LA CRIMINOLOGIA CRÍTICA.

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También ello provoco varios efectos:

- Si la delincuencia es una forma, una expresión o plasmación, de la lucha de clases, ello significa que los actos delictivos tienen un carácter político.

- Percibir la delincuencia, no como determinada por estados patológicos, anormales, sino intentar entender de qué forma concreta, expresaba la lucha de clases.

- La centralidad otorgada e la lucha de clases implicaba, frente a los análisis basados en una concepción pluralista del poder, el poder detentado por elites o diseminado entre diversos grupos sociales, conceder un papel primordial al Estado como detentador del poder, como representante de los intereses de la burguesía.

2.1.6.3 La convicción de la necesidad de una praxis revolucionaria que transforme este actual estado de cosas. De allí que las teorías que se elaboren, debían tener la aptitud para provocar cambios sociales y los teóricos deberían combinar, sabiamente, la teoría y la práctica.

Lo que sí es absolutamente cierto es que si las influencias marxista en la nueva Criminología son más o menos perceptibles, sin que ello signifique, como se ha dicho, atribuirle el carácter de marxista, lo que está lejos de resultar claro, es la variante marxista que influía en ella: marxismo ortodoxo, instrumental, mecanicista, determinista, economicista o neo-marxismo o marxismo-estructuralista.

- FUNDAMENTOS HISTORICOS

A principio de los años 60’ las transformaciones masivas atrincheradas del siglo XIX empezaron a ser atacadas. El surgimiento y desarrollo inicial de la nueva Criminología tuvieron gran incidencia los acontecimientos que para ese momento histórico se presentaban vivían, todos los cuales ponían de presente una doble constante: de una parte, que el interior de la sociedad no había consenso, como que ella se encontraba en permanente y dialectico conflicto; y de la otra, que las herramientas interpretativas de la realidad que venían siendo aplicadas y utilizadas por parte de los investigadores sociales de esa época, no se compadecían, eran insuficientes, eran inadecuadas, para interpretar, precisamente, esa realidad histórica.

De allí, que acontecimientos tales como la política exterior norteamericana de fines de los 60’, se patentizó especialmente en Vietnam, Chile y el Proyecto Camelot; la revolución castrista en Cuba; el Mayo Francés y la Primavera de Praga, la masacre de los estudiantes en México, el movimiento “hippie”, etc., tuviese tanta influencia e incidencia en el surgimiento de este movimiento.

Por ello, en el año 1.968 se reúnen en Cambridge (Inglaterra), un importante grupo de estudiosos que coinciden en el rechazo de la Criminología oficial y que, si bien no se ponen de acuerdo en los contenidos fundamentales de tal posición, afirman con Stanley Cohen que “si no estamos de acuerdo en alguna cosa, probablemente lo estemos contra cualquier cosa”. El enemigo era el positivismo. Figuraban allí Ian Taylor, Laurie Taylor, Mary McIntosch, entre otros que también participaban en la Conferencia Nacional para el Estudio de la Desviación: este grupo de unos veinte sociólogos disgustados ante el camino que había tomado la Criminología en su país, lograron a través de una serie de reuniones periódicas y de publicaciones importantes, no solo crecer numéricamente, hasta llegar a contar con más de 350 miembros en cuatro años, sino de ser tomados en cuenta internacionalmente por la seriedad de sus planteamientos.

Políticamente, el grupo era bastante heterodoxo, pero les unía su insatisfacción ante el positivismo criminológico y las declaraciones hipócritas de una pretendida neutralidad científica. No aceptan los conceptos y descripciones como algo incuestionable, sino que se preguntan por qué existe una regla determinada (o ley), cuya infracción constituye desviación, cuáles son los procesos y procedimientos implícitos al identificar a alguien como desviado y aplicarle una regla (o ley), y, por último, cuáles son los efectos y consecuencias de esa aplicación de esa aplicación para la sociedad y el individuo.

Para esa época, resultan relevantes los trabajos que vienen desarrollando, paralelamente, el Instituto de Criminología de Oslo, Noruega, bajo la dirección de Nils Christie, para el año de 1.965; el grupo AJK DE Alemania, creado en 1.969; en Italia, entre otros las investigaciones de Franco Basaglia en el campo de la desviación y, concretamente, de la psiquiatría y, en América, la Unión Of Radical Criminologist, de la Universidad de Berkeley en los Estados Unidos.

Tales antecedentes dan pie a que en el año de 1.972 e reúna en Florencia, Italia, un grupo de científicos sociales europeos formados por profesionales del derecho, la sociología, la siquiatría y el trabajo social, a quienes unía un interés común por el campo de la Criminología y la conducta desviada: Nace así el “Grupo Europeo para el Estudio de la Desviación y el control Social”. La razón fundamental de su creación, era la insatisfacción sentida frente a la forma en que se había venido enfocado el delito, la desviación y los problemas sociales en sus respectivos países.

En efecto, ante la innegable crisis generalizada del Estado benefactor, común a los países de los cuales provenían sus integrantes, este grupo consideró oportuno intercambiar información sobre lo que acontecía en cada país, a fin de desarrollar un frente unido contra las variaciones del positivismo que habían venido dominando el pensamiento criminológico, al cual censuraban su tendencia a caracterizar los hechos delictivos y desviados como producto de personalidades anormales o sicológicamente defectuosas y a ignorar las agencias de control social como objeto de estudio, salvo cuando se necesita hacerlas más eficaces.

- PRESENTACIÓN GENERAL

La Criminología Critica historiza la realidad del comportamientos desviado y pone en evidencia su relación funcional o disfuncional con las estructuras sociales, con el desarrollo de las relaciones de producción y de distribución. Como consecuencia, el salto cualitativo que separa la nueva de la vieja Criminología consiste, sobre todo, en la superación del paradigma etiológico, que para el paradigma fundamental de una ciencia entendida naturalísimamente, como teoría de las causas de la criminalidad. Comportando también la de us implicaciones ideológicas, estas es, de la concepción de la desviación y de la criminalidad como realidad ontológica preexistente a la reacción social, y la aceptación acrítica de las definiciones legales como principio de individualización de aquella pretendida realidad