ambos sistemas de coagulación se activan cuando la sangre se extravasa del sistema vascular. El sistema intrínseco (que es el más lento) se activa a medida que la sangre entra en contacto con la pared del vaso lesionado, mientras que el sistema extrínseco se activa cuando la sangre se expone a los productos del tejido lesionado, específicamente al factor tisular o tromboplastina. Ambas vías terminan por originar el factor X activado. Los siguientes pasos de la coagulación son comunes a ambas vías e incluyen la conversión enzimática de la protrombina inactiva en trombina. Ésta inicia la polimerización del fibrinógeno en filamentos de fibrina, dentro de los cuales quedan atrapados el plasma y las células sanguíneas formando un coágulo.
La linfa
Es un líquido blanquecino, de aspecto lechoso, formado por plasma sanguíneo y glóbulos blancos. La linfa circula por el interior de los vasos linfáticos. El conjunto de vasos linfáticos constituye el sistema linfático. Los vasos son de diferente grosor. Los más finos se asemejan a los capilares sanguíneos, pero los capilares linfáticos comienzan ciegamente en los tejidos y no forman parte de un circuito continuo. El fluido intersticial (procedente de los capilares sanguíneos) se infiltra en los capilares linfáticos, desde los cuales viaja a conductos cada vez mayores que terminan por vaciarse en las dos venas subclavias.
La linfa se mueve por contracciones de los músculos del cuerpo, además, en el interior de los vasos, hay válvulas que evitan el reflujo de la linfa. Cuando los vasos atraviesan los ganglios linfáticos, la linfa se enriquece en linfocitos y es limpiada de partículas extrañas y restos celulares.
La circulación linfática: a) es esencial para mantener el equilibrio entre los líquidos intravascular e intersticial, previniendo la aparición de edemas. b) Representa la única vía por la que las proteínas regresan a la circulación sistémica, manteniendo la presión coloidosmótica del líquido intersticial en el rango de valores fisiológicos. c) Mantiene la circulación de linfocitos e inmunoglobulinas a través del espacio intersticial y facilita la extracción de materiales o microorganismos extraños del líquido intersticial. d) Facilita también el aclaramiento de lípidos desde el tracto digestivo.
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