Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia Medellín,Colombia

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Si bien la causa primaria de la otitis es la inflamación, además de los factores previamente mencionados que produce cambios dentro del conducto como variaciones de pH, humedad, etc., son los factores perpetuantes bacterias y levaduras, como la Malassezia los que mantendrán la infección a lo largo del tiempo. Los productos metabólicos, toxinas, enzimas y ácidos grasos liberados por bacterias y hongos durante su crecimiento pueden potenciar la gravedad de la inflamación. Estos factores pueden causar irritación de las glándulas que secretan cerumen, causando una secreción excesiva característica de la dermatitis seborreica y a su vez disminuye la ventilación del oído, creando condiciones favorables para la proliferación de los microorganismos. Además, en la otitis externa debido a la producción de enzimas proteolíticas provoca la lesión de la mucosa del canal auditivo, la inflamación sobreviene también como consecuencia de la producción excesiva y retención de la cera, debido a la hipersecreción de las glándulas ceruminosas, en la cual se encuentra relacionada en ciertos casos La Malassezia.

La Malassezia es un género de levaduras lipofílicas comensales, que viven como habitante normal en la piel y algunas mucosas de distintos aves y mamíferos sanos; es común encontrarla en pliegues cutáneos, áreas interdigitales, conducto auditivo externo y mucosas orales, periorales y anales de perros sanos y se aisla con la misma frecuencia en animales sanos y enfermos. (Urszula Czyzewska, 2015)

De esta familia de levadura, la más frecuente en otitis canina es la Malassezia pachydermatis, la cual tiene una marcada diferencia: no es dependiente de lípidos. Por lo tanto, se desarrolla en medios de cultivo de rutina como agar sabouraud. Sin embargo, la adición de grasas al medio de cultivo puede incrementar su crecimiento. Esta levadura ha sido ampliamente estudiada ya que tiene gran importancia como patógena oportunista. (Morán, 2012). La cual puede afectar a cualquier raza si las condiciones son ideales para la proliferación.ción con los felinos. En pequeñas especies, los caninos tienden a ser más frecuentemente afectados en compara

Las afecciones causadas por Malassezia pachydermatis están asociadas a las condiciones ideales que causan los problemas metabólicos, hormonales o el estado inmunológico del huésped y la composición lipídica de la piel. Las observaciones clínicas indican una correlación positiva entre una mayor producción de sebo o cerumen y la aparición de otitis externa. Las características como gran número de glándulas apocrinas, mayor humedad y la temperatura más alta en el conducto auditivo externo son condiciones que favorecen la proliferación de esta levadura. Además de la influencia del estado del sistema inmune del hospedador. La inmunosupresión así como el estrés, la alergia y la edad. (Urszula Czyzewska, 2015).

Los signos clínicos presentados por el animal afectado, son muy importantes a la hora de clasificar la otitis en la que se encuentra presente la Malassezia, alguno de estos son dolor a la palpación en la base de la oreja, exudado ótico, inflamación del conducto auditivo externo (c.a.e.), eritema en pabellón auditivo y sacudidas de cabeza, sin embargo estos no son suficientes para establecer un diagnóstico de otitis por Malassezia. Se distinguen dos formas: otitis eritematosa ceruminosa (OEC) y la otitis supurativa (OS). Las OEC son las más frecuentes y se caracteriza por eritema y producción excesiva de cerumen con olor desagradable. La OS se caracteriza por la producción de pus abundante y nauseabunda. Ambos tipos de otitis pueden cursar con evidente prurito auricular que origina reacciones de rascado o movimientos de la cabeza. Se puede observar dolor intenso más a menudo en el caso de la OS. (Milk Cai, 2003).

La M. pachydermatis, es una de las causas más comunes en la cronificación de otitis externas que es un hecho muy común en la clínica (Martín J.L, 2001), esta podría clasificarse como uno de los factores perpetuantes siendo los máximos responsables de la escasa respuesta al tratamiento. Estudios in vitro sugieren que esta cronificación podría atribuirse a la formación de biopelículas que contribuyen a la resistencia fisica y quimica innata de los microorganismos y que ya ha sido muy asociada a enfermedades crónicas causadas por estos. Esta capacidad de formar biopelículas ya ha sido demostrada en varios géneros de levaduras entre ellas incluida la malassezia, la estructura de sus biopelículas se compone de grupos de blastoconidios organizados en mono o multicapa con variable producción de matrices extracelulares, condiciones que favorecen la resistencia a los fármacos utilizados para su tratamiento.(Luciana Figueredo, 2013)

La formación de una biopelícula es un proceso complejo que se inicia con la adherencia sobre una superficie abiótica, un tejido o en la interfase aire-líquido; ocurre como un proceso continuo, de acuerdo con sus diferentes fases de desarrollo: a) acondicionamiento, b) adhesión, c) síntesis de matriz extracelular, d) maduración y e) dispersión. Estas fases conducen a la formación de una estructura uniforme en forma de depósitos homogéneos y acumulaciones viscosas celulares rodeadas de una matriz de polímeros con canales abiertos para el movimiento de agua. Esta matriz proporciona a la célula protección contra factores hostiles, como la inmunidad del huésped y los antibióticos, debido a que es una malla de proteínas y azúcares que se forma alrededor de las células y crea una presión osmótica que fuerza a las biopelículas a hincharse y expandirse. La producción de la matriz extracelular aumenta con la edad de la biopelícula; además, su composición varía en función de los microorganismos que la forman (Laura Castrillón, 2013).

Los mecanismos fisiopatológicos de la Malassezia Pachydermatis, como factor perpetuante en la otitis crónica, podrían estar regulados por la producción de factores patógenos y antígenos como esterasas, lipasas, lipooxigenasas, proteasas, condroitinsulfatasas, hialuronidasas.(Gustavo Ortiz, 2013) Los principales componentes químicos de la membrana celular son los fosfolípidos y las proteínas; es por esto que las fosfolipasa y las proteasas están involucrados en la lisis celular del tejido del hospedador (Gabriella Pini, 2011). La actividad fosfolipasa es la que más se ha estudiado en los últimos años para este género, estudios comparativos de la actividad fosfolipasa entre las cepas procedentes de perros con otitis y sin otitis, arrojaron diferencias estadísticamente significativas, evidenciando que las cepas procedentes de perros con otitis presentaron mayor actividad fosfolipasa y actividad más intensa que los en los perros sin otitis. Dicha