En esta historia se muestra una verdadera forma de gestionar el trabajo o el proceso de elaboración de una obra de arte poniendo como ejemplo, y que un consumidor no puede estar consciente de ello.

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En una ocasión se dio cuenta de un burro solitario al que nadie parecía importarle y del que no se sabía nada de tener un amo, el personaje principal estuvo observando y esperando a que alguien reclamara a dicho burro pero no llego el día en que eso sucediera, un día vio cuando unos niños iban de regreso a casa con una carga de leña muy pasada y el burro que tenían ya no quiso caminar entonces tomaron al burro solitario y lo llevaron a casa con la carga después de eso echaron al burro a pedradas, el personaje le pregunto al padre de los niños si el burro le pertenecía y le respondió que no, el volvió a preguntar que si se lo podía llevar ya que no tenía dueño, el señor respondió que sí. Una tarde se acerca un de sus vecinos y le dice que le venderá al burro ya que es de su propiedad, el personaje no lo creía del todo pero llego a un trato con él; tiempo después otro campesino del mismo pueblo le dijo exactamente lo mismo que el burro le partencia y esta vez el personaje estaba aún más inseguro de sus palabras en eso paso una persona quien confirmo que el burro le pertenecía al campesino, eso fue prueba suficiente he hizo un trato.

En otra ocasión sucedió algo similar pero esta vez fue el alcalde quien le explico la situación, que el burro al no tener dueño pertenecía a la comunidad y que si lo compraba le daría un documento de propiedad abalado por el alcalde y el acepto después de un tiempo regreso al pueblo la verdadera dueña del burro y fue a reclamarlo, el personaje sin más tuvo que devolverlo. En si el personaje no sabía a qué lugar pertenecía así que comenzó una nueva búsqueda de un lugar tranquilo para vivir.