IMPORTANCIA DE LA RADIO COMUNITARIA EN EL PROCESO INFORMATIVO Y EDUCATIVO EN LA EMISORA “BOLIVARIANA 93.7 FM”, MUNICIPIO SAN FERNANDO, ESTADO APURE.

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Descriptores: Importancia de la Radio Comunitaria, Proceso Informativo, Educativo.

INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, cuando se hablaba de comunicaciones, era para referirse solo a los servicios postales o correo y a la prensa escrita. Hoy, el término telecomunicaciones se emplea para toda emisión, transmisión y recepción de imágenes, sonidos o signos a través de ondas electromagnéticas, hilo telefónico o cualquier otro sistema, así como el internet.

La radio surge a finales del siglo XIX como una curiosidad técnica vinculada con investigaciones en el campo de la electricidad y una necesidad del hombre por mejorar sus formas de comunicación. Durante las dos primeras décadas, se utiliza como medio de información en el campo militar. Finalizada la primera guerra mundial, se perfila como un medio de entretenimiento-educativo, una herramienta para la comunicación mágica, versátil caracterizada por la palabra, apasionante y creativa. A pesar de que muchos vaticinaron su muerte con el surgimiento de la televisión, la radio trascendió en el tiempo porque su mensaje no tiene fronteras. Con un carácter eminentemente de entretenimiento, a principios de la segunda década del siglo XX, la radio comienza a proyectarse como un medio de comunicación masiva. En esta época, curiosos y apasionados se dejaron cautivar por ese instrumento mágico de producción sonora que ofrecía al mundo un abanico de posibilidades para comunicar.

Pese a las polémicas generadas en torno a la salida al aire de la primera emisora comercial en Estados Unidos, se considera que la KDKA de Pittsburgh, fue la pionera en iniciar con una programación regular el 2 de noviembre del año 1920. Autores como

Prieto (2001), consideran que con la salida al aire de la KDKA, surge la primera experiencia informativa en la radio, tras emitir los resultados de las elecciones presidenciales de Norteamérica. Siguiendo a Prieto, “con la programación de esa década del 20, se crean los primeros géneros informativos de la programación radiofónica: de carácter deportivo, musical e informativo” (Prieto, 2001:10). 16

A partir de allí, comenzó el interés por tener y escuchar estos fantásticos aparatos, trayendo a la postre el desenlace de dos importantes situaciones: el colapso del espectro radioeléctrico y limitaciones para su financiamiento. Para analizar estos hechos, en 1929 se produce la I Conferencia Internacional de Telecomunicaciones, (UIT), denominada en la actualidad Organización Internacional de Radiodifusión (OIR), la cual se reúne periódicamente para analizar problemas, planes y programas para el desarrollo de la radiodifusión.

En opinión de Villamizar, Venezuela se inició un poco tarde en la radiodifusión. Fue el 23 de mayo de 1926 bajo el gobierno del general Juan Vicente Gómez, cuando sale por primera vez al aire con transmisiones regulares la emisora AYRE, durante su programación se difundían “informaciones ya publicadas en los periódicos, mensajes de interés general, charlas humorísticas, música en vivo y reproducida a través de gramófonos” (Villamizar, 2005:15).

Según Prieto (2001), esta emisora además de un espacio noticioso de carácter nacional también emitía noticias del exterior. Sin embargo, su duración fue de dos años. Posteriormente el 11 de diciembre de 1930, se constituyó como la primera radiodifusora comercial de Venezuela la Broadcasting Caracas, conocida hoy día, como Radio Caracas Radio (RCR). Su programación se caracterizó por espacios musicales con orquestas en vivo, radionovelas, noticias y deportes. Prieto (2001), también advierte que en esa época aparecen en el mercado los discos de 33 y 45 revoluciones por minuto los cuales sustituyen a los de 78 y en 1945, inventan el magnetófono. “con el cual se podían hacer montajes previos al momento de la emisión” (Prieto, 2001:13).

Entre 1930 y 1950 las denominadas radios comerciales de Venezuela obtuvieron su mayor fuente de financiamiento a través de la publicidad que según Villamizar, “hizo presa de sí a los medios disponibles para ese momento” (2005:20). Las condiciones estaban dadas, una industria publicitaria fortalecida, un público ávido de consumo, emisoras con mayor potencia y penetración, pero en manos de unos pocos. Este proceso 17es lo que muchos autores no han dejado de catalogar como la Época dorada de la radio. “El medio llegó a todo el territorio nacional, se constituyeron los primeros circuitos radiales, se estructuraron los programas informativos de cobertura nacional y surgieron las radionovelas” (Villamizar, 2005:21). Posteriormente entre 1950 y 1970, surge la televisión que para sorpresa de muchos no significó el acabose de la radiodifusión. En opinión de Prieto, este nuevo medio de comunicación “ (…) significó un reto para la radio, esta modifica sus hábitos y estilo, aprovechando el progreso técnico de la época (…) el disco favoreció la programación radiofónica (…) para dar paso a los programas musicales donde la estrella era el disco” (Prieto, 2001:14).

Sin embargo, el ciudadano común poco podía acceder a estos medios, eran

definitivamente, según Arens citado por Florido 2007, “empresas dedicadas a la comunicación, con fines de lucro. Su objetivo, su primera finalidad era ganar dinero”. www.cuft.tec.ve/.../Rocio_Florido-Radios_Comunitarias.pdf. Este proceso sin duda potenció económicamente a la radio, sin embargo, en la década de los 80 comenzó a gestarse en Latinoamérica un interés porque estos medios avasallantes no se alejaran de las comunidades, de sus necesidades y se convirtieran en la expresión del pueblo. En ese sentido, surge en Perú la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, (Amarc), presidida por Michel Delorme, quien llegó a definir este fenómeno como “el conseguir hacerse oír y democratizar la comunicación a escala comunitaria”.

Una revisión electrónica sobre los inicios de este movimiento radiofónico en

América Latina evidencia la ausencia de un sistema regulatorio que garantice el ejercicio y funcionamiento pleno de estos medios. En Argentina, por ejemplo, se les denominan radios libres, en su mayoría son de baja potencia y sin licencias habilitadas para su funcionamiento. En 1989 se les adjudicó un permiso provisorio el cual tendría vigencia hasta tanto el gobierno argentino promulgase una ley. Aunque en su mayoría son de carácter comercial, en la actualidad permanecen a la espera de una norma que les garantice su libre funcionamiento. Se conoció igualmente que en México sólo hasta el 182005, se otorgaron los primeros permisos