Historia natural del quetzal (Pharomachrus mocinno) y su importancia como especie “sombrilla” para la conservación de áreas protegidas
Enviado por karlo • 29 de Enero de 2018 • 3.159 Palabras (13 Páginas) • 568 Visitas
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En la actualidad, los ornitólogos reconocen la existencia de dos variedades de quetzales:
- el del Norte, cuyo centro de origen se cree ubicado en Guatemala, distribuido actualmente en el Sur de México, Guatemala, y parte de Honduras y El Salvador, denominado Pharomachrus mocinno mocinno; y, (Johnsgard,2000).
- el del Sur, derivado del quetzal guatemalteco, distribuido en parte de Nicaragua, Costa Rica y parte de Panamá, denominado Pharomachrus mocinno costaricensis.(Johnsgard,2000)(INBIO,1999).
Morfología
El quetzal es un ave en el que las diferencias físicas entre el macho y la hembra son bastante marcadas; por ello se dice, técnicamente, que tiene dimorfismo sexual.
Algunas de las características que distinguen a machos de hembras son (Stiles y Skutch, 2007):
- Tamaño: en general, la hembra es más pequeña que el macho. La hembra mide 36 cm, el macho con su larga cola llega a medir 64 cm. El macho es inconfundible, inclusive sin las prolongaciones, debido a su cresta en forma de casco comprimida lateralmente que se extiende hacia adelante para cubrir la base del pico. La hembra y los juveniles carecen de cresta pero muestran una cola con un barreteado distintivo y el pecho gris.
- Plumaje: en general, opaco en las hembras; brillante en los machos.
- Cabeza: en el macho coronada de un penacho de plumas. La hembra no tiene.
- Pecho: rojo carmesí en los machos; verde en las hembras.
- Cola: verde y muy larga en los machos (hasta un metro); corta y con bandas transversales regulares blanco grisáceo en las hembras.
- Los especímenes inmaduros son similares a la hembra adulta, pero más bronceados por encima y con el barreteado de la cola más burdo.
- Los ejemplares juveniles son café tiznado oscuro por encima.
Distribución mundial
El área de distribución de la variedad guatemalteca (Pharomachrus mocinno mocinno) va desde la región mexicana de Chiapas hasta una parte de la región Norte de Nicaragua. En Costa Rica y parte de Panamá se encuentra la variedad ligeramente más pequeña Pharomachrus mocinno costaricensis. Se encuentra desde el sur de México hasta el oeste de Panamá. (Johnsgard,2000).
Distribución en Costa Rica
Es una especie residente relativamente común en las montañas cubiertas total o parcialmente de bosque de la Cordillera de Tilarán, y hacia el sur hasta Panamá. En la Cordillera de Tilarán se localiza desde los 1.200 m. en adelante y desde los 1.500 m. hasta alturas mayores a los 3.000 m. en las Cordilleras Volcánica Central y de Talamanca. Puede permanecer en áreas bastante deforestadas si los bosques remanentes contienen buenos sitios de alimentación y anidación (Stiles y Skutch, 2007).
Comportamiento
Son solitarios o forman parejas, aunque varios individuos se pueden reunir en un árbol con frutos. Después de criar pueden viajar en grupos dispersos y pequeños.
Es un ave que habita el dosel arbóreo, tímido y sumamente cauteloso. Al posarse durante sus viajes exploratorios lo hace con el pecho y el abdomen (muy visibles por su color rojo) en posición contraria a cualquier peligro potencial o sospechoso; en esta situación el cuerpo permanece casi inmóvil, solamente la cabeza se mueve lentamente de lado a lado. La cola en el macho no cuelga libremente sino que forma con la vertical un ángulo de 15 a 20 grados (Johnsgard, 2000).
Generalmente permanece posado sobre las ramas de los árboles, y cuando vuela lo hace especialmente por trechos cortos. El vuelo es rápido y vigoroso, majestuoso y en línea recta (Stiles y Skutch,2007).
Durante casi todo el día el quetzal permanece silencioso, no así durante el alba y, aunque menos frecuente también al atardecer, en que deja oír su canto gutural ronco. Su canto es monótono y difícil de imitar con la boca; su onomatopeya es también, por lo tanto, difícil de graficar con caracteres tipográficos. Algunos intentos de expresarlo son: guác-guác-guác; algunas veces se escucha más triste y suena más o menos como: güiii-güiii-güiii ó góiii-góiii-góiii. A veces el macho emite su llamada territorial: un canto más melodioso que suena como un silbido bitonal corto (Stiles y Skutch,2007).
Se dice de los quetzales que son aves territoriales; es decir, que cuidan un territorio mínimo, que consideran como propio. Según se ha estimado, el territorio posee más o menos 300 metros de radio a partir del tronco en que se encuentra el nido, lo cual da un área de aproximadamente 0.28 kilómetros cuadrados. Aunque no se ha demostrado que exista competencia intraespecífica, si existen observaciones de la agresividad con la que el macho actúa contra sus enemigos potenciales, especialmente contra los tucanes que comparten su habitat (tucán esmeralda, Aulacorhynchus prasinus), si considera que se aproximan mucho a su nido (Johnsgard, 2000).
Comportamiento reproductivo
La temporada de apareamiento toma lugar durante los meses de marzo y abril, en los bosques nubosos de nuestro país. Durante el período reproductivo, el macho asciende a lo alto del bosque en un despliegue de vuelo y ruido (comportamiento conocido solo en esta especie).Es un golpeteo más o menos rítmico que el macho efectúa con el pico sobre el tronco de un árbol muerto, pero en pie. Durante el cortejo, además, el macho dilata y exhibe el pecho rojo, y hay una aparente erección de las plumas de la cresta (Stiles y Skutch, 2007).
Una vez formada la pareja y preparado el nido, la hembra pone dos huevos de color azul-verdoso. Durante la estación de cría, que comprende aproximadamente los meses de marzo a junio, la pareja se turna durante todo el día para la incubación de los huevos, la cual dura unos 18 días. Su nido es una cavidad profunda y desnuda, parecida a la de los pájaros carpinteros (Picidae), con una entrada lateral única, ubicado de 4.3 a 27 m de altura sobre un tronco en descomposición en el bosque o en un claro cercano. Con frecuencia tienen dos nidadas por año (Stiles y Skutch, 2007):
Al nacer, los pichones tienen la piel desnuda y rojiza; al cabo de una semana ya se encuentran cubiertos de un fino plumón blanco-grisáceo. Eventualmente, dejan el nido después de 23-29 días de haber nacido (Johnsgard, 2000).
El quetzal
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