La ciudad como entorno.

...

En dicha dimensión, la calle cumple el papel preponderante, a tal punto que algunos la llaman la escuela de la vida, para Louis Ferdinand Céline. (1968) “el ser que está alcanzando la conciencia tiene como maestro el azar, que es la calle, diversa y múltiple hasta el infinito en verdades, más simple que los libros”. (p. 38-39)

Jane Jacob en su libro “muerte y vida de las grandes ciudades” nos muestra la importancia de las aceras de las calles como lugares naturales del juego espontaneo de los niños, y es que quien no recuerda juegos como el ponchado, escondite o banquitas, juegos que no tendrían el mismo valor y significado en nuestras vidas si se hubieran jugado en otro lugar que no fuera la calle, espacio público que está siendo contaminado por el acelerado materialismo que sufre nuestra sociedad, que se preocupa más por el tener y no el ser.

En la actualidad la violencia, la inseguridad y el tráfico son los causantes que estos espacios se perdieran, espacios que están siendo reorganizados mediante la reurbanización que busca crear ciudades más bellas, amables y confortables, fortaleciendo así la educación.

La ciudad es un medio denso, cambiante, diverso y emisor de información, por donde se mire estaremos bombardeados por esta, y nos cuenta a través de imágenes, sonidos y silencios la vida de quienes la habitan.

Por último analizaremos la ciudad como contenido educativo (Aprender la Ciudad) de las dimensiones que analizamos dentro de este ensayo, es tal vez está la más importante puesto que nos enseña que para cambiar la imagen de una ciudad mediante la educación es necesario romper con nuestras vidas cotidianas y conocer la verdadera cara de nuestra ciudad ya que en la rutina diaria de nuestras vidas solo llegamos a conocer una parte de la misma y desconocemos o criticamos la otra.

Los seres humanos hemos perdido el sentido de unión, y sectorizamos toda nuestra vida, hemos convertido la ciudad en muchas ciudades, la de los ricos, la de los pobres, la de blancos, la de los negros y nos olvidamos que necesitamos de todos y cada uno para sobrevivir. Para hacer la ciudad objeto de educación hay que superar los límites de superficialidad y parcialidad, partiendo por descubrir su origen y así entender cómo y porqué ha llegado a ser lo que es.

Aprender la ciudad es aprender a utilizarla y en este sentido la educación cumple un papel importante ya que sería la encargada de darla a conocer ampliando los horizontes que nos hemos puesto en aras de descubrir esas sub-ciudades, volviéndonos partícipes de su construcción.

Por concluir, solo tendríamos que decir que la función de la educación en relación con la ciudad es preparar el hombre para participar en la edificación de la ciudad que es o será la suya, mediante programas de reflexión e investigación sobre su vida, entorno actual y futuro.

Formar al hombre en la adquisición del diálogo y concertación para entender que somos distintos pero que nos necesitamos para coexistir.

Es imposible pensar en trabajar cada dimensión por separado ya que una conlleva a la otra en el proceso de educabilidad del hombre que necesita la sociedad.

Y por último, dejar como cuestionamiento ¿Qué es más importante, tener o ser?