INFORME LIBRO TODO LO SOLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE.
Enviado por Christopher • 24 de Septiembre de 2018 • 3.782 Palabras (16 Páginas) • 595 Visitas
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En el capítulo se intenta recuperar y reconstruir la visión de Marx de la vida moderna como un todo, en donde Marshall Berman alude a que el pensamiento moderno sobre la modernidad está dividido en dos compartimentos diferentes, separados entre sí: la modernización en economía y política, y el modernismo en el arte, la cultura y la sensibilidad. Vemos como al situar a Marx en medio de estos dos pensamientos resulta sorprendente descubrir que está presente en la literatura sobre la modernización.
Las similitudes entre Marx y los modernistas nos quedan todavía más claras si examinamos la frase de donde hemos partido, todo lo solido se desvanece en el aire “es decir, todo lo sagrado es profanado, y los hombres, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones reciprocas “. Esta visión modernista “evanescente” se ve reflejada en todas las obras de Marx.
En donde vemos al marxismo, al modernismo y a la burguesía atrapados en una extraña danza dialéctica, y siguiendo sus movimientos vemos cómo podemos aprender algunas cosas de importancia acerca del mundo moderno que todos compartimos.
El drama básico por el que es famoso el manifiesto, es el desarrollo de la burguesía y el proletariado moderno y la lucha entre ambos. Pero se puede encontrar que dentro de este drama hay otro drama, la lucha dentro de la conciencia del autor sobre lo que está sucediendo realmente y sobre el significado de la lucha a más largo plazo, que nos hace de alguna manera reflexionar sobre las consecuencias que puedan ocurrir.
Aquí Marx describe las bases de la modernidad, donde en todo está la presencia de un mercado mundial, que, al expandirse, absorbe y destruye todos los mercados locales y regionales. En donde la producción y el consumo y las necesidades humanas se hacen más internacionales.
A su vez los campesinos y artesanos independientes no pueden competir con la producción en serie capitalista, y se ven forzados a abandonar la tierra y cerrar sus talleres. El capital se concentra cada vez más en unas pocas manos y la producción se centraliza y racionaliza más y más en fábricas sumamente automatizadas.
En donde la única actividad que realmente significa algo para los miembros de la burguesía es hacer dinero, acumular capital. Así mismo todo lo que está dentro de la economía burguesa está sometida a una presión de innovar para estar por encima de la competencia.
Aunque los intereses de estas empresas no se centran solamente en el cambio, sino también en la crisis y el caos. “Una incesante conmoción, una inquietud y un movimiento constante”.
Esto nos deja en una sociedad moderna en la que se debe de sobrevivir adoptando nuestra personalidad a una forma más fluida, a aprender a aceptar el cambio y el desarrollo.
Capítulo 3. BAUDELARIE: EL MODERNISMO EN LA CALLE
Dentro de las pastorales modernas de Baudelaire, encontramos el prefacio titulado “ a los burgueses” aquí encontramos la adulación de Baudelaire a los burgueses por su inteligencia, fuerza de voluntad y creatividad en la industria, el comercio y las finanzas, dice además que estas cualidades están puestas a favor de realizar la idea del futuro en todas sus diversas formas: Políticas industriales y artísticas; es pues la búsqueda del progreso humano infinito, no solo a nivel económico, sino también progresar en las esferas de la cultura y la política, animados por el impulso del progreso de la industrial y la política.
En este prefacio Baudelaire apela a la creencia burguesa de la libertad de comercio, manifestando su deseo porque este ideal se extienda a la esfera de la cultura, la fe de Baudelaire en la burguesía pasa por alto las posibilidades más oscuras de los impulsos económicos y políticos, siendo esta fe una visión pastoral, visión que proclama una afinidad natural entre la modernización material y espiritual.
Baudelaire sostiene que los grupos burgueses están más abiertos a la creatividad intelectual y artística lo cual hizo que presentara en “el pintor de la vida moderna” una pastoral donde la vida moderna aparece como un gran fulguroso triunfo de la decoración y el diseño, características que hacen deleitar a Baudelaire con el auge de la vida universal, haciendo de esta pastoral, un principio importante no solo para la carrera de Baudelaire, sino también para el siglo de la cultura moderna.
Pero lo más sorprendente de la visión pastoral de Baudelaire, es que su visión lo margina en un sentido perverso de la ironía, que se combina con su peculiar integridad, aunque refleja efectivamente algo cierto e importante de la modernidad; que esta tiene la capacidad para generar formas de espectáculo exterior, tan deslumbrantes que pueden cegar a cualquier individuo con el resplandor de su más oscura vida interior.
El tema de la contrapastoral de Baudelaire, aparece por primera vez en el ensayo “Sobre la idea moderna de progreso aplicado a las bellas artes” en donde se ridiculiza la idea moderna de progreso, el pensamiento y la vida moderna en su totalidad; en la contrapastoral Baudelaire se preocupa razonablemente por la creciente confusión entre el orden material y el espiritual que propaga el romance moderno del progreso. Otra postura que se nota claramente en la contrapastoral de Baudelaire es que el artista se desconecta del mundo material del vapor, de la electricidad y del gas y también de la historia del arte pasada y futura, pues para el artista moderno no hay precursores o influencias.
La visión contrapastoral del mundo moderno y la visión pastoral del artista moderno y su arte tiene una profundización más clara en el ensayo “El público moderno y la fotografía, en donde Baudelaire se queja del gusto exclusivo por lo verdadero en el arte, es decir que el público ya no busca en las obras de arte belleza, sino verdad, pues las mentes están tanquilas por el deslumbrante poder de la fotografía para captar la realidad, para captar un instante verdadero, haciendo de la fotografía el enemigo mortal del arte.
Capítulo 4. SAN PETERSBURGO: EL MODERNISMO DEL SUBDESARROLLO
…“Ser modernos es encontrarnos en un entorno que nos promete aventuras, poder, alegría, crecimiento, transformación de nosotros y del mundo y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos, todo lo que somos”…
-Sobre San Petersburgo.
Berman habla, por encima, de San Petersburgo como representación de lo que yo claramente puedo llamar es hoy en día una “gran ciudad organizada” del
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