Ensayo- Obesidad

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Se considera que existen más de 200 genes implicados en el fenotipo de la obesidad humana y 20 trastornos mendelianos cuya principal expresión fenotípica es la obesidad. Mas sin embargo, solo se ha comprobado que cinco genes causan obesidad. Son genes relacionados con la leptina, el receptor de la leptina, propiomelanocortina (POMC) la prohormona convertasa-1 y el receptor de la melanocortina-4, esta última es la única implicada en ciertos casos esporádicos de obesidad grave.

Tejido adiposo y obesidad

Se localiza en la zona perivisceral y subcutánea, es el principal reservorio de energía metabólica del organismo.

Está constituido por adipocitos con un contenido en triglicéridos de 85% en una trabécula de proteínas que le sirven de sostén. Sus principales funciones son la captación de lípidos circulantes en momentos de exceso de energía y la liberación de ácidos grasos en situaciones que requieren energía.

La fisiología y la regulación hormona del tejido adiposo se caracteriza por una interdependencia del metabolismo de hidratos de carbono y lípidos.

A nivel del adipocito se crea un equilibrio dinámico constante entre lipogenesis y lipolisis, en función de la disponibilidad y las necesidades energéticas. Las principales hormonas que regulan este equilibrio se encuentran: la insulina que favorece la lipogenesis y bloquea la lipolisis, por inhibición de la lipasa de triglicérido y por antagonizar el efecto del cortizol y las catecolaminas; el sistema nervioso sináptico(SNS) y las catecolaminas que activan la lipolisis por interacción de los receptores B-adrenérgicos del tejido adiposo, inhibiéndola en cambio a lo receptores A y la corticotropina(ACTH) y la tiroxina con acción lipolitica.

El TAB funciona también como productor y reservorio de hormonas, lipoproteína lipasa (LPL), angiotensogeno, adipicina, leptina y retinoides fundamentales. En este sentido su principal interés radican el en interés radica en la búsqueda del adipostato, es decir una molécula reguladora del peso corporal y de la cantidad de grasa y de su mecanismo de acción.

Regulación del peso corporal: balance energético.

Se ha confirmado, a base de estudios que la ingesta calórica excesiva y mantenida provocará un desequilibrio del balance energético y concluirá a la aparición de obesidad.

Otros estudios señalan que el obeso come mas en respuesta a estímulos sensoriales que a la propia sensación fisiológica de hambre.

Regulación de la ingesta: intervienen mecanismos complejos que integran el sistema nervioso central, neurotransmisores no hormonales, neuropeptidos y sistema nervioso autónomo (SNA) participan básicamente los centros hipotalámicos del hambre y la saciedad.

El centro de la saciedad es estimulada por dos sistemas: uno actúa en respuesta rápida a raíz de la ingesta, aunque es de corta duración; este consiste en la liberación al torrente sanguíneo de colesistiquina, péptidos análogo al glucagon, entre otros péptidos gastrointestinales; y otro a largo plazo, por la liberación de corticotropina (CRH) debido a estímulos corticales y leptina por el tejido adiposo, que actúan sobre el centro de la saciedad inhibiendo al apetito de manera mas prolongada.

La leptina actúa por dos mecanismos simultáneos: la inhibición en la secreción del neuropeptido y que es un potente estimula de la ingesta alimentaria y del consumo de lípidos y la activación de la secreción de CRH y por lo tanto de la saciedad. Paradójicamente en la obesidad se han demostrado valores elevados de leptina lo que siguiere la existencia de una resistencia a esta hormona, la saciedad de igual modo es estimulada por dos neurotransmisores, adrenalina y serotonina que activaran disminuyendo el consumo de hidratos de carbono.

El centro del hambre es estimulado por el neuropeptido y sintetizado en el hipotálamo los opioides endógenos y la dopamina. También por la insulina que inhibe la secreción de las hormonas gastrointestinales y estimulando la del neuropeptido.

Gasto energético

Un desajuste del gasto energético, puede conducir a padecer obesidad. El consumo de energía es debido al metabolismo basal, la termogénesis y la actividad física.

Aproximadamente el 70% del gasto energético del paciente, se debe al metabolismo basal o energía necesaria en condiciones normales para mantener los procesos vitales.

La termogénesis supone del 15 al 20% del consumo de energía y tiene lugar básicamente en el tejido adiposo, a través de las proteínas desacoplantes.

La actividad física consume del 10 al 15% del gasto energético diario, aunque se ha demostrado que en personas obesas resulta difícil distinguir si es producida por un sedentarismo o a consecuencia de esta misma.

Factores predisponentes.

Hay factores que predisponen al desarrollo de la obesidad, tales como la edad y el sexo, dieta y hábitos alimentarios, factores psicológicos, factores socioeconómicos, culturales y ambientales, entre otros.

Edad y sexo.

Los índices ponderales y la prevalencia de obesidad aumentan con la edad en hombre y mujeres con un valor máximo entorno a los 60 años y mayores en mujeres que en hombres.