EQUIPO: 2. PROYECTO: COMPOSTA

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- Cercanía a la vivienda y a la huerta para mayor comodidad

- Condiciones climáticas del lugar.

- Llenar el contenedor con una mescla equilibrada.

A la hora de mezclar los diferentes materiales, es importante mantener un equilibrio entre la fracción seca o marrón y la húmeda o verde. De esta manera se amortiguan las variaciones de humedad y se les aporta a los microorganismos los materiales necesarios para su reproducción y alimentación.

- Dale la vuelta a tu pila regularmente, una vez cada semana o dos.

Despeja un área junto a la pila. Luego usa un tridente y pasa toda la pila al área despejada. Cuando sea tiempo de darle vuelta otra vez, ponla en su lugar original, o ponla en el recipiente. La mezcla de la pila de esta manera ayuda a mantener el flujo de aire dentro de ésta, lo que fomenta la descomposición aeróbica. La descomposición anaeróbica olerá muy mal (generalmente agrio, como vinagre) y los materiales se descomponen más lentamente que las bacterias aeróbicas. Darle la vuelta a la pila ayuda a estimular el crecimiento de la clase correcta de bacterias y hace una buena pila con olor dulce, que se descompone más rápido.

Trata de mover la materia de dentro hacia afuera y de arriba a abajo. Desmenuza la que esté agrupada o enmarañada. Añade agua o humedad, materiales verdes sí parece demasiado seca. Agrega los materiales secos, materiales marrones si la pila parece demasiado húmeda. Si todavía estás añadiendo materia a la pila, aprovecha la oportunidad mientras le das la vuelta, para agregar la nueva materia y mézclala bien con la materia más vieja.

- Decide si deseas añadir lentamente los elementos en descomposición.

Las ramas duras, ramitas y retazos de cercas, ceniza de madera, virutas de madera y recorte de madera. Ellos pueden ser compostados, pero es posible que desees compostarlos por separado, ya que tardarán más tiempo en descomponerse, especialmente en un clima frío, con una temporada más corta de compostaje. Si es posible, tritura los materiales pesados, para su descomposición más rápida.

- Nunca abones los siguientes elementos.

Por razones de salud, higiene y su incapacidad para descomponerse: carne y trozos de carne, huesos, pescado y huesos de pescado, fibras de plástico o sintéticos, aceite o grasa; heces de mascotas o humanos (con excepción del estiércol de animales herbívoros como los conejos y caballos); malezas que se han ido a las semillas, plantas enfermas, pañales desechables, papel brillante o revistas, ceniza de carbón y hulla, y arena para gatos. Coloca estos elementos en el bote de basura normal.

- Cosecha tu Composta.

En compostadores domésticos la extracción de compost se realizará normalmente una vez al año. En general una buena época puede ser en primavera; donde necesitaremos abonar la huerta y el jardín.

Para facilitar la manipulación del compost, podremos forzar primero una pérdida de humedad, ya que generalmente el compost tiende a salir bastante húmedo. Para ello elegiremos siempre que se pueda una semana con un buen pronóstico de tiempo; soleado, aireado y en ausencia de lluvia. Durante el día puede abrirse la tapa superior y/o lateral del compostador para que la humedad se vaya evaporando con el calor. Si el material todavía está demasiado húmedo puede extenderse al sol para su total desecado.

Es posible que desees filtrarla a través de un colador de malla gruesa o usar tus manos o un tridente para quitar los trozos más grandes que aún no se han roto. La composta muy fresca puede hacer crecer las plantas, pero también puede robar nitrógeno a la tierra, ya que continúa descomponiéndose. Si piensas que no se ha completado el proceso, deja la composta en el contenedor por un tiempo más largo o riégala en tu jardín y déjala reposar allí durante un par de semanas antes de plantar cualquier cosa en ella.

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