El arquetipo fue introducido por los neoplatónicos de la edad Imperial para otorgar a las ideas la condición de modelos externos de las cosas, ejemplares originarios de donde deriva todo lo sensible
Enviado por Sandra75 • 11 de Abril de 2018 • 2.478 Palabras (10 Páginas) • 421 Visitas
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- Mito de los orígenes.
El renacimiento estuvo obsesionado por la necesidad del regreso a lo antiguo: los humanistas querían recuperar a los clásicos; Lutero defendía un retorno a la Iglesia primitiva; Maquiavelo abogaba por la vuelta al régimen político de las antiguas comunidades; los filósofos, por último, querían recuperar la sabiduría griega.
El moderno concepto de progreso fue totalmente ajeno al hombre del siglo XVI. A sus ojos, el único desarrollo posible consistía el restablecimiento de la única e insuperable sabiduría antigua.
Lo arcaico, lo original, lo natural y el pensamiento de los antiguos se convirtió en Norma absoluta y sede de una perfección definitiva.
Al descubrir cada vez más frecuentemente apabullantes equívocos, atribuciones erróneas, tergiversaciones del sentido e incluso falsificaciones históricas, la investigación filosófica demostró la necesidad de una investigación sobre el significado real de los textos antiguos.
De esta necesidad nació la primera perspectiva histórica moderna: la exigencia de una cronología de obras y personajes que lo subí que en su justa época los ordene sucesivamente, explicando las recíprocas influencias.
Los primeros resultados de esta nueva ciencia no carecieron de errores. Al reconocido prestigio de la antigua Grecia se añadió el de Egipto. El mito de Egipto estaba ya presente en Platón, pero en Aristóteles, en cambio, apenas era perceptible: dispuso partir directamente de Tales, desdeñando así todas las formas precedentes del pensamiento.
Durante el renacimiento en cambio está hay una auténtica egiptomanía.
Están bien digno de ser recordado como el mito de los orígenes egipcio de la sabiduría, ligado al afán de conocer al Platón más auténtico, provocó la creación de un Platón egipcio llamado Hermes Trismegisto.
- Ars Inveniendi.
Un rasgo característico del Renacimiento fue el arts inveniendi, la búsqueda de un método racionalmente especificarlo capaz de generar nuevos descubrimientos lógicos. El representante filosófico de esta tendencia fue G. Bruno, quién en sus obras herméticas reunió sugerencias procedentes del arte combinatoria de Lull, el arte de la memoria y de la cábala hebrea. “Bruno esperaba adquirir conocimientos y poderes universales consiguiendo, mediante la organización mágica de la imaginación, una personalidad dotada de poderes superiores y en sintonía con los poderes del Cosmos” son las palabras de F. Yates, Investigadora inglesa.
El intento más ambicioso de cuantos desarrolló Bruno, fue el sistema de las ruedas mnemónico-asociativas propuesto en su De umbris idearum. Cada casilla de estas ruedas estaba señalada por una letra a la que corresponde en 5 imágenes mnemónicas, dado que las casillas son en número de 30 y que las ruedas oscilan de 3 a 7 en su conjunto el sistema posee una vastedad enciclopédica.
Quien fuese capaz de dominar semejante sistema, quién alcanzará a dominarlos mentalmente, tendría su disposición una síntesis del Universo entero. Girando los arcos se puede formar un número infinito de asociaciones entre las imágenes-concepto: recordar, inventar, quién descubra nuevas asociaciones inusuales y originales pero verdaderas recibirán el calificativo de “genio”.
El problema de descubrir la lógica fue resuelto por Bruno en términos mágicos, proponiendo ubicar en el centro del sistema determinadas imágenes celestes o mitológicas, esquemas arquetípicos usados en la creación de talismanes y figuras de la astrología. Una vez plasmadas con fuerza en la fantasía, estas imágenes mentales serían capaces de condicionar positivamente la búsqueda de relaciones asociativas.
- Utopia.
Utopía es el título que dio en 1516 Tomás Moro a su obra más importante detallada descripción de una isla imaginaria en la que se crea un estado perfecto y capaz de garantizar a todos los ciudadanos bienestar, felicidad e igualdad. Su esquema narrativo se repitió en una gran cantidad de versiones, dando así origen a un nuevo género filosófico-literario cuyos ejemplos más conocidos son las Ciudad del Sol, de T. Campanella y la Nueva Atlántida de R. Bacon.
El término utopía ha acabado Por Designar en el lenguaje común cualquier idea noble y atractiva, pero imposible de llevar a la práctica.
A favor de la fecundidad de la libre elaboración de un proyecto fantástico se alineó Rousseau. Fue Kant, sin embargo, quién elaboró una auténtica justificación teórica a la utopía, le corresponde la importante función de ofrecer una orientación a la razón, anticipando por la vía fantástica los posibles escenarios del futuro.
En sentido negativo, Marx llamo utópicos a los socialistas del principio del siglo XIX, quienes desconocían la importancia de las leyes objetivas de la historia, pretendiendo establecer de inmediato la nueva sociedad anticapitalista. El texto de F. Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico, señaló el inicio en la filosofía moderna de una corriente anti utópica que consideraba irreal su intento de abreviar el camino de la historia, anulando las necesarias etapas intermedias.
Según Engels, lo peligroso de estos proyectos se evidencia en el nacimiento de un nuevo tipo de organización política: la secta secreta de conspiradores profesionales, en la que el utopismo político se funde con el surgimiento de una mentalidad milenarista y escatológica, justificando así la práctica de la violencia y hasta del terrorismo.
En la cultura del siglo XX reaparece, la tendencia a una valoración positiva de la utopía según Los criterios ya elaborados por Rousseau y Kant. Fue en particular E. Bloch quién expresó la confianza en su papel crítico y decididamente provocador. La utopía es una fuerza más poderosa que cualquier ciencia o cualquier teoría de la historia.
- Ciudad del Sol.
El ideal filosófico urbanístico renacentista encontró un último eco en la ciudad del Sol, imaginada por el filósofo, mago, astrólogo, profeta y agitador político Tommaso Campanella, intentó realizar su propia utopía con la construcción en las montañas de Calabria de una libre comunidad de habitantes: la ciudad del Sol. Pago este intento, que lo puso en conflicto con las autoridades españolas, con 28 años de cárcel.
En el proyecto de la ciudad del Sol tienen gran importancia en las técnicas mágicas y astrológicas. La fuente de su inspiración, en efecto, está en la literatura hermética, en especial en el Picatrix, uno de los
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