LA ESTETICA COMO ASIGNATURA EN LA EDUCACION SUPERIOR DE LA ARQUITECTURA

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- Abstracción; destacar la relación de la estética con la práctica arquitectónica.

Métodos empíricos

- Observación científica abierta, para conocer y tener claro que tanto la investigadora como los objetos investigados (carrera de arquitectura) podrán retroalimentar el trabajo

- Medición; para obtener información acerca de la población que considera pertinente el desarrollo del la materia de estética en la carrera.

Técnicas de investigación

- Observación de campo, como recurso principal de la observación descriptiva; se realizará en los lugares donde ocurre el fenómeno investigado; el diseño curricular de la disciplina estética de la carrera de Arquitectura.

- Entrevistas, a las autoridades pertinentes de la carrera (Director) y docentes que imparten las materias concernientes a la estética y critica arquitectónica.

- Revisión documental, para revisar el diseño curricular de la carrera de Arquitectura.

- Búsqueda bibliográfica, de información correspondiente para apoyar el fundamento teórico de la estética.

- Estadística

1.7.4 Población y muestra

- Unidad: Docentes universitarios de la Carrera de arquitectura y alumnos de último curso. Población en general.

- Elemento: Alumnos y Docentes de la Carrera Arquitectura que cursan materias teóricas de arquitectura. Grupo focal de usuarios.

- Extensión: Ciudad de Sucre.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Marco teórico

La Estética formalmente, surge como disciplina entre los años 1750 y 1758, cuando el filósofo alemán Alexander Baumgarten, escribe Aesthetika, con la que intenta llegar a una sistematización de las ideas de la belleza, planteando la estética como disciplina científica, reconociendo que los sentimientos responden a un conocimiento sensible comparable al conocimiento real,[1] más de todo ello, solo queda el término “estética”, y años más tarde, Kant fija de modo concluyente la autonomía de la nueva disciplina al separarla del conocimiento científico y de la moral.[2]

Si se analiza etimológicamente, estética proviene del griego aistêtikos (de aisthesis= sensación, sensibilidad)[3] entendiendo que el vocablo cubre el campo de la representación sensible que la obra de arte concreta, el termino actualmente quedaría inapropiado, pues la belleza, como objeto histórico de la estética, ha perdido el rol protagónico que tuvo en otros momentos. Muchos de los nuevos movimientos artísticos tienen como tema central el “concepto” y no así la “belleza”. Sin embargo esta convenido que el termino puede conservarse, pues está incorporado en el lenguaje común.[4]

Algunos conceptos generales en torno a él son los siguientes:

“…Heidegger dice que la Estética es el saber acerca del comportamiento humano sensible (Sinnlichen) relativo a las sensaciones (Empfindung) y a los sentimientos (Gefühl), y de aquello que lo determina…”[5]

Con respecto a ello Marta Zátonyi dice: Quien tiene la tarea de proporcionar los conceptos para determinar y reconocer que es el arte, es la Estética. Básicamente, es una disciplina filosófica y con sentido bicefálico, pues constantemente alimenta el mundo de las ideas, y el mundo de la empíria: mira ambos mundos retroalimentando el uno con el otro y viceversa.

Cabe decir que la Estética, rama de la filosofía (también denominada filosofía o teoría del arte) relacionada con la esencia y la percepción de la belleza y la fealdad. La estética se ocupa también de la cuestión de si estas cualidades están de manera objetiva presentes en las cosas, a las que pueden calificar, o si existen sólo en la mente del individuo; por lo tanto, su finalidad es mostrar si los objetos son percibidos de un modo particular (el modo estético) o si los objetos tienen, en sí mismos, cualidades específicas o estéticas. La estética también se plantea si existe diferencia entre lo bello y lo sublime.

La crítica y la psicología del arte, aunque disciplinas independientes, están relacionadas con la estética. La psicología del arte está relacionada con elementos propios de esta disciplina como las respuestas humanas al color, sonido, línea, forma y palabras, y con los modos en que las emociones condicionan tales respuestas. La crítica del arte se limita en particular a las obras de arte, y analiza sus estructuras, significados y problemas, comparándolas con otras obras, y evaluándolas.[6]

En cuanto a la definición del arte podemos decir:

“…Cuando hablamos sobre definición del arte, de ninguna manera ambicionamos establecer leyes como un sistema de medición que permita avalar, descartar o ubicar los fenómenos para estudiar, sino que en el mejor de los casos, solo procuramos esbozar ideas sobre la existencia artística, en base a experiencias elaboradas conceptualmente……Ante todo se puede decir que el arte es algo que surge de una confluencia entre el compromiso conciente con el mundo y la sublimación…”[7]

Sobre la Arquitectura podríamos decir:

“El vocablo Arquitectura como todos los que se refieren a seculares actividades humanas, constitutivas de la cultura histórica de todos los pueblos, tiene una connotación bien definida en el lenguaje vulgar aún cuando no satisfaga en un terreno docto. Esto no ocurre con las numerosas disciplinas que son fruto del gran desarrollo científico y tecnológico de los últimos tiempos como son la electrónica o la cibernética que pertenecen propiamente al ámbito técnico.”….”La arquitectura es el Arte de construir los espacios que requieren las actividades humanas.” [8]

“En verdad, la idea de que la arquitectura es arte está aceptada generalmente por los críticos y también por el público; en cambio, aunque parezca paradójico, a veces los arquitectos se resisten a admitir esta completa identidad, pues su actitud particular de personas interesadas en “hacer” arquitectura los lleva a valorar especialmente los motivos que se han señalado hasta ahora y que parecen afectar a la obra más concretamente que una genérica pretensión al valor de arte.”…”La aceptación