La Procuraduría Federal de Consumidor

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Sin embargo, las características y complejidad del fenómeno de consumo continuaron evolucionando, por lo que el marco normativo y administrativo tuvo que adecuarse a fin de responder con eficacia vertiginosa transformación que esta materia experimentaba. Por ello en 1992 es publicada la nueva Ley Federal de Protección al Consumidor, la cual establecía, entre otras modificaciones sustantivas, las tendientes a mejorar la eficiencia de los mecanismos de atención y defensa de los derechos de los consumidores, siendo la más importante fusión de los dos organismos existentes.

Al respecto la exposición de motivos del nuevo ordenamiento explicaba la adopción de esta medida de la siguiente forma: “… La necesidad original de contar con dos organismos para atender las necesidades de los consumidores se ha convertido, en un riesgo de duplicación de instancias administrativas que dificulta al Estado la posibilidad de solucionar los requerimientos de la población consumidora. Por ello, la presente iniciativa propone fusionar ambas instituciones en una nueva Procuraduría Federal del Consumidor, que fortalezca su presencia en la sociedad y atienda eficaz y oportunamente a la población”.

De esta forma a partir de ese año, desapareció el Instituto Nacional del Consumidor, y la Procuraduría Federal del Consumidor asumió plenamente la importante encomienda de unificar y mejorar los mecanismos de prevención y sanción, logrando así fortalecer la congruencia en la toma de decisiones y su ejecución, amén de optimizar la operatividad y canalización de recursos.

Desde su creación, la PROFECO ha evolucionado, ha fortalecido su presencia ante los mexicanos como una institución accesible y confiable que ha sabido responder a las exigencias del público consumidor en los diferentes momentos en que su presencia e intervención han sido necesarias.

Hoy, ante las enormes transformaciones económicas y sociales que México ha experimentado, esta institución enfrenta nuevos retos. Paradójicamente, una auténtica libertad del mercado no podría concebirse sin la efectiva y oportuna intervención del Estado en los ámbitos legales, administrativos y judiciales tendientes a controlar y evitar el surgimiento de prácticas desleales o abusivas que vicien ese mercado y expongan al consumidor a un esquema de comercio desigual e inequitativo.

En efecto las características propias de una economía de mercado exigen una firme y decidida tutela de los intereses de los consumidores, la cual, lejos de considerarse un factor de distorsión o entorpecimiento en el comportamiento de la economía, se traduce en una herramienta indispensable para proporcionar y garantizar, en la demanda de bienes y servicios, la capacidad efectiva de elección que justifica y estimula la libre competencia entre proveedores.

Por esta razón, la PROFECO reitera su compromiso de servicio con los consumidores de México.

Con el tiempo, la modernidad también alcanzó a esta dependencia oficial y comenzó a cambiar su organigrama, su misión y visión y a tomar acciones específicas en defensa de los consumidores.

Según datos de la propia institución, de las 110,000 quejas que recibe anualmente, 81% obtienen una conciliación a favor del consumidor. Además, investiga constantemente productos para evitar abusos o sobreprecios y le da seguimiento a las denuncias interpuestas por los consumidores.

La PROFECO también edita la publicación Revista del consumidor, que contiene secciones fijas con información útil e interesante. Dichas secciones son: Tecnología Doméstica, Estudios de Calidad, Finanzas Personales, Consumo 2.0, Qué hacer si… y un área de recetas nutritivas y económicas para preparar en casa. Esta revista se encuentra en línea en la dirección www.revistadelconsumidor.gob.mx

México es el segundo país latinoamericano con una Ley Federal de Protección al Consumidor y el primero en crear una Procuraduría. La experiencia mexicana es importante, especialmente para los países que empiezan a trabajar en la protección de los derechos de los consumidores.