ENSAYO: RECOMENDACIONES DE POLÍTICA PÚBLICA

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Cuando hablo de dinero, recuerdo algo con lo que estoy totalmente en desacuerdo , ya que según lo que dice el documento RECOMENDACIONES DE POLÍTICA PÚBLICA: fortalecer las capacidades técnicas y financieras de las entidades del orden nacional y territorial encargadas de implementar la Política Nacional de Atención, Asistencia y Reparación Integral a las Víctimas es una recomendación… Una vaga recomendación (diría yo), aunque todo esto son recomendaciones, ahí dice, claramente, “se recomienda”, cosa absurda, puesto que tal vez para los funcionarios públicos y para el Gobierno Nacional el recomendar signifique una orden para cumplir, pero para mí no lo es, es que simplemente no hay una palabra concreta que obligue a cumplir si se recomienda en vez de que se adjudique la obligación o el deber, alguna cosa de estas, las cuales son más comprometedoras, puesto que si la responsabilidad no existe y es tan solo efímera, no sirvió de nada escribir, sino no se aplica la ley, o sea, sería una pérdida de tiempo redactar 10 o más hojas, cuando solo se quedará en eso, en la redacción, como sucede, por ejemplo en el municipio Carmen del Darién, Chocó, Colombia, donde la violencia en la comunidad por parte de grupos al margen de la ley comenzó aproximadamente en el año 97, por lo que sus habitantes fueron desterrados y masacrados, en un contexto donde dos opciones eran aceptadas, correr o huir de sus tierras para salvar sus vidas de las FARC específicamente, para que, posteriormente, tras diversos enfrentamientos fueron desterrados de su dominio por la AUC, de los cuales se dice que vendieron terrenos a empresarios, a empresarios vivos, ambiciosos , corruptos, sin escrúpulos, que no les importó aprovecharse de la oportunidad para montar sus negocios, como lo fue el de montar cultivos de palma africana y, por tanto, siendo un territorio tan rico en recursos, se produjo entonces el desencadenamiento de intereses de estas personas para realizar negocios cochinos o no, ilícitos o no, sin repudios o no, pero al fin y al cabo negocios en beneficio de su egoísmo y ambición, que denotan el despojo armado y jurídico vigente en Colombia, es decir, el despojo por parte de los corruptos y grupos armados que realmente no están tan al margen de la ley, puesto que sus amigos los corruptos o a quienes amenazan les ayudan y eso se convierte en un ciclo vicioso. Sin embargo, no se puede decir que esto ocurrió hace ya algunos años y que, por tanto ya existe paz y garantía de seguridad en esta comunidad, definitivamente no, puesto que al ser este territorio, un punto tan estratégico política y económicamente, la violencia y la vulneración al derecho humanitario de estas personas es vigente y el miedo existe entre paso y paso.

Un claro ejemplo de crítica sobre el conflicto en Colombia y demás, pueden ser las palabras de Fernando Vallejo, el cual es un ser humano a mi parecer, bastante entregado a lo mundano, mordaz, sin tapujos, en ocasiones desagradable ante el oído. Aun así, debo reconocer que Vallejo cuenta como debe ser, es decir, de forma explícita, sin limitaciones morales, religiosas y/o políticas, la realidad de la masacre colombiana a lo largo de su historia y, presenta de forma provocativa, pero con un tono no amenazador sino más bien tranquilo, las peores vivencias y los más repudiados personajes como lo fueron los narcotraficantes, asesinos, violadores, ladrones, hijueputas (como los llama él).

Pese a tanta recomendación, no quedo satisfecha y, considero que las personas víctimas de estos bebecharcos, borricos, fantoches, no tienen el castigo respectivo, por ende, cómo se van a dar garantías de no repetición, de justicia, de verdad, de reparación, si solo se queda en eso, en recomendaciones y no más. NO más recomendaciones, deben primar las obligaciones y la ejecución de la justicia, aunque es entendible que sea más barata y beneficiosa la “reconciliación” con estos burdos e ignorantes, que la guerra con los mismos, ya que por lo menos así hay menos muertos y un poco más de dinero para las víctimas y para reclamar unos de tantos territorios arrebatados por estos grupos insurgentes, teniendo presente que solo se ha logrado hablar con una parte de las FARC, únicamente con este grupo armado y, digo con una parte, porque las FARC siguen haciendo de las suyas.

Una cosa que se debe tener muy clara, es que la paz es propia de cada ser, no de cada papel que se firme.