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Estudio de “La Charca” de Manuel Zeno Gandía

Enviado por   •  19 de Enero de 2018  •  5.863 Palabras (24 Páginas)  •  1.086 Visitas

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“Por entonces, Silvina y Ciro eran novios, se amaban, acariciando proyectos de feliz unión; y Silvina, reposando en sus ilusiones, esperaba lo porvenir.” (Manuel Zeno Gandía “La Charca”, 7).

Era un amor prohibido. Sin embargo, Ciro nunca se rindió, sino que se presenta en la novela como un hombre perseverante para conseguir estar con su amor, Silvina. En el transcurso de la novela, además, se ve cómo la pasión de ambos les permite encontrarse una y otra vez e inclusive los hace querer huir juntos. Esta pasión y el amor que Ciro y Silvina representaban, era constante a lo largo de la novela, pues esto ocurre varias veces a lo largo de la novela. Una cita que recoge muy bien estos sentimientos es:

“Ciro la amaba, la perseguía. Su cariño era continuo, constante, a prueba de contrariedades. Él fue quien la despertó a las primeras ilusiones, quien la encadenó en el sentimiento del primer amor.” (p. 146-147).

Otro tema que se presenta en la novela es el interés, representado en Gaspar, Galante y Leandra. Estos tres personajes solo velan por sus intereses propios. En Leandra se puede ver a través de la novela cuando le dice a Silvina:

“Hija, no seas tonta…, no seas tú la causa de que nos muramos de hambre” (p. 7).

“A los hombres hay que saberles amarrar. Demasiado sé yo que tú le gustas a Galante más que yo; pero me conformo, porque si me opongo a su gusto, me abandona, y perderíamos la soga y la cabra.” (p. 10).

La primera cita refleja cómo Leandra obligó a su hija, Silvina, a ceder al abuso sexual de Galante con tal de que Galante no las abandonara y las mantuviera económicamente. La segunda cita refleja cómo Leandra acepta y tolera los comportamientos de Galante y su promiscuidad, solo para que no la dejara en la miseria. En Gaspar esto se ve ya que aceptó casarse con Silvina con tal de que Galante le diera trabajo en la finca con algunas comodidades. También se ve en los crímenes o fechorías que cometió, tanto el asesinato de Deblás que originalmente era un robo a la tienda de Andújar y el robo a la Vieja Marta. Esto último se refleja cuando en la novela dice:

“¿Cómo Deblás no había pensado en aquella maniobra? ¡Quién sabe si el muy tino la estaba sangrando poco a poco sin que ella lo notase! Gaspar maduró mucho su plan. El negocio era para hacerlo él solo, para aprovecharlo en su exclusivo beneficio sin partir con nadie el botín.” (p.100).

Esta cita refleja a Gaspar como un egoísta, una persona tan preocupada por sus propios intereses, que estaba dispuesto a cometer faltas graves para satisfacerse a sí mismo. En Galante esto se ve tanto en su promiscuidad como cuando propone hacer negocios, tanto con Andújar como con la vieja Marta. Otro tema presentado en la obra es el crimen. El mismo es representado por Deblás, Gaspar y Galante. En Deblás se refleja tanto en el delito cometido para estar en la cárcel como fue a robarle a su primo, Andújar. Lo primero antes mencionado se interpreta en la siguiente cita:

“Deblás, perseguido por la justicia, había encontrado en la comarca un buen escondite. Su primo Andújar le protegía. Este, más de una vez, desvió a la policía forestal, despistándola y substrayendo de sus garras la presa.” (p. 61)

En Gaspar se refleja cuando asesina a Deblás, cuando va a robarle a Andújar y cuando le roba a la vieja Marta. En Galante se refleja cuando asesina a Ginés para quedarse con su mujer, Aurelia. Esto se ve en la novela cuando Marcelo le narra a Juan del Salto lo que había visto:

“Entonces, desde las ramas del árbol, Galante soltó la piedra… Ginés, horriblemente herido, lanzó un grito y cayó atravesado en la vereda. Estaba muerto.” (p.32)

También, en la novela se trata el tema de la inmoralidad, que es representado más bien por Galante, Gaspar y Leandra. En Galante se ve cuando abusa sexualmente de la hija de su pareja. En Gaspar se ve cuando le pega a Silvina y la obliga a hacer lo que no quiere y al cometer las faltas graves. En Leandra se ve al permitir que su pareja abuse sexualmente de su hija y al obligar a su hija a aguantar los abusos de ambos hombres. Además, en la novela se presenta el machismo en los tres personajes antes mencionados. En Leandra se ve cuando le dice a Silvina:

“No seas bestia, Silvina. Tu marido es hombre de respeto, que nos atiende y nos cuida. Las mujeres solas no sirven más que para dar tropezones, para sufrir abusos…” (p. 5)

En Gaspar se ve al abusar de Silvina, además de su creencia de que las mujeres están a su servicio. Esto se recoge en la obra cuando Gaspar le dice a Silvina:

“Soy capaz de agarrarte por el pescuezo y retorcértelo, ¡bribona! Aquí mando yo. Tú, a callar y a obedecer…” (p. 146)

Otro tema que se presenta en la obra es la avaricia, que es representada por la vieja Marta. Esto se ve cuando en la obra dice:

“En tanto, quintales de café que ella misma, en su pedazo de tierra, cosechaba y ella misma descortezaba, y ella misma tendía al sol, y ella misma secretamente vendía, desaparecían convertidos en dinero, sin que nadie supiera su paradero y sin que, ni en el vestido, ni en la casa, ni en el hambriento aspecto de su nieto, dejaran huellas. Su avaricia era sórdida, anhelosa, capaz de llegar al crimen.” (p. 47)

El patriotismo es un tema secundario que se presenta en la obra y el mismo es representado por Jacobo del Salto, hijo de Juan del Salto, quien añoraba regresar a Puerto Rico y nunca la despreciaba sin importar las condiciones en las que se encontraba. Un ejemplo de esto es:

“Después venía el suelo nativo: en todas sus cartas derramaba la miel de ese otro cariño. Un fanatismo, un culto, una adoración que le inundaba de dulzura.” (pág. 122)

Además, un tema muy presente en la novela es la muerte, que es representada por Silvina, Ciro, Deblás, Marta, el nieto de Marta, Marcelo y Ginés. Silvina murió en “la charca” donde Leandra lavaba la ropa, tras sufrir un ataque de epilepsia, esto se refleja cuando en la obra dice:

“Así, malherida, con los huesos rotos, desfigurada, llena de sangre, muerta en el despeñadero antes que en el paroxismo, Silvina cayó como masa informe sobre la piedra lisa y plana en que lavaba Leandra.” (pág. 265)

Ciro murió tras haber sido asesinado por su hermano Marcelo. Marcelo murió más tarde en la cárcel, enfermo. Deblás murió tras ser asesinado por Gaspar la noche en la que le iba a robar a Andújar. Marta murió intentando llegar al cerezo donde había enterrado la

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