IMPOPRTANCIA DE LA MUJER EN SOCIEDAD

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En la época actual se deben de reconocer y aceptar los derechos e igualdad de hombres y mujeres, de hacer efectivos y prácticos los principios que consagra nuestra constitución Política Mexicana. Claro, no sólo se requiere de declaraciones y decretos, sino de la conciencia misma de la mujer; porque nosotras somos las que formamos la familia y es por ahí donde deben empezar todas las transformaciones de las prácticas antiguas sobre el trato de los hijos y de las hijas. Es importante que la igualdad que se pregona, no sólo sea bandera de políticas para ganar adeptos; las mujeres merecemos ser tratadas por igual en todos los ámbitos de la vida para que así con justa razón se pueda decir que somos seres iguales.

En la actualidad tenemos ejemplos de mujeres importantes que han sobresalido; Rigoberta Menchú, a quien se le otorgó el premio nobel por su dedicación a favor de los indígenas; Virginia Sendel Lematre, periodista de gran trayectoria, quien supo enfrentar el dolor de perder a su hija y a su nieto en un incendio, motivo por el cual inició la fundación “Michou y Mau” en apoyo para niños quemados de nuestro país; y no podría

dejar de mencionar a una extraordinaria deportista que ha puesto en alto el nombre de México “Ana Gabriela Guevara”.

Hay que cambiar!, hay que cambiar esa desgastante y desigual frase: “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” por una frase justa y equitativa: “al lado de un gran hombre, va una gran mujer”.

Compañeras: Mujeres que hoy me escuchan, yo las invito a continuar preparándonos, para que si es posible, rebasemos a estas grandes mujeres de la historia que antes he mencionado; para el bien propio, de nuestra familia, de nuestra sociedad y de nuestro gran país, que con mucho orgullo puedo decir, hoy y siempre, que es México!

¡He dicho!