FEMINISMO. Análisis y perspectiva del autor

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tenido la opción de leer esquemáticamente la evolución de la mujer en el cambio social. Es sorprendente como en la actualidad, la mentalidad de los años 60 sigue estando en vigor, aunque legislativamente la política social haya dado sus frutos con leyes como la del “principio de igualdad” (ley Orgánica 3/2007, art.15). Esto demuestra que las leyes sino se aplican en los individuos y se crea consciencia desde pequeños, jamás se podrán llevar a cabo.

Me gustaría hablar en primer lugar del significado de feminismo que no está implícito en el tema. Este concepto recoge un punto de vista enfocado contra las formas de dominio, la subordinación de las mujeres y contra el mundo divido en hombres y mujeres. Con esto, se pide el reconocimiento de derechos, de la identidad, junto con una sociedad igualitaria, en la que la mujer cuente. Se exige con esto, que se deje de obligar a la mujer a obedecer a los hombres, que no se aplique la condición primitiva de: la ley del más fuerte. Que en temas legales como el matrimonio, la mujeres no sea la esposa (posesión de alguien), la esclava de nadie. Que en el tema laboral y educativo, se deje de ver tanto techo de cristal en el que hay un amplio abanico de ramas profesionales exclusivas solo para la mujer, como por ejemplo la educación. Aunque suene un poco a favor de la mujer, no todo es “oro lo que reluce”. Ámbitos profesionales como la educación, tienen un alto porcentaje de mujeres trabajando, pero los altos cargos de esta administración pública esta coronada por varones, aunque la educación este entornada a una docencia femenina desde la infancia. Otros ejemplos están en la sanidad (enfermera-director del hospital), textil (costurera-diseñador de moda), restauración (“la cocina de la abuela”- chef de estrella Michelin). En referencia a esto, como he reiterado antes, existe una barrera llamada “Techo de Cristal”, que implica la prohibición de ocupar puestos en el poder y que obliga a permanecer en puestos peor pagados y con menos prestigio reconocido. A parte de esto, la

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mujer después de su día laboral, debe hacer las tareas domésticas (limpiar la casa, atender a sus hijos, cuidar a su familia…). Tareas que no están reconocidas ni económicamente ni como trabajo digno, por lo que son pluriempleadas en la economía sumergida. Por otra parte, aunque la mujer se haya insertado poco a poco en el mercado laboral, el hombre no ha entrado en las tareas del hogar tanto como la mujer en el ámbito externo. Realmente, se ha estudiado que si el trabajo de ama de casa fuera remunerado, el país no sería capaz de soportarlo.

Siguiendo con el tema del trabajo, aunque la discriminación sexual sea el término más relevante en nuestra sociedad, la cara oculta de la moneda indica un peligro más exagerado en la discriminación laboral que, en términos de Metz, constituye una de las mayores barreras de la mujer para acceder al entorno laboral. En este sentido, uno de los factores más preocupantes de esta definición es el salario en comparación con el hombre, que según la OIT tiene una brecha salarial del 17% entre ellos.

Por mi parte, creo que es necesario seguir luchando por la superación de la mujer, que ésta se vea igual de implicada que el hombre en todas las tareas que él realiza, y que también, el hombre haga todas las labores que la mujer ha hecho desde que ha