La Planificación Cultural en Venezuela
Enviado por Stella • 27 de Abril de 2018 • 7.638 Palabras (31 Páginas) • 450 Visitas
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Posteriormente, la idea de lo privado va a evolucionar en paralelo a la conformación de la sociedad civil y el Estado. Así, el concepto de lo público fue progresivamente acercándose más a la noción estatal, por otra parte con el surgimiento del mercado producto de la concepción liberal que da origen al capitalismo, la élites burguesas establecieron aún más diferenciaciones entre lo que es la sociedad civil y el Estado y aunado a eso, el liberalismo fundamentado en el individuo, como entidad capaz de tomar las mejores decisiones por si mismo, de forma libre y racional, imbricando la noción del mercado como abstracción que consigue los equilibrios por sí mismo, delimitó de manera más clara lo pertinente entre un ámbito y otro, dejando a la esfera estatal el monopolio de lo político a fin de establecer un orden social.
Por ejemplo para Arendt (2009), la esfera pública se define en tanto hay un grado de igualdad ante la ley, y lo privado se circunscribe a lo particular.”La distinción entre la esfera privada y pública de la vida corresponde al campo familiar y político que han existido como entidades diferenciadas y separadas al menos desde el surgimiento de la antigua ciudad-estado” (p. 41). No todos son iguales, pero la ley brinda esa posibilidad de construir igualdad. Es evidente que ante el retroceso de los estados nacionales y frente a las nuevas tendencias de la política es necesario una mayor participación de la sociedad civil, pero dicha participación requiere, de manera fundamental el establecimiento de cierto nivel de consensos.
Por ello, el pensamiento democrático y hegemónico de los Estados modernos coadyuvo a una especie de paralelismo entre el liberalismo económico y político, generando confusión entre la generación de riqueza y el máximo desarrollo de los derechos democráticos y la posibilidad de igualdad real entre los individuos, porque el mismo genera riqueza y es consumidor de bienes y servicios. Así pues la convivencia de varios individuos en sociedad implica la construcción de un espacio público y la conducta cívica no existe desde el punto de vista de la esfera privada.
y las raíces de las acciones que dentro del particular.
Quedando clara la definición de lo público y lo privado incluyendo los actores principales de tales condicionantes, cabe señalar que la cultura por referirse a la esfera pública del Estado responde a modelos estratégicos y operativos de planificación, ya que si bien se planean las acciones en función del impacto social generado de la política que así lo determina, es en la operatividad donde efectivamente se validan o no dichos lineamientos. En Venezuela, la evolución de la cultura ha tenido grandes momentos según el período político que se analice, pero es a partir de la llamada “era democrática” en donde se observan cambios sustanciales regidos por las políticas así implementadas, y que efectivamente dan pié a la actual visión cultural, pero para ello, es necesario conocer cómo ha sido el transcurrir de la cultura.
1959: Dirección de Cultura y Bellas Artes.
Después del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez el 23 de Enero de 1958, ocurre un gran momento de transición en la historia política venezolana, ya que se forma la Junta presidida por el Almirante Wolfang Larrazábal en un período de transición, en donde los partidos políticos se lanzan a la caza de la silla electoral, y es Rómulo Betancourt quien se alza como Presidente de Venezuela para el período 1959 – 1964. Culturalmente hablando, cabe señalar que Pérez Jiménez se encargó de exaltar los ideales nacionalistas en la sociedad venezolana de aquellos años durante su gobierno, y es en la educación en donde se concibe la cultura. Así lo ratifica la memoria y cuenta presentada por el Ministerio de Educación ante el Congreso Nacional de la República de Venezuela en donde se destaca la Dirección de Cultura y Bellas Artes. En líneas generales, en dicho documento se describen las metas llevadas a cabo durante ese año, y la acción cultural estuvo sucinta a la labor desempeñada en los institutos de educación artística, pues se evaluaban pensums, nivel profesoral y presupuestos y dotación así como se establecían los puntos de quiebre del programa educativo y las proyecciones que en el futuro debía abarcar la educación como medio de transformación cultural.
En cuanto a la música, se establecen las bases para crear escuelas de diferentes campos, pero dirigidas a la música clásica y de cámara principalmente como parte de un programa nacional de expansión que pretende abarcar las ciudades más importantes de la República. Funcionaba un Instituto de Folklore bajo las premisas de la antropología, ya que se emprendió un trabajo por conocer todas las manifestaciones culturales de Venezuela en los pueblos más recónditos, y algunas de las mismas, ya estaban codificadas para el público y el acceso a esa información era muy amplio y de manera gratuita, pues se intentaba la identificación de “lo propio” en el venezolano a través del conocimiento y divulgación de la cultura. Paralelamente, la evolución de la información audiovisual tuvo su impacto cultural, y en base a eso, se crearon programas pilotos de información cultural que fueron estadísticamente probados y dieron unos resultados muy notorios, ya que toda la población encuestada que tenía acceso a la televisión, aprobaron la programación e incitaron a la formulación de nuevos contenidos en el particular.
Con respecto al material impreso, la planificación de actividades culturales estuvo enmarcada en la producción y divulgación masiva gratis para los venezolanos, pero la realidad no se ajustaba mucho a la demanda de tales publicaciones, pues cabe recordar que la sociedad venezolana de aquel entonces poseía altos índices de alfabetismo, por lo que el tiraje de las publicaciones oficiales era voluminoso pero para un público bastante reducido. No obstante, revistas como “Tricolor”, “Educación”, “Letras Venezolanas” y la Revista Nacional de Cultura (entre otras), aumentaron sus ediciones y esto también tuvo buena aceptación por parte de la población que las consumía y espacios como la Biblioteca Nacional, abonaba aún más el terreno para la divulgación de dichos contenidos. Asimismo, los espacios de los museos y otras actividades realizadas en las academias como la de la Historia, permitieron la proyección del quehacer cultural nacional, y en pro de ello, se incentivaron las labores de reconocidas figuras sociales de la época que trabajaban arduamente por construir un ideal nacional enmarcado en el conocimiento de los valores y las tradiciones del venezolano.
INCIBA
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