El Octubre 2016 Un ser humano con ADN UFG

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Y es que el Señor Figueroa, ya ha partido de este mundo, evento que le llena de profundo pesar, sin embargo, no le ha robado la motivación y el entusiasmo de continuar la vida. Al contrario, ha tomado fuerzas, con mucho orgullo continúa el legado de su esposo, es un pilar fundamental para su familia, después de Dios, es una guía para sus hijos y nietos.

Dentro de los grandes beneficios que recuerda haber recibido, destacan el premio que recibió de las autoridades, cuando cumplió veinticinco años de laborar en la UFG; asimismo, le otorgaron una beca para que su querida hija hiciera realidad su sueño, graduarse en la Licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad en Educación Parvularia. Evento que le llenó de mucho gozo y como toda madre ejemplar, dice sentirse realizada.

Si bien es cierto durante sus años mozos, tuvo otras ofertas laborales, pero según cuenta, desistió de retirarse de la UFG, debido a que guarda una notable identificación con la Institución, disfruta el ambiente laboral y considera que pertenecer a la UFG, es parte de su vida.

Me llena de orgullo presentar de forma breve la vida de la Señora de Figueroa, quien ha hecho huella en su caminar por la vida, a pesar de las dificultades que como seres humanos, enfrentamos a diario; siempre ha visto el lado positivo de los eventos que le han acaecido y no cabe duda que es un ser humano que lleva el ADN UFG.

Haciendo remembranzas, jamás olvidaré, aquel miércoles veintitrés de abril del año dos mil doce, alrededor de las doce del mediodía, mientras, sentada en uno de los acogedores sofás de la funeraria “Funerales Modernos”; experimentaba mis horas de melancolía, dolor, confusión y sentimientos encontrados; vi entrar por la puerta principal de aquel lugar, a la Señora De Figueroa, con la cara sonriente, alegre y llena de vida. Se dirigió a mí y me dijo, “aquí vengo a acompañarla en su dolor, en nombre de la Dirección Financiera”; a la fecha, aún, con un nudo en la garganta, recuerdo que no logré pronunciar más que un “gracias” y trate de sonreír para mostrar mi agradecimiento.

A ese momento yo desconocía que ella, había salido a realizar unos trámites al Banco, se llegaron los doce del mediodía y decidió sacrificar el tiempo de compartir el almuerzo junto su amado esposo, como era de costumbre; y dirigirse por sí misma a la funeraria, para acompañarme en mi duelo. Solo unos minutos bastaron para que los demás compañeros de la Dirección Financiera, incluyendo la Directora, se hicieron presentes; fue entonces que ellos se llevaron la sorpresa, que la Señora De Figueroa, ya se había hecho presente en nombre de todos; fue aquello muy gracioso. Este evento marcó mi vida, y es que la Señora de Figueroa como es conocida por toda la Familia UFG, siempre ha mostrado, esa disposición de ayudar a las demás personas, muy segura de sí misma y con ese espíritu de hermandad que le caracteriza.