Educación popular en México con mujeres campesinas del estado de Morelos

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En la actualidad se talan millones de árboles, se utilizan fertilizantes, lo que ha provocado la contaminación del suelo y de los mantos acuíferos, al utilizar productos químicos para obtener mejores cosechas, las plagas y enfermedades son cada vez más recurrentes. Las mujeres campesinas son las más afectadas, ya que todas sus actividades tienen una estrecha relación con los recursos principalmente porque ellas son responsables de alimentar y cuidar a la familia, por lo tanto, están en contacto diario con agua, la leña, las plantas, los animales y la tierra, sin que ellas sean las responsables de la contaminación y deforestación.[3] Todos estos factores causan una disminución de productos que las mujeres consiguen para la supervivencia de la familia.

En El Foro Temático de Género y Medio Ambiente, el cual fue manejado por Irma Henze García, psicóloga y ambientalista de la UNAM, se abordaron temas como el de la participación de las mujeres en el desarrollo del medio ambiente, así como la mejora de las políticas públicas para la igualdad de género. Como conclusión se habló sobre qué podemos hacer para evitar esta destrucción, respecto a la contaminación de agua, se llegó al acuerdo de denunciar a las personas o fabricas que contaminan el agua y promover que utilicen agua reciclada e introduzcan plantas de reciclaje; no tirar basura al rio, arroyos, pozos, no bañar a los animales en el rio o laguna, desinfectar el agua siempre antes d beberla o preparar alimentos.

Respecto a los animales; no dejar las bolsas de jabón donde toman agua y viven los animales, no matar animales del monte cuando no es necesario, evitar la tala innecesaria de árboles. Respecto a los animales que tenemos en casa; vacunarlos y desparasitarlos mantenerlos limpios. La contaminación del aire avanza en gran medida, y no afecta solo a mujeres sino a toda la población, es por eso que es recomendable solo quemar papeles y cartones, enterrar la basura que no se desintegre fácilmente, y las personas que fuman no hacerlo en lugares cerrados.

Es fundamental que las mujeres y las instituciones comprendan que la contaminación y depredación de los recursos naturales está relacionada con la pobreza y con la forma en que se utilizan,[4] por lo tanto es necesario la existencia de programas o foros donde la población se mantenga informada sobre los daños, consecuencias de la contaminación y como evitarla.

Forjando la sustentabilidad social: desde la autoestima al empoderamiento de las mujeres rurales.

Los poderes de dominio son sociales, grupales y personales, y permiten enajenar, explotar y oprimir a otro/otras,[5] las mujeres del medio rural sufren tres tipos de represiones: la de género, etnia y clase. En la actualidad, en las comunidades rurales el hombre no recibe el suficiente pago para satisfacer las necesidades de la familia, y por lo tanto la mujer tiene que ser incluida en el ámbito económico. Por lo general lo público se identifica con lo masculino y lo privado con lo femenino.

Las mujeres rurales son ingeniosos agentes económicos que contribuyen a los ingresos de las familias y al crecimiento de las comunidades en la multitud de formas. Ellas trabajan como empresarias, como trabajadoras agrícolas y no agrícolas, en las empresas familiares, para los demás y por cuenta propia, mientras que asumen una parte desproporcionada del trabajo no remunerado en el hogar. Sin embargo, su contribución se ve limitada por el acceso desigual a los recursos, así como las normas persistentes de discriminación de género, obstáculos que deben ser eliminados para permitir la liberación de todo su potencial, y de su fuerza de trabajo.

Las normas de género determinan el papel de las mujeres y los hombres y también sus oportunidades en relación con el tipo de trabajo, tanto en zonas urbanas y rurales. En algunas sociedades estas normas restringen la movilidad de las mujeres y su participación en el trabajo productivo fuera del hogar. Por ejemplo en el sector de las empresas la mujer no está ampliamente aceptada en muchas sociedades y las mujeres se enfrentan a obstáculos psicológicos durante el inicio y el desarrollo de una actividad sostenible.

Bibliografía:

-Tuñón Pablos, Esperanza, Género y Educación, México, El colegio de la Frontera Sur- COESPO, 2005.

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