ESTUDIO DE CASO EN TRABAJO SOCIAL.

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Cuatro aspectos básicos que constituyen el núcleo de método de caso:

La persona – es aquel individuo que tiene la necesidad en el área socioemocional a quien también se le conoce como cliente

El problema – es la necesidad u obstáculo que amenaza la situación de vida del cliente

El lugar – es la agencia social donde está ubicado el profesional de ayuda

El proceso – es la transacción progresiva entre el trabajador social y su cliente

Si un Trabajador Social pondera o diagnostica con precisión la configuración persona – situación, puede diseñar e implementar un plan de tratamiento específico para alterar la persona, el ambiente y/o la relación de ambos en beneficio del individuo

CASO JUAN X

Un joven de una comunidad serrana, de nombre Juan X, había sido colocado, con su hermana, en una institución para niños, y había sido devuelto a sus padres, no menos de cuatro veces en tres años. Aún en condiciones favorables, estos cambios repetidos de ambiente son funestos para los niños, pero el hogar al que regresaba Juan y su hermana María no merecía ese nombre. El padre era un alcohólico, que trabajaba irregularmente; la madre se prostituía. Peleaban y se golpeaban con frecuencia y descuidaban a los niños y el hogar. Por petición de vecinos quienes denunciaron el caso se coloco a los menores en la casa cuna del Estado, siendo considerados para parejas que quieren tomar niños en adopción.

Cuando se trata de una adopción, las Trabajadoras Sociales indagan cuál es la razón por la cual tal familia desea hacerse cargo de un niño y cuáles son sus intenciones con respecto a la educación y el porvenir del mismo; estudian también las condiciones del hogar, las características de cada uno de sus miembros, el estado de su salud, así como sus relaciones mutuas. La encuesta se ocupa en fin de la vivienda, los vecinos, los recursos de la familia, su reputación en la localidad, sus creencias religiosas. En efecto, el estudio del hogar al que se enviará un niño, requiere una experiencia social bastante profunda. Una colocación cuidadosa les procura a los niños que no pueden ser confiados a ningún miembro de su propia familia, las mejores garantías de felicidad y las mejores oportunidades de desarrollo, mientras que una colocación efectuada con descuido y a la ligera no les da ninguna posibilidad en el futuro. La primera colocación de los niños no fue completamente satisfactoria. Fueron enviados a la casa de un matrimonio joven. La esposa se sintió agobiada por la responsabilidad, decidiendo no tomarlos en adopción definitiva.

Después de algunos meses, Juan fue seleccionado para ser colocado en otra familia. En esta ocasión fue a una pareja que había adoptado ya un hiño de siete años y deseaba adoptar otro, un poco mayor. En el curso de la visita que la Trabajadora Social hizo a esta familia, tuvo cuidado de prever la probable actitud del niño ya adoptado con respecto a su futuro hermano adoptivo. Se visitó a las personas que habían sido indicadas como referencias y como la opinión requerida fue favorable. Pronto se encontró instalado en su nueva familia. Durante las visitas que la Trabajadora Social fue haciendo a Juan, les brindó a los padres adoptivos la oportunidad de contarles en detalle los hechos que habían ocurrido y las dificultades que habían tenido. Luego estuvo con Juan a solas y fue a su escuela. Durante todas estas visitas fueron tomadas disposiciones para que las relaciones de Juan con el otro niño adoptado y con su padre adoptivo no tuvieran inconvenientes. Vive desde hace más de un año con sus padres adoptivos

Desde entonces, su conducta no deja de mejorar; por su parte los padres adoptivos aprecian cada vez más su buen comportamiento. Parece tener aptitudes especiales para la música, que ha empezado recientemente a estudiar.