Jaime Sabines Gutiérrez
Enviado por poland6525 • 25 de Diciembre de 2017 • 1.841 Palabras (8 Páginas) • 376 Visitas
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Las vanguardias literarias y el movimiento que las precedió, el modernismo literario (hablando ya del contexto hispanoamericano), tienen una función muy clara respecto a la búsqueda de cierta grandiosidad en la poesía, ya sea formal, en sus construcciones atrevidas en las que el verso alcanza música y ritmo bien definidos, o en sus intenciones de búsquedas estéticas innovadoras, ocultas en el inconsciente o latentes en la exacerbación sensorial. La influencia modernista seguirá presente aún en la poesía de los años posteriores a su auge.
Afirma Octavio Paz que la poesía contemporánea hispanoamericana comienza en 1945: en México ya se ven los resultados de la Revolución, junto con el fracaso del milagro, llevan a la percepción de una decadencia tanto económica como moral. En todo el mundo se viven estallidos sociales, lucha entre sistemas económicos y entre clases sociales. Todo esto conlleva a un profundo escepticismo, y así será también en el ámbito literario., lo que llevará a volver los ojos a la tradición, a la religión.[1]
En este panorama se inscribe la poesía del chiapaneco, que comparte las preocupaciones de sus contemporáneos, pero opta por dar una respuesta desde sí mismo, atendiendo a sus necesidades poéticas antes que a seguir las tendencias retóricas de cualquier corriente. Es por eso que en su poesía encontramos un lenguaje desprendido de intenciones literarias, pero por eso alcanza un lenguaje tan humano, tan de la realidad, que lo lleva a una sinceridad poética única. A esta forma de expresarse, (sin amaneramientos retóricos y preciosistas del lenguaje), Sabines imprime un profundo sentido íntimo, recurriendo al habla común, a las expresiones aparentemente fáciles y ciertamente cotidianas, pero de una manera que logra verter un significado más profundo en ellas.
Sabines abordó en su obra gran diversidad de temas, tantos como pudo vivir, pues para él no es posible hablar de lo que no está presente en la experiencia del autor. La poesía es una parte viviente de él, algo presente y concreto en su cotidianidad. Este es otro de los rasgos característicos que marcan su inconfundible poesía, pues la reflexión que se oculta en sus poemas, ya sean sobre el amor, la muerte, la soledad, Dios, no parte de una inmaterialidad, sino desde su vida concreta, desde un hombre que no busca ser universal, ni la voz de todos los hombres, sino uno solo, él mismo y su lugar en el cosmos. Empero, esta manera de situarse a si mismo, irremediablemente nos lleva a su automática universalización, pues lo que el poeta está expresando desde su más individual experiencia, resuena en el alma del hombre universal. Logra, por sus propia y natural forma de expresarse, una original y auténtica poesía.
Otra peculiaridad de Sabines es el talante sagrado y místico con que crea. Y con sagrado no solo nos referimos a su cercanía con la Biblia o con una convicción religiosa, sino que está en contacto con Dios, un Dios que no depende de una sola religión y que es todas las religiones a la vez. El poeta intuye su presencia, se reconcilia con él, y lo ve como a un igual. No es un Dios metafísico, sino presente en la tierra, en la vida diaria, y le canta también a él, porque lo sagrado está en buscar eso oculto de las cosas, eso que tienen de divino, de misterioso, de nunca poder conocer las cosas en su totalidad, sino por medio de un contacto físico y además poético.
Por último, tenemos una gran variedad de ejemplos en los que el poeta explora la sensualidad, el erotismo y el amor. Le canta a la mujer, al amor, a la soledad que le provoca no estar con la amada; el deseo, la voluptuosidad y el contacto carnal sí están presentes de manera explicita, sin embargo su erotismo se extiende más allá de eso. Hay una fascinación mística por la amada (como en las Cartas a Chepita se observa), el deseo transforma la ausencia en una presencia inmaterial, pero sagrada, es real. El desborde de pasión que viene ante esa presencia ya no es carnal, pero sí erótico. Le habla, la seduce, se embebe y excita todos los sentidos. Los amorosos es uno de los poemas más fecundos, en el que se puede llevar a cabo esa realización sagrada. Adán y Eva es un libro que nos devela la sensualidad del hombre y la mujer, en un plano sagrado también.
Referencias:
Flores Liera, Guadalupe, Lo sagrado en la poesía de Jaime Sabines, UNAM, México 1996.
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Universidad Autónoma de Chiapas
Facultad de humanidades
Lic. Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Alumno: Ruiz Cruz Luis Humberto
7° semestre
Profesor: Aguilar Nandayapa Mario Artemio
Literatura Chiapaneca
Trabajo: Jaime Sabines Gutiérrez
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