El ahogado más hermoso del mundo contexto

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Otro aspecto estudiado por los críticos se relaciona con la transformación provocada por el ahogado dentro de la comunidad. Por un lado, la crítica Gemma Santiago Alonso (2002) plantea que Esteban otorga identidad y consciencia al pueblo: “paradójicamente, será el elemento fantástico (personaje creado y bautizado por el propio pueblo) quien dará autoridad y conciencia al pueblo anónimo. El pueblo se identificará con Esteban y Esteban generará la identidad y la singularidad al pueblo”. Por otro lado, José Luis Méndez (2000) propone que la llegada del ahogado puede ser asociada con la venida de un mesías, aunque uno bastante peculiar, que hace que la comunidad tome conciencia acerca de su propia existencia: “En otras palabras, el hermoso ahogado se convierte en el punto de partida de una toma de conciencia. Como tal desempeña una función evidentemente carismática. Es un mesías que pudo haberlo cambiado todo, pero no transformó nada porque llegó muerto. Sin embargo, el solo hecho de haber llegado, aunque sin vida, provoca una toma de conciencia sobre lo que pudo haber sido y no fue, que altera la vida del poblado”.

En esta línea, Hans Felten señala, en su comentario sobre la “lectura mitológica” del cuento que el ahogado dialoga intertextualmente con mitos paganos antiguos como el de Ulises, Glauco y Dionisio, pero también con las historias de Cristo y Esteban. Según el autor, el personaje de Esteban remitiría a la pasión de Jesús (cuando las mujeres lo imaginan como el hombre más desvalido del mundo) y al milagro de la multiplicación de los panes y los peces (cuando las mujeres piensan que Esteban era capaz de pescar con solo llamar a los peces). Con respecto al Esteban bíblico, quien fue el primer mártir cristiano y sirvió de inspiración y modelo a seguir al apóstol Pablo, el diálogo se establece a partir del efecto que tiene la llegada del ahogado al pueblo y la evolución que se genera en el imaginario popular.