La Edad Media

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Las risas y el juego.- La risa describe situaciones cómicas que pasaban durante la edad media y que siguen siendo graciosas ahora. También las inagotables bromas de carácter sexual o escatológico cuando se refiere a los hombres. Ante esto la iglesia frunce el ceño ya que cree percibir envidia y maledicencia que puede convertirse en mal comportamiento o desobediencia. Las reacciones ante la risa y el juego siempre son exageradas ruidosas y desordenadas.

Algunas fiestas tienen origen pagano pero tienen un pequeño toque de cristianismo, casi todas tienen connotaciones sexuales o mágicas, la comida aquí es muy importante: Un ejemplo de estas en la vida actual serían las pastorelas o las danzas relacionadas a fechas religiosas, aunque se relacionan con estas fechas los danzantes nunca entran a la iglesia.

El baile surgió en el siglo XV, la iglesia veía mal el tipo de baile donde los cuerpos de distintos sexos rozan era un horror y una depravación que los hacia enloquecer.

El renacimiento del teatro popular es en Italia y en el norte de Francia donde se despertó el gusto por este tipo de fiesta colectiva que se basa en un espectáculo.

El carnaval es una festividad sin contenido religioso aunque sirve para parar un periodo de penitencia puesto por la iglesia, se utilizan disfraces mascaras etc., actualmente se sigue practicando y es una gran fiesta que sirve para la distracción y la diversión.

La banca.- La Banca empieza a desarrollarse y a parecerse a lo que hoy denominamos negocio de intermediación financiera durante la Edad Media. El mantenimiento durante siglos de la especialización bancaria consolidada a finales del Imperio Romano produjo un estancamiento en el desarrollo bancario. Tanto la contracción del comercio europeo como la oposición de la Iglesia que condenaba el préstamo a interés, generaron hasta el siglo XI un cierto letargo de la banca. Fueron las Cruzadas las que provocaron con los grandes movimientos de personas, tropas y bagajes un claro renacimiento de la actividad comercial a lo largo y ancho del Mediterráneo lo que estimuló la aparición de nuevos instrumentos financieros.

También muy pronto aparecen como prestamistas de dinero algunos Monasterios. Las grandes propiedades de las que eran dueños o usufructuarios y las rentas obtenidas de ellas les permitían realizar préstamos de dinero que a veces se garantizaban con hipotecas constituidas sobre propiedades rurales. Estos préstamos no eran muy lucrativos y su interés era muy bajo ya que la idea fundamental de estas operaciones era arrancar de las garras de los usureros al pueblo llano. De ahí nace la idea de los Montes de Piedad y de las Cajas de Ahorros que dejamos para posteriores Notas.

La Ética en San Agustín.- El concepto básico de la ética de San Agustín es el amor, que coincide con la voluntad. La meta final de las aspiraciones humanas es la felicidad. Y esa felicidad la consigue en Dios que es lo imperecedero y que es amado por su propia voluntad, Dios creo al hombre a su imagen y solo Dios encuentra al hombre la realización de sus aspiraciones.

La tendencia del hombre hacia él se basa según San Agustín en el pecado original con el que el hombre no puede liberarse por sus propias fuerzas, si no que depende de la gracias de Dios.

La ética en Santo Tomas.- Santo Tomas divide las virtudes en teologías y virtudes cardinales naturales. Las primeras fe, amor, esperanza y de entre ella el amor que es la que orienta al ser humano es la que orienta todos los actos humanos hacia su fin último y divino. Las virtudes determinan la actitud interior del hombre mientras que el orden externo y la conducta se rigen por reyes. El legislador supremo es Dios puesto que impone el ordenamiento del mundo entero.