FACULTAD CIENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN.

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Como tercera medida, Ponce estudia la causa eficiente, es decir, el motivo que conlleva a que una acción haga trabajar la empresa. “Si la esencia de la empresa se encuentra en la coordinación de capital y trabajo, y de las funciones técnicas que, completadas y coordinadas, logran la producción de bienes y servicios para el mercado, quien realice esta coordinación, será el empresario”. Es por ello, que los principales elementos que crean esa función empresarial son:

- Asunción de riesgos: Es empresario aquél que liga su suerte con la de la empresa.

- Creatividad o innovación: Quién tiene la idea que hace surgir la empresa, modificar su objetivo, adoptar nuevos sistemas ya sea de producción, de ventas, etc., deberá considerarse como empresario.

- Decisiones fundamentales y finales: El empresario debe ser la persona que al concluir decida de forma contundente las funciones y actividades que se desarrollen en la empresa.

En el cuarto punto, Ponce indica y a su criterio considera prudente hacer la distinción entre los fines de la empresa y los fines que persiguen él o los empresarios. Dicho lo anterior, los fines de la empresa se clasifican en su fin inmediato: “la producción de bienes y servicios para un mercado” y fines mediatos que se subdivide entre empresa pública y privada. Examinaremos brevemente ahora, que tanto la empresa pública y privada tienen los mismos términos, pero invertidos en su orden, ya que la empresa privada “busca la obtención de un beneficio económico mediante la satisfacción de alguna necesidad de orden general o social” y la empresa pública “tiene como fin satisfacer una necesidad de carácter general o social, pudiendo obtener o no beneficios”, puesto que “el fin del Estado como empresario, no puede ser obtener lucros, sino satisfacer necesidades”.

Por otro lado, la finalidad natural del empresario reside en los beneficios de utilidades justas y adecuadas, esto es lo que básicamente incentiva a todo empresario a crear y sostener la empresa. Se debe agregar también que existen finalidades de otros elementos que influyen en la empresa, por ejemplo, para los empleados, técnicos y jefes aparte de buscar obtener un ingreso para suplir necesidades, procuran un mejoramiento ya sea en el estatus social, su expresión personal, entre otros; y para el capitalista, suele buscar seguridad en su inversión.

Todavía cabe señalar sobre los problemas de la magnitud de la empresa, Ponce nombra que en la práctica se aceptan tres tipos de empresas de acuerdo a su tamaño: pequeña, mediana y grande y la necesidad de clasificarlas es porque conforme a su magnitud, plantea problemas distintos.

Para finalizar, es importante anotar que más que establecer un método eficaz del tipo de empresa en el que se trabaja, es reconocer sus problemas característicos y particulares, porque más que coordinar empresas, se trata de identificar sus problemas administrativos y buscar solucionarlos.

BIBLIOGRAFIA

-REYES PONCE, Agustín. “La Empresa”. En Administración de Empresas. Editorial Lumisa. México 1982. p. 69-97.