La biotecnología blanca

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La biotecnología industrial es una tecnología multidisciplinar e incluye la aplicación integrada de disciplinas como la bioquímica, la microbiología, la genética molecular y la tecnología de proceso para desarrollar procesos y productos útiles, basados ​​en células microbianas, animales o vegetales, sus orgánulos o enzimas como biocatalizadores. Particularmente microorganismos han recibido mucha atención como un instrumento biotecnológico y se utilizan en los denominados procesos de fermentación. Numerosos útiles bacterias, levaduras y hongos se encuentran ampliamente en la naturaleza, pero rara vez se encuentran las condiciones óptimas para el crecimiento y formación de producto en su entorno natural. En condiciones artificiales (in vitro), el biotecnólogo puede intervenir en el ambiente de la célula microbiana (en un fermentador o bio-reactor), así como en su material genético (ADN), a un mejor control y dirigir el metabolismo celular durante estos procesos de fermentación . Debido a su extremadamente alta versatilidad sintética, la facilidad de uso de materias primas renovables, gran velocidad de las reacciones microbianas, el crecimiento rápido y relativamente fácil de modificar el material genético, muchos microorganismos son extremadamente eficientes y en muchos casos caballos de batalla indispensables en los distintos sectores de la biotecnología industrial.

La biotecnología industrial se ha practicado durante mucho tiempo en una serie de sectores de la atención de salud, industria alimenticia y química fina. En la actualidad, esta tecnología penetra cada vez más en áreas como la química a granel y suministro de energía, en un mundo donde el desarrollo sostenible es la palabra clave.

Un estudio de McKinsey ha indicado que la cuota de mercado de la biotecnología industrial aumentará fuertemente en todas las áreas para el 2010, pero sobre todo en la producción de química fina [2]. El grado de penetración estimada en el año 2010 se estima que se encuentran entre el 30% y el 60% para los productos de química fina y entre el 6% y el 12% de polímeros y productos químicos a granel. Tomado en el conjunto de la industria química, la penetración de la biotecnología se estima actualmente en el 5% y se espera que aumente a un 10-20% en 2010, y fuertemente aumentar aún más después. La velocidad de penetración dependerá principalmente de una serie de factores tales como los precios del petróleo crudo y las materias primas agrícolas, el desarrollo tecnológico y la voluntad política de apoyar y estructurar esta nueva tecnología.

- RECURSOS RENOVABLES VERSUS NO RENOVABLES

Los recursos renovables fueron parte fundamental de la industria de la revolución industrial y la incursión de la industria petroquímica .

Los recursos renovables tienen un precio que es la mitad de los no renovables.

El uso de recursos renovables como materia prima para (no alimentarios) con fines técnicos no es ciertamente nueva [6]. Las personas ya utilizan dichos materiales desde las primeras civilizaciones en adelante. Para satisfacer sus necesidades básicas, la gente ha utilizado las materias primas de origen vegetal y animal, a partir de fibras naturales para la ropa, leña para la calefacción, la grasa animal para la iluminación de colorantes naturales para la industria textil y obras de arte, etc.

Las primeras actividades industriales también se basaron en gran medida en el uso de recursos renovables y esto continuó hasta la revolución industrial. En el siglo 19 se produjo un cambio fundamental, provocada por la aparición de la química del carbono (en base a carbón, aromáticos y gas de síntesis) y en el siglo 20 por el desarrollo de la petroquímica. El uso de materias primas renovables se redujo significativamente, principalmente como consecuencia de los precios extremadamente bajos para los recursos petroquímicos. Durante este período, la industria química fuerte desarrollo se basa casi sistemáticamente en los recursos petroquímicos. Hoy en día, una gran parte de la industria química se basa en los recursos petroquímicos y nuestras necesidades de energía también se cumple en gran parte por los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. Actualmente, el 95,8% de todas las sustancias químicas orgánicas producidas en Europa (incluido el combustible) se basan en los recursos fósiles.

Sin embargo, un buen número de industrias importantes son todavía se basa en materias primas renovables. La mitad de las fibras utilizadas en la industria textil son las fibras naturales (algodón, lana, lino, ..), la industria oleoquímica suple nuestras necesidades higiénicas diarias para el jabón y detergentes a base de aceites vegetales, la industria de la construcción sigue utilizando una gran cantidad de madera y otras fibras naturales como material de construcción, etc. Además, la petroquímica no ofrece una alternativa realista para el uso de materias primas renovables en varias aplicaciones importantes. Por ejemplo, casi todos los antibióticos son hechos por procesos de fermentación, a partir de azúcares naturales y aproximadamente la mitad de nuestros medicamentos todavía están aislados de los organismos vivos.

La crisis del petróleo entre 1973 y 1979, cuando la OPEP elevó los precios del petróleo de 2 a 30 $ por barril (1 barril = 159 l), dio lugar a un renovado interés por los recursos renovables. Como resultado de esta crisis, seria preocupación creció sobre nuestra creciente dependencia de los recursos fósiles y el hecho de que éstas no son infinitamente disponible. Esta preocupación se canalizó en gran medida políticamente en la cuestión energética y dio lugar a muchos estudios sobre el desarrollo de fuentes alternativas de energía. Los resultados de estos estudios subrayaron que las materias primas renovables eran (todavía) no competitivo y el entusiasmo por las materias primas renovables rápidamente desaparecieron cuando el precio del petróleo cayó de nuevo y la economía volvieron a la normalidad.

En los años noventa, las discusiones en torno al desarrollo sostenible y el efecto invernadero, así como el surgimiento de los partidos políticos verdes proporcionan nuevos impulsos. Los problemas relacionados con los excedentes de alimentos en la Unión Europea son también una importante fuerza motriz. Debido a los enormes costes derivados de estos excedentes de alimentos, la UE intervino fuertemente en la Política Agrícola Común europea (PAC). Para este propósito, la Unión Europea ha desarrollado el concepto de la tierra "retirada de tierras" en el año 1992. De acuerdo con este