LA METILACIÓN DEL ADN Y SU RELACIÓN CON EL CÁNCER.

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Funciones de la orientación.

Vilera (2000) expresa que, la misión y sentido social de la labor de la Orientación en Latinoamérica, es entendida en un horizonte ético, coexistente culturalmente con una tarea contra la desigualdad social, en una acción participante proactiva a partir de las circunstancias históricas concretas en las que intervienen los Orientadores día a día. En consecuencia, debe asumirse como un proceso de co-transferencia producto de la complejidad social y cultural reinante que le obliga a ampliar su visión antropológica y a facilitar la expansión de potencialidades múltiples en las personas para responder a los nuevos y variados referentes laborales.

Rol de los adultos significativos en una institución.

El docente o adulto significativo debe poseer unas competencias básicas para desempeñarse exitosamente en el campo de la educación: precisa tener una sensibilidad humana entrañable y un profundo conocimiento del desarrollo evolutivo del niño y la niña, de las formas como aprenden, de sus intereses y necesidades básicas, de sus derechos, de sus potencialidades y de su realidad sociocultural. Desde esta perspectiva, corresponderá entre otros roles el de planificar, evaluar y mediar el proceso de aprendizaje, así como diseñar y propiciar las situaciones en las que el niño y la niña se involucren de manera activa y constructiva.

Asimismo, en su rol como mediador el docente propiciará la adquisición de nuevos aprendizajes y potenciará el desarrollo, creará condiciones para que los niños descubran, exploren, manipulen; atenderá a sus requerimientos cuando sea necesario, además propiciará que el niño incorpore y relacione los nuevos aprendizajes con sus conocimientos previos. Igualmente, el docente debe tener la responsabilidad de organizar un ambiente que propicie un clima favorecedor de los derechos y de los aprendizajes donde exista libertad de acción, respeto por las personas, por los recursos y las producciones, generando la oportunidad de variadas interacciones con elementos del entorno que permita al niño conocer los fenómenos naturales y tener un conocimiento del por qué se producen.

De acuerdo a lo planteado, la mediación y el ambiente positivo de aprendizajes son elementos metodológicos esenciales para la acción pedagógica. Es por ello que el docente no puede dejar de lado su rol de mediador en el proceso de aprendizaje, siempre partiendo de experiencias, motivaciones y conocimientos previos de los niños, planteando retos y situaciones problemáticas que sean significativas y funcionales para los niños y las niñas, planteando preguntas en dirección de la solución sin ir directamente a esta con la finalidad de dar la oportunidad al niño de pensar, razonar y poco a poco generar posibles soluciones o generarse diversas hipótesis. De tal manera, generará procesos de reflexión, las cuales van a convertir al niño en agente activo de su propio aprendizaje y no en simples receptores de información.

En síntesis, se considera que la carrera de la docencia es la más complicada de todas porque implica ser modelo, ejemplo a seguir, lo que demanda tener una conducta intachable, una moral digna. El profesional de la enseñanza debe ser también un perito, un conocedor de todas las materias pero más importante, debe saber trasmitir sus conocimientos y formar en el alumno el hábito de la investigación, orientándolo a la búsqueda de la verdad y la construcción de su propio conocimiento. Además, el docente como adulto significativo en una institución educativa, deber ser un líder, demostrar características de liderazgo, tener una visión de futuro y saber comunicarla, una visión de la educación innovadora y avanzada, es decir, asumiendo los nuevos paradigmas y sus implicaciones.

Rol de la orientación con otras profesiones de ayuda.

La práctica de la orientación ha de estar guiada por una teoría que le dé sentido. Entre teoría y práctica se utilizan los modelos, que funcionan según Rivas (2003), como marco de referencia para guiar la acción. Los mismos se describen a continuación:

Modelo clínico o counseling: El orientador interviene directamente sobre el alumno, de forma individual. Se basa en la relación personal de ayuda psicológica entre orientador y orientado. Es externo al centro educativo, el tutor actúa bajo la supervisión del especialista. Actúa cuando surgen problemas, o sea, es reactivo.

Modelo de servicios: Se trata de servicios que intervienen de forma directa sobre los alumnos, pero de forma grupal. Tienen una gran dependencia administrativa de los órganos superiores, como el departamento de orientación. Es interno al centro escolar, pero actúan los especialistas en psicopedagogía sin ninguna coordinación con los docentes. Realizan todo tipo de funciones, pero se centran en los alumnos con problemas por lo que es más bien reactivo.

Modelo por programas: Intervienen de forma directa y grupal sobre los alumnos, aunque también cabe la intervención indirecta. Es interno al centro escolar, el programa se crea según las necesidades de cada centro. Necesita la colaboración de los profesores del centro. Es proactivo, va dirigido a todos los estudiantes antes de que surjan los problemas.

Modelo de consulta: La intervención es indirecta, o sea, el orientador asesora a un agente educador como el profesor para que éste sea el que intervenga sobre el alumno. Supone una relación de colaboración entre orientador y profesor. Es grupal, aunque también puede ser individual. Es interna al centro, pero puede ser externa. Es proactiva, la consulta debe aparecer antes de aparecer el problema para ser preventiva, aunque puede ser reactiva. El orientador asume una función de agente de cambio, al ser un consultor del equipo docente, directivo, padres, estableciendo canales de información y colaboración entre todos ellos.

Modelo tecnológico: Se basa en las nuevas tecnologías multimedia autoaplicables por medio de las cuales se puede ofrecer información y orientación vocacional. Ello no elimina la presencia del orientador, aclarando dudas, informando, ayudando al sujeto en su labor de síntesis y reflexión.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS2

Bisquerra, R. (1998). Modelos de Orientación e Intervención Psicopedagógica. Barcelona: CISS, Praxis. S.A.

Bisquerra, R. y Alvarez P. (2000). Modelos de Orientación y Educación. Disponible en www.campus-owi.org/revista.com.

Bisquerra, R. y Renon P. (2002).