LA HISTORIA DEL BALLET Y LA EVOLUCIÓN DEL VESTUARIO A TRAVÉS DEL TIEMPO

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Desafortunadamente en Europa, el ballet comenzaba a perder interés y fue durante la mitad del siglo XIX, cuando se produjeron pocos reconocidos ballets tales como “Coppélia”, “Sylvia”, y “La fuente”, con música de Leo Delibes. Sin embargo Rusia continuó con la tradición del ballet, y todo esto gracias al coreógrafo Marius Petipa. Entre sus obras más famosas, colaboradas por Liev Ivanov, se encuentran “La bella durmiente” (1890), “El lago de los cisnes”, y “El cascanueces”, sobre música de Piotr Ilich Tchaikovski. Petipa llegó a convertirse en un punto de referencia, mientras que Michel Fokine, coreógrafo Ruso, hizo énfasis en la idea de la expresividad.

Los ballets rusos, fundados por S. Diaghilev junto con Fokine, dieron a conocer el inicio del ballet moderno, resucitando a los bailarines masculinos, ya olvidados anteriormente tales como Vaslav Nijinski, bailarin y coreógrafo considerado como el mejor del siglo XX. Crearon también un gran número de piezas como “El pájaro de fuego” (1910), “Sheherazade” (1910), y “Petrushka” (1911). Para estas piezas, fueron contratados no solo compositores y coreógrafos, para colaborar con los ballets, sino también a pintores, poetas, artistas y famosos compositores de Europa occidental, como Pablo Picasso y Maurice Ravel.

George Balanchine junto con el bailarín y coreógrafo ruso francés Serge Lifar, abrieron nuevos caminos al ballet, junto con los demás artistas que contribuyeron a las grandes obras, floreciendo el ballet en Europa y en América.

Los bailarines también ayudaron a contribuir a lo que es hoy la danza o el ballet moderno, por ejemplo Anna Pavlova, bailarina de las primeras épocas de los ballets, creó su propia compañía, Fokine trabajo luego con el futuro American Ballet Theatre, Massine colaboró con el Ballet Ruso de Monte Carlo, compañía que fue creada poco después de la muerte de Diáguilev. Marie Rambert y Ninette de valois, antiguos miembros de los ballets rusos, colaboraron en la difusión británica del ballet, y finalmente De Valois fundó la compañía que en un futuro llegaría a ser el Britain’s Royal Ballet. De esta manera, el ballet evolucionó y seguirá haciéndolo cada vez más.

II. ÉPOCA CORTESANA

El ballet cortesano es un género de ballet el cual nace a finales del siglo XVI en la corte francesa, el cual incluye poesía vocal, instrumental, y musical, coreografía junto con escenografía. Fue bailado principalmente por la familia real, por cortesanos y raramente por algunos bailarines profesionales.

El ballet cortesano está compuesto de piezas de ballet junto con unos intermedios en los cuales los bailarines van bailado por turnos. El último intermedio es interpretado por todo el grupo de bailarines, cerrando así la pieza.

El ballet Des Polonais fue uno de los primeros ballets cortesanos interpretado por Catalina Médicis en el museo de Louvre con el fin de recibir a los embajadores polacos, los cuales llegaban para anunciar a su hijo el duque de Anjou, el cual se convertiría en Enrique III, para su futura elección al trono de Polonia.

Otro de los primeros, y muy célebres ballets cortesanos fue el Ballet Cómico de la reina en 1582, el cual continuó una gran producción de ballets durante el reinado de Luís XIII. Después de la Fronda, el ballet, después de haber sido olvidado, volvió a nacer llegando a la cima durante el reinado de Luis XIV, el cual poseía una gran pasión por la danza y el espectáculo. La estructura del ballet cortesano, bajo el reinado de Luis XIV, se basaba en la representación de un acontecimiento dramático, basado en distintas temáticas, generalmente de la mitología griega y romana, aunque también existieron ballets burlescos.

En su organización y en su montaje, el vestuario era de gran importancia. La extravagancia de los vestidos del ballet cortesano era lo primordial; los tejidos eran elaborados con oro y plata pura, la seda era uno de los materiales fundamentales en estos. Las formas rebuscadas y los patrones recargados jugaban un papel importante, y todo esto para así demostrar el poder y el lujo de la monarquía. Las máscaras y pelucas eran frecuentemente utilizadas por los bailarines junto con otros accesorios tales como grandes y pesados tocados para la cabeza.

El estilo de los vestidos estaban frecuentemente marcados por la estética barroca de la moda en la época. En su surgimiento, las formas del Rhingrave, prenda utilizada en el siglo XVII, y del conjunto a la francesa eran muy comunes entre los vestidos de los bailarines. Las plumas y los retazos de tela eran esenciales sobretodo para los trajes portados por el rey o por la monarquía, haciéndolos ver más extravagantes y lograr captar la atención del público. Estos vestuarios, a pesar de ser extravagantes y lujosos, eran sin duda alguna demasiado pesados, lo cual limitaba el movimiento de los bailarines. Los zapatos con tacón o plataforma eran usados para bailar, mostrando as a los bailarines como personas elegantes, y esto también limitaba sus movimientos, ya que requerían de un mayor equilibrio al que el ballet en sí requiere. Los miriñaques entorpecían a las bailarinas ya que estos estaban hechos de alambres en forma de aros alrededor de la cintura par abajo, dándole así vuelo a la falda.

En 1661, el Rey Luis XIV fundó la escuela Academia Royale de danse. Beauchamp fue el primer bailarín de ballet profesional, teniendo un gran conocimiento de la opera y creando también coreografías de la primera producción de la nueva empresa Pomone, con un arreglo musical de Robert Cambert. La ópera-ballet y la comedia-ballet, se dieron a conocer cuando en 1670 el rey Luis XIV decidió no contribuir más ballets, y este en general recibió un golpe mortal, creando estos dos géneros nuevos protagonizados por Lully.

III. ÉPOCA CLÁSICA

III. I. El ballet clásico

El ballet clásico se caracteriza por su popularidad, y es aquel que muestra coreografías delicadas acompañadas por música clásica o música instrumental. Este ballet exige de mucho tiempo de preparación en forma y técnica. El vestuario utilizado principalmente son unas mallas, acompañadas de una trusa, y opcionalmente una falda o un tutú. Los bailarines, en sus años de principiante, utiliza unas zapatillas media punta, hasta que sus huesos, tales como los tobillos, sean lo suficientemente fuertes, y este sea más profesional para soportar los zapatos de Pointe, o las zapatillas de punta.

Este ballet está basado en posiciones, pasos y diferentes formas de cargar el cuerpo, y se originó antes del siglo XX. Estos