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Ensayo de El Mito del Eterno Retorno.

Enviado por   •  17 de Mayo de 2018  •  6.221 Palabras (25 Páginas)  •  418 Visitas

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Comentario crítico del capítulo I:

La ontología es una rama de la metafísica que estudia al ser y la realidad con sus propiedades. Es decir, las cuestiones de las que se ocupa abarcan desde la existencia de lo no tangible, lo paralelo al mundo terrenal hasta la conexión espiritual con el ser humano. De esto se ocupaba Platón también, gran filósofo referente de la mentalidad primitiva, como propone el capítulo.

En primer lugar el problema que se propone al inicio es el del entendimiento del arquetipo en el que se ha basado el ser humano arcaico para crear su cosmos. Pero… ¿Cómo conseguimos esta comprensión? Interpretando la historia según los símbolos, mitos y rituales que utilizaba el hombre arcaico para denominar su cosmos. Es decir, lo que es, lo que es real, el devenir etc… no tiene un lenguaje escrito más allá de los símbolos. Sin embargo el ser humano contemporáneo (bajo mi punto de vista) ha de estudiar minuciosamente los sucesos que le han llevado al hombre arcaico a la asunción de la existencia de un más allá, y plasmarlo según el código lingüístico que se use en el contexto histórico en el cual se encuentre. Un claro ejemplo puedo expresarlo a través del acto del hombre arcaico a través de la cuestión ¿Es la nutrición producto del automatismo? No. Para el hombre arcaico es una especie de ritual que renueva la comunión. ¿Es el matrimonio algo profano? No. El matrimonio es símbolo de una hierogamia. Es decir, el hombre se reitera a lo que un Dios o ser místico ya hicieron en su pasado. Todo está hecho, solo ha de repetirse.

¿Cómo encuentra entonces el hombre arcaico, la conexión entre lo divino y lo terrenal? A pesar de que el ser humano convive en sociedad, existen y existieron diferentes culturas con idiomas, rituales, mitos y símbolos distintos. Pero todos ellos tienen algo en común. La conexión entre lo no tangible, el mundo del más allá y lo tangible, como es el espacio en el que vive, en este caso la Tierra, es la misma. Todas las culturas parten de un referente al que imitar. Es un arquetipo basado en lo celestial. Dicha conexión se da a través de la construcción de templos, donde estará el centro de la creación. Un claro ejemplo está en la Biblia, cuando Jehová le pide a Moisés que haga un santuario conforme a lo que le sea mostrado. Y el ejemplo más directo es la Jerusalén Celestial creada por Dios antes de que la ciudad fuese creada por el ser humano. Quien no se haya leído la Biblia pero haya estudiado filosofía en bachillerato podrá hallar este símil del arquetipo divino con la ciudad ideal del filósofo Platón, citado con anterioridad. Dicha ciudad ideal se basa en un arquetipo celeste.

Se nos informa sobre el simbolismo del centro, antes mencionado. El hombre arcaico halla el centro de la creación a través de la construcción de santuarios o templos. A través de este centro se intenta conectar del mundo terrenal al mundo celeste. También poseen la misma función las montañas o ciudades sagradas. (La Montaña Sagrada). Esta simbología se ha transmitido en la historia generación tras generación, repitiendo estructuras arquitectónicas basadas en el arquetipo celestial. Además, la búsqueda del centro está plasmada concretamente en la literatura del medievo.

Todo lo mencionado hasta aquí me ha llevado a la siguiente cuestión: ¿Por qué se han repetido los mismos conceptos, en diferentes culturas, con el mismo arquetipo? Básicamente la respuesta nos la da el libro y es que al parecer cualquier acción humana adquiere su eficacia en la medida en que se repite exactamente una acción llevada a cabo por un Dios, en el comienzo de los tiempos. Si tomamos como punto de partida, y esto es siempre bajo mi perspectiva, textos antiguos como la Biblia, podemos encontrar que Jesús dice a sus apóstoles «Porque ejemplo os he dado para que como yo he hecho a vosotros, vosotros también hagáis» Esta frase me ha dado bastante que pensar. Y es que sí, ¿Quién no ha escuchado alguna vez esa frase de ‘’la historia siempre se repite? Estoy de acuerdo en que la arquitectura de la Edad Media usaba los santuarios y catedrales como búsqueda del centro, pero si dejamos a parte lo sagrado y nos centramos en la historia, tal vez observemos que la religión ha servido a intereses políticos y económicos. No ha servido tan solo a un interés innato del hombre por la búsqueda del «yo».

Hacia el final del capítulo se comenta esto último y es que la mente del hombre arcaico era ahistórica. No comprendía lo que era la historia. Tan solo comprendía y asimilaba el pasado como un mito. Me refiero a que los héroes, ancestros etc… serían representados en canciones como leyendas irrepetibles. Aunque paradójicamente el hombre se empeñara en copiar el modelo del arquetipo. Pienso que si la historia del ser humano antiguo es de interés reciente, contemporáneo, hemos de desmantelar a esas representaciones de individuos como leyendas, y tratar de plasmar su verdadera biografía. No a través de mitos, poemas o canciones, sino a través de un estudio detallado de la vida de los individuos importantes tras el arte. Toda investigación científica sería de gran utilidad para la comprensión de la historia. Aunque bajo mi punto de vista estas investigaciones deberían detallarse y establecer como base el respeto hacia las construcciones y pinturas antiguas ya que el arte es algo fundamental para el ser humano. El arte para mi es el camino más cercano al conocimiento de la creación.

Resumen del capítulo II: «La regeneración del tiempo»

En el capítulo dispuesto a continuación se analiza el concepto de regeneración del tiempo, haciendo un análisis morfológico e histórico del mismo. Se entiende que Año Nuevo es un ritual cuya simbología abarca la seguridad de la comunidad. Este ritual es el fin de un periodo y el comienzo de otro, y se liga a una purificación espiritual. Esta costumbre de los pueblos antiguos se concibe como una creación periódica, que choca con el problema de la absolución de la historia. Se trata entonces de un ‘’nuevo nacimiento’’ por el cual se elimina el mal pasado y por ende parte de la historia. Estamos ante una repetición de arquetipo: Dios resucita a los muertos y proviene a los habitantes de suficientes bienes para sobrevivir durante el año. El Año Nuevo repite el acto cosmogónico. Se llega a la conclusión de que la coincidencia de rituales por el renacimiento, curación y nueva creación después de la creación, es decir, el retorno al caos, es una preocupación que tiene en común el hombre arcaico para no olvidar el ser. Esta concepción pues, se ve obligada a anular la historia.

Comentario

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