La ética, preocupación del mundo contemporáneo

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medía anteriormente con el PIB, pero este indicador solo podía respaldar y garantizar la evaluación del desarrollo económico sin poder garantizar lo mismo del desarrollo social, asi que a partir de los años noventa se planea el IDH, que proporciona una visión mas integrada, sin desaparecer el indicador anterior, sino haciéndolo parte de sus parámetros. El desarrollo constantemente relaciona los objetivos sociales que deben ser cubiertos como respuesta al progreso de una sociedad, y por ello debemos tener presente que “el desarrollo se entiende a la vez como un proceso de cambio en una sociedad y como resultado de dicho proceso” (Martínez, 2004). ¿Cómo podemos generar ese progreso social cuando la misma sociedad no evolucionada a causa de los prejuicios, cuando las ideologías encuentren conflictos de convivencia en la sociedad que pretende ser plural y multicultural? Resulta conveniente ir entendido una mayor perspectiva al respecto para que seamos cada vez seres más justos y por ende éticos.

Desarrollo:

La ética del desarrollo determina los fines y normas del desarrollo económico y social, para hacer de él algo integral, que ayude a la ascensión de todos los hombres hacia lo más humano en todas sus dimensiones, económica, biológica, psicológica, social, cultural, ideológica, espiritual, trascendente. Una de sus principales tareas es la valoración crítica de los unes y medidas fundamentales de los modelos alternativos abiertos para el desarrollo de una nación especifica. Además, busca determinar los supuestos éticos de un desarrollo sostenido, justo y equitativo, cuyos valores fundamentales se orientan a satisfacer las necesidades humanas básicas, la democracia participativa, el respeto por el medio ambiente y la oportunidad igual para el desarrollo personal.

En la medida en que un pueblo o un conjunto de pueblos, en el marco de una nación o de un conjunto viable de naciones, empiezan a recuperar su identidad o su dinámica estructural, se hace posible una política de desarrollo, la colectividad puede formular entonces un proyecto de sociedad y fijar los medios para realizarlo: poderes, planes, organizaciones, etcétera; en esta perspectiva de un desarrollo a través de la recuperación sobre los procesos sociales y las estructuras en que éstos se organizan, se inscriben los problemas éticos del desarrollo.

Cuando el desarrollo no vincula el crecimiento económico con la justicia social, propicia una mayor dependencia del Tercer Mundo respecto a los países industrializados y no la autodeterminación. Como política social internacional y como estrategia de justicia mundial, el desarrollo debe contribuir a garantizar la paz, y como condición básica para tal fin debe contribuir a crear en el Tercer Mundo las exigencias mínimas de una vida humana digna.

Conclusión:

El desarrollo económico y la educación están muy relacionados, pero es innegable que estos dos factores influyen de manera indirecta sobre la contaminación, la pobreza, la mala división de los recursos mundiales, y otros factores.