El bibliotecólogo como agente de cambio en la formación de la Sociedad de Información y la formulación de políticas públicas

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La incorporación del hábito de lectura es de igual importancia como la de conocer y respetar la políticas de información, enfocándonos en la manera de emplearlas y respetarlas.

Las políticas de información son el área de estudio de la bibliotecología, junto con las ciencias de información, con el fin de utilizarla de la mejor manera y sacándole el mejor provecho, recopilando los temas para llegar al entendimiento en todas sus áreas y poder manipularlas lo mejor posible para beneficio del usuario.

El bibliotecólogo debe conocer todas las áreas de estudios que abarca la bibliotecología para poder tratar la información y prepararla para una formación importante en la nueva sociedad, que es de información de la mano de la tecnología, y la formulación de todas las políticas necesarias para mejorar la administración de la información.

Las políticas de información se formaron con el propósito de alcanzar los objetivos que se ha planteado la sociedad de la información, y por ende es necesario que se inscriban como parte de las políticas públicas, con el fin de establecer un desarrollo social y unirse a la lucha de la educación del país.

La biblioteca al ser fuente de apoyo a la educación, al ser un repositorio de información debe ser parte integral de las políticas públicas y de información.

American Library Association (ALA) señala que el servicio de extensión bibliotecaria es el “servicio mediante el cual se suministran libros y asistencia intelectual a personas o instituciones que no se hallan comprendidas dentro del área normal de actividad de una biblioteca” (Buonocoure, 1976, p. 387). Y una década después ALA hace mención del servicio de información como uno de “asistencia personal dada por miembros del personal del servicio de referencia a los lectores de una biblioteca que buscan información” (Young y Belanger, 1988, p. 178).

Las dos definiciones concuerdan con la función que se le debe dar hoy en día a las bibliotecas y centros de recursos de información porque tantos bibliotecólogos como la función de la biblioteca deben velar por solventar las necesidades de información de sus usuarios.

Para Ellen Soper, Osborne y Zweizig (1990) manifiestan que los servicios de información incluyen:

“Todos aquellos servicios para satisfacer las necesidades de los usuarios, por ejemplo, la organización de las obras de consulta para el autoservicio; resolver preguntas de usuarios tanto presénciales como por teléfono; preparar y distribuir bibliografías temáticas; realizar búsquedas específicas de materiales tradicionales o realizar acopio de registros de información de un tema para un grupo en particular; preparar síntesis y resumen de literatura; y establecer temáticas especiales en el centro de información o de referencia en las bases de datos en línea”

Donde nos recalca sobre los nuevos servicios que se deben ejecutar por parte del bibliotecólogo a la sociedad de información de hoy, son distintos a los de los tiempos pasados, donde solo era buscar información en el acervo que se tenía ahí y listo, contrario a la actualidad y gracias a los avances y evoluciones de la información.

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Referencias Bibliográficas

Sánchez, E. (2007). Servicio de Información: políticas de información en un entorno de cambios. Información, cultura y sociedad, (17), 97-119. Recuperado de

Silvera, C. (2005). Los bibliotecarios en la sociedad de la información. Recuperado de http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol13_3_05/aci07305.htm