Innovación conceptual.
Enviado por tolero • 20 de Junio de 2018 • 3.276 Palabras (14 Páginas) • 257 Visitas
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Un sistema social funcionaría así, en diferentes esferas, en la vía de reorganización constante. Esas esferas serían las diferentes áreas de actividad humana. Por ejemplo, el área productiva, se regularía en la actualidad, aunque no totalmente, por la oferta y la demanda. El área de cohesión sico-social del sistema, regulada por la satisfacción o insatisfacción de la población. Un área de normas y reglas de organización de la sociedad en general, comúnmente conocidas como Estado, regulada por alianzas y competencia entre las fracciones dominantes. Un área de reglas de comportamientos generales reguladas por la identificación con el grupo dominante en oposición a los denominados "los Otros". A aquellas deben agregársele al menos dos aspectos más, una instancia demográfica, que denote el monto poblacional así como su variación generacional y un área ecológica, la que indica todos los factores ambientales que afectan a las sociedades tanto en forma positiva como sobre todo en forma negativa. Por otra parte el sistema detenta la organización del espacio geográfico real, diferenciando primariamente Centros organizadores y acumuladores del plus producto y plusvalía y zonas periféricas, desorganizándolas y extrayéndoles la plusvalía, generando un sistema de explotación y dominación. El espacio queda así organizado en centros y grupos dominantes y los periféricos o subordinados. La estructura de clases sociales, se erigiría, en este modelo, como el resultado de un proceso de desorganización y organización que condujo a que estás (las clases) fueran el resultado para la estabilidad del sistema social en un determinado tiempo. No obstante, este es un proceso constante, las grandes reivindicaciones sociales serían la búsqueda por liberar presión en momentos en que las luchas sociales, se constituyen en origen de fenómenos entrópicos, que de tiempo en tiempo amenazan la estabilidad del sistema social.
De esta manera, la mirada que hago al sistema de producción capitalista, es algo así como un sistema dinámico dentro de otro sistema dinámico (ver siguiente esquema). Por un lado, están las instituciones y las relaciones de poder que conforman el devenir de este modo de producción, y que he descrito en los párrafos anteriores. En este sistema se presentan pequeñas crisis, que pueden denominarse entrópicas, en el sentido que en algún momento, pueden poner en riesgo la estabilidad del mismo, en este escenario surgen pequeños cambios en el sistema que contrarrestan, estas crisis y le dan estabilidad al sistema. En ese sentido estos cambios, que garantizan la estabilidad del capitalismo, no se podrían catalogarse como escenarios negentropicos, si pensamos en la accesión de la negentropía, como la que posibilita la vida frente a la muerte, el cambio frente a la estabilidad.
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De otro lado, estaría el sistema dinámico que representa la vida en el planeta y, tal como se ha presentado por varios autores en el seminario, el origen de la vida es la manifestación del triunfo de lo no lineal, de lo indeterminado, de la emergencia, sobre lo determinístico, sobre la muerte. De acuerdo con Maldonado es la vida la que introduce una flecha del tiempo verdaderamente relevante en el universo, y el proceso mediante el cual se impone la vida es la neguentropía, es la fuerza que se impone a la entropía negativa, que destruye la vida. De esta manera, el sistema no lineal de nuestro planeta contiene, a otro sistema (capitalismo), que es generador de entropía negativa. La racionalidad capitalista solo sabe del corto plazo, en función de la búsqueda insaciable por la acumulación, ha venido destruyendo lo que en la evolución de la materia representó millones de años, para formar la vida, incluida la humana. El estilo de vida de esta racionalidad, además, del daño sistemático sobre la naturaleza, produce inequidad e injusticia social.
No obstante, las principales teorías económicas no son capaces de introducir este esquema en sus marcos analíticos. Son teorías sin tiempo, tal como el mismo capitalismo, tratando de explicar su racionalidad interna. Son teorías de la optimización, del análisis del mejor uso de las tecnologías para maximizar la producción, la ganancia y el consumo. Incapaces de pensar y transcender el cortoplacismo. Incluso en sus vertientes más recientes sobre el desarrollo sostenible, son ropajes distintos para el mismo cuerpo insaciable del capitalismo.
En ese marco se inscriben los análisis y estudios actuales sobre las desigualdades sociales, que se centran especialmente, en el desarrollo y aplicación de las técnicas de medición de la carencia económica. Por medio de lo cual se estudia que tanto la sociedad se encuentra en un grado de desigualdad en el reparto de sus bienes materiales, por ejemplo, con indicadores como el índice de Gini. Así mismo, proliferan estudios sobre la pobreza, que a partir de umbrales de ingreso, definen qué proporción de la población se sitúa en condición de pobreza, medida por dichos umbrales. La pobreza en estos enfoques es auto-recursiva, es decir, que se construye epistémicamente bajo un principio de circularidad explicativa: la carencia económica se da dentro de una distribución inequitativa natural de los recursos económicos, situación producida por el mercado. Este principio viene y es fundamento principal del liberalismo económico y se funda también en la teoría funcionalista de las clases sociales moderna: las clases son necesarias en un sistema que necesita de la diferenciación económica para subsistir y regenerarse, por lo tanto las clases sociales y la desigualdad son necesarias, cuyo principal exponente en la sociología es Parsons. Así se soslaya o deja de lado una crítica fuerte al sistema de producción capitalista, que en su racionalidad contiene el germen de la injustica social.
En este marco se debe trabajar por la construcción de una mirada amplia, multidisciplinar y en lo posible transdisciplinar de las desigualdades. Reconocer el carácter sistémico que las determina. En tal sentido, las desigualdades deben ser vistas como procesos complejos donde las formas económicas de dotación de bienes, las formas sociales de dotación de oportunidades y los mecanismos de producción de estigma funcionan como reglas de acción social, intricadas en el modo de producción capitalista. Son reglas de estructuración de lo social en un sentido amplio del término: es decir, que determinan la naturaleza del poder y la dominación en este tipo de sociedades a nivel de las reglas de estructuración mismas, a la vez que funcionan como reglas de acción social que vertebran la vida cotidiana (Arzate 2011). Es decir, una teoría de la desigualdad, definida como un sistema de fenómenos
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