El accidente de chernobyl, que en abril de 1986 libero
Enviado por Helena • 24 de Diciembre de 2018 • 2.036 Palabras (9 Páginas) • 296 Visitas
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Tomando en cuenta las aportaciones de distintas bases científicas con la teoría magnética de James Clerk maxwell que propicio el estudio del espectro electromagnético desde la radiación de menor longitud de onda, como los rayos gamma y los rayos X, pasando por la radiación ultravioleta, la luz visible y la radiación infrarroja, hasta las ondas electromagnéticas de mayor longitud de onda, como son las ondas de radio, también expuestas por Nicola tesla en la frecuencia de la corriente alterna y sus experimentos con tubos de crookes. El interés de Wilhelm roentgen se centraba en el estudio de las propiedades fluorescentes, haciendo público la aplicación de las primeras radiografías. “La radiación electromagnética se puede clasificar en dos tipos: ionizante (los rayos X, el radón y los rayos cósmicos) y no ionizante (la radiofrecuencia y la frecuencia baja en extremo o la frecuencia eléctrica”. (El NCI , 2016, EE.UU.)
La radiofrecuencia se utiliza en tomografías o resonancias magnéticas alterando la alineación de los protones en el campo magnético emitido por un imán. Cuando el pulso de radiofrecuencia se acaba, el núcleo vuele a su original alineación o estado de equilibrio- relajación y la energía es emitida desde el tejido como una débil señal de radiofrecuencia. Depende del campo magnético aplicado y del núcleo que produce la señal. “Las salas deben estar blindadas para evitar las interferencias tanto externas como internas de los campos magnéticos”. (torres, 2001).
En un sistema de uso terapéutico que consiste en una serie de radiaciones electromagnéticas, oscilan simultáneamente en el campo eléctrico y magnético. Estas corrientes producen un considerable aumento de la temperatura dentro de los tejidos. La radiofrecuencia mono-polar capacitiva/resistiva, es una técnica terapéutica bien conocida y utilizada en medicina deportiva y rehabilitación. Trabajando a una frecuencia de 448 kHz se basa en la integración de una terapia manual con diatermia profunda, optimizando los resultados.
La energía de alta frecuencia generada, modifica la permeabilidad de la membrana celular, incluso bajo condiciones no térmicas. Incrementa los intercambios intra y extracelulares, y logra una auténtica regeneración tisular. Se aumenta el metabolismo, así como la demanda celular de oxígeno
La microcirculación o vascularización: complementa la Bioestimulación y aporta a los tejidos los elementos que precisa para regenerarse. La vasodilatación capilar nutre y oxigena el tejido, mejorando la reabsorción venosa y linfática. La hipertermia incrementa fuertemente el metabolismo celular e inicia en el tejido un proceso de reestructuración para combatir la fibrosis. El tejido se reorganiza incluso en los casos crónicos en los que la fibrosis ya se encuentra instaurada desde hace tiempo, como por ejemplo en las secuelas de traumatismos o procesos degenerativos como la artrosis.
Por lo tanto, la energía de la radiación no es transportada necesariamente por una partícula. Es posible que sea una onda la que lleve energía de un lugar a otro y difiere los efectos ocasionados a la exposición del material irradiante. Que se verán a continuación. Por lo visto hay más beneficios en usos terapéuticos, aun que la cantidad de accidentes es mínima no se puede descartar la magnitud de los hechos que se han presentado en sus inicios.
2.4.- Efectos de la Radiofrecuencia.
La exposición a la radiación ionizante, tal como de rayos X, se sabe que aumenta el riesgo de cáncer. Sin embargo, aunque muchos estudios han examinado los posibles efectos para la salud de la radiación no ionizante procedente de radares, de hornos de microondas, teléfonos celulares y de otras fuentes, no existe actualmente evidencia firme de que la radiación no ionizante aumente el riesgo de cáncer.
El único efecto biológico reconocido firmemente de la energía de radiofrecuencia es el calentamiento. La capacidad de los hornos de microondas para calentar los alimentos es un ejemplo de este efecto de la energía de radiofrecuencia. La exposición a la radiofrecuencia por el uso de teléfonos celulares no causa calentamiento en el área del cuerpo (oído, cabeza, etc.) en donde se apoya un teléfono celular o algún otro aparato. Sin embargo, no es suficiente para aumentar la temperatura corporal en forma que se pueda medir y no hay otros efectos claramente establecidos en el cuerpo por la energía de radiofrecuencia.
Los autores de estos estudios indicaron que los resultados son preliminares. Se desconocen aún resultados posibles para la salud de los cambios en el metabolismo de la glucosa.
A lo largo de este proyecto hemos resaltado las diferencias que existe; entre la radiación natural ionizante y la que es emitida por ondas electromagnéticas no ionizantes. Sin descartar en su totalidad los factores patológicos de cada individuo y el medio en el que se desarrolla, de esta manera concretamos al aporte de las investigaciones previas, desmintiendo lo que se tenía pensado acerca de la radiación no ionizante por dispositivos celulares y de uso domésticos; que hoy en día hacen alusión en el mundo del cine con motivo de vender y entretener al público.
3.- Conclusiones
- Es necesario tomar el riesgo que esto implica con las medidas de seguridad apropiadas para favorecer el bienestar y seguir aportando a la ciencia.
- Hay poco interés acerca de la radiactividad
- En algunos medios de comunicación y entretenimiento el tema de radiación es expuesto de manera lúdica.
- No sé es del todo consiente a la radiación natural que nos rodea
-Se conoce poco de sus orígenes
- Hubo menos reconocimiento de los científicos que lograron las bases; que a científicos de otras épocas.
4.- Bibliografías
(Brandan, 2009,) “La radiación al servicio de la vida”, USA: Fondo de cultura económica, pág. 128
(El NCI , 2016) National cáncer institute, Recuperado el 08/09/2017 de
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/radiacion/hoja-informativa-telefonos-celulares#q2
(Masse, R 2004,)¿Qué debemos temer de un accidente nuclear?, Madrid-España: Akal, pág. 64.
(torres, M 2001,)
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