Educación holista para el desarrollo de la inteligencai espiritual
Enviado por tolero • 9 de Febrero de 2018 • 4.552 Palabras (19 Páginas) • 378 Visitas
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problemas que tienen que ver con los procesos internos del ser humano: su sentido para vivir y para sentirse conectado consigo mismo y con los demás. El corazón espiritual es lo que mantiene unida a la humanidad. Nos hace conscientes y compasivos. Nos abre a la humildad de saber identificar aquellos errores que hemos cometido y nos da la sabiduría para resolverlos.
Necesitamos una educación que nos lleve a este estado de consciencia y que sea consciente de la situación en la que estamos actualmente. Ir más allá del puro entrenamiento racional instrumental para así poderle dar sentido a la información que recibimos. La evolución tecnológica en las últimas décadas ha sido impresionante, sin embargo, no ha sido suficiente para generar estados internos de mayor paz ni armonía.
Para comprender la educación holista y el papel que juega la espiritualidad en ella, es necesario comprender cuatro de los grandes paradigmas de la humanidad y cómo han influenciado en nuestro entendimiento de la educación.
El primer gran paradigma fue el paradigma premoderno, que existió, sobre todo en la edad media. En este paradigma el ser humano es visto como una creatura cuya única misión es seguir una doctrina establecida. El papel de la razón y de la individualidad es rechazado en este paradigma, pues sólo se debe hacer lo que está prescrito por el dogma. Aquí fue donde nació un tipo de educación dogmática, típica de la instrucción religiosa.
Sin embargo este paradigma fue muy limitado para poder dar satisfacción material, ya que hacía a un lado la racionalidad instrumental. Fue así que surgió el segundo gran paradigma que corresponde a la modernidad. La modernidad, al ser una crítica al paradigma premoderno, quiso ocupar todas las dimensiones de la vida desde su lógica y se convirtió en cientificismo: aquello que no era racional ni evidenciable materialmente era descartado. Esto ocasionó que, a pesar de que se diera un gran avance tecnológico, existieran muchos problemas éticos y humanitarios. Cabe destacar que es desde este paradigma que se desarrollo el modelo educativo que tenemos hoy en día.
Como crítica a la modernidad vino la posmodernidad. Su función es acabar con la tiranía del paradigma pasado y traer justicia social y equidad al mundo. Este es el paradigma desde que se formaron perspectivas como la equidad de género y la educación de los oprimidos. A pesar de que este paradigma trajo muchos beneficios para la sociedad, tiene en sí mismo un problema muy grave: al relativizar las experiencias de la vida carece de una filosofía ética sólida y, al mismo tiempo, falla a la hora de darle sentido para vivir a las personas.
Reconociendo las limitaciones, pero también las aportaciones, de cada uno de los paradigmas anteriores y haciendo un gran esfuerzo por darle orden a sus perspectivas, surge el paradigma transmoderno. En el paradigma transmoderno se reconoce que el ser humano es un ser multidimensional con un corazón espiritual. Busca la mejor manera de crear bienestar tanto material, social y espiritual. La educación holista quiere guiar a la humanidad a través de sus estados de conciencia para lograr una sociedad con paz y felicidad interior. Es así que se reconoce a la espiritualidad como un derecho humano fundamental y se jerarquiza su importancia.
Integrando la espiritualidad en educación
La educación siempre ha estado ligada con el concepto de inteligencia. Educar trae a nuestras mentes la idea de formar personas inteligentes. En términos generales, la inteligencia es la capacidad de resolver algún problema. Sin embargo, es preciso profundizar en esta idea común sobre la inteligencia, entender su esencia, su validez y su función en nuestra vida. Del mismo modo veremos que el sistema educativo en el que nos encontremos será conformado alrededor de nuestro entendimiento sobre la inteligencia.
Históricamente ha habido tres grandes momentos en la conformación de nuestro entendimiento sobre la inteligencia. En primer lugar tenemos a la inteligencia entendida solamente como capacidad lógico – matemática. Es el concepto de inteligencia que corresponde al paradigma de la modernidad y está generalmente asociado con la ciencia. Es el entendimiento de la inteligencia como capacidad de resolver los problemas materiales. Este es el concepto de inteligencia que se adoptó en la educación convencional y para medirlo se crearon herramientas como las pruebas de aptitud y de coeficiente intelectual.
Sin embargo, se vio que esta conceptualización de inteligencia era muy limitada, pues existen otras necesidades humanas que no se resuelven desde lo lógico matemático. Aún más, existen individuos exitosos y con vidas plenas que han dedicado su vida a explorar otras áreas, otras inteligencias. Se vio, entonces, que lo lógico matemático no asegura el éxito en la vida. El éxito entendido como un estado de felicidad, sentido y plenitud interna que nos lleva a resolver los tres problemas humanos señalados anteriormente.
Es así que surgió la propuesta de las inteligencias múltiples. Esta visión de la inteligencia contempla que existen ocho inteligencias, cada una con procesos diferentes que ayudan a resolver problemas de distintas dimensiones de nuestra vida. Estas inteligencias son: lógico matemático, musical, corporal, espacial, intrapersonal, interpersonal y naturalista. De esta manera se reconocen e integran inteligencias y habilidades más allá de lo racional. Es importante notar cómo esta es una propuesta que surge del paradigma posmoderno, pues tiene como objetivo el reconocimiento de la diversidad. Es también la propuesta donde surge la investigación sobre inteligencia emocional y el control de los sentimientos.
El movimiento de educación holista dirigido por el Dr. Ramón Gallegos integra a las inteligencias múltiples pero reconoce es una visión incompleta. Las inteligencias múltiples sólo se enfocan en las habilidades de la mente y el cuerpo, en solucionar los problemas sociales y materiales. Desde una visión más profunda, hace falta darles orden coherencia. Más importante aún, hace falta dotarles de un sentido existencial, un sentido del espíritu.
Es así que surge el tercer gran momento en nuestro entendimiento de las inteligencias: la incorporación de la inteligencia espiritual. Como se mencionó anteriormente, la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, y la inteligencia espiritual se enfoca en resolver los problemas de las preguntas existenciales del ser humano: ¿quién soy? ¿por qué estoy aquí? ¿hacia dónde voy?. De esta manera, la inteligencia espiritual se enfoca en la auto indagación y en el sentido de interconexión de los seres consigo mismos y con los demás. Es una inteligencia que nos ayuda a honrar
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